En otra vida ➡ [KaiSoo - Terminada]

Capítulo 4

- ¿Volver? — dijo el ángel, pero ahora todas las mujeres de la sala los miraban sorprendidas, habían regresado a la sala donde las mujeres embarazadas daban vueltas para mitigar el dolor que implicaba traer un hijo al mundo.

- Solo quería decirte que era. — dijo el demonio sentado a su lado de manera despreocupada. — Ya que estamos en confianza dime, ¿Que haces aquí? — dijo observando a las mujeres curiosas por la presencia de dos muchachos en una sala de espera.

-¿Confianza? Soy un ángel, no puedo confiar en un demonio, ustedes hacen daño a los humanos, contaminan sus vidas y los matan, hacen que los ángeles casi mueran de tristeza cuando se quedan sin su espíritu. ¡Nos quitan nuestra razón de vivir! — le recriminó en voz baja, que aún así seguía siendo desesperada.

- ¿Eso les dicen allá arriba? Wow... Si supieras la verdad, no dirías lo mismo. — dijo el demonio estirándose en la silla.

- La... ¿Verdad? ¿A qué te refieres con "la verdad"? — ahora no resultaba tan doloroso mirar a los ojos del demonio, supuso que se debía a que ahora sabia qué era.

- ¿No has oído la frase " La curiosidad mató al gato"? En este caso "ángel" — le dijo observándolo a los ojos.

- No me mires, duele. — se quejó. — Y ¿Por qué ahora luces como esas humanas? ¿Acaso no quieres que te descubran sus ángeles? — dijo mirando a las mujeres y al demonio al mismo tiempo.

- Descubrirme... Todos aquí saben que soy un demonio esperando a su víctima, pero no pueden hacer nada si no me acerco a alguna de esas mujeres o a cualquier otro humano.

- No entiendo. — dijo medio extrañado.

- Claro que no entiendes, solo te han dado información superficial. — le respondió con tono fastidiado. — La cosa es así, si no me equivoco, tu "señor" espíritu va a ser el poseedor de uno de los fetos que está dentro de esas mujeres, ¿Verdad? — el ángel lo miró con recelo, más no respondió, simplemente arrugó los labios. — Da igual, sé que estás aquí para eso, te he estado esperando. El punto es que, ay, no puedo creer que tenga que explicarlo, qué fastidio, para colmo todos esos feos ángeles están que nos miran mal. — dijo mirando a algo que KyungSoo no podía ver.

- Ves a los ángeles, ¿Cómo? — trato de ver, pero solo veía mujeres y descubrió a un hombre de celeste que les daba indicaciones a las que parecían estar a punto de parir.

El demonio río suavemente, de una manera inquietante, pero nueva para KyungSoo, pues en su vida solo había oído la risa de otros ángeles y de su amado señor, quienes solo sonaban como cascabeles. La risa del ser oscuro era una mezcla de burla y malicia. Lo cual causó curiosidad en él.

- Es que estas usando tus ojos terrenales, usa los que de verdad posees. Espera. — Estiró sus manos y lo tomó de los hombros, haciendo que el ángel se encogiera por el dolor, pero lo soportó. — Respira profundo... — estaba cerca de su rostro, así que decidió cerrar los ojos. Sintió como los pulgares del demonio rozaban sus párpados e hizo una mueca de sufrimiento en respuesta. El dolor se esfumó de pronto. — Muy bien, ahora puedes ver.

Y así fue. Todo a su alrededor se volvió de un tono más oscuro, pero ahora veía a los ángeles guardianes de las mujeres que estaba ahí padeciendo. Estas estaban acompañadas de mujeres y hombres celestiales, los cuales los observaban con terror, pero a la vez miraban con amor a sus protegidas.

KyungSoo sintió curiosidad, ¿Cómo un ángel podía amar a un humano de esa manera? ¿O en realidad amaban al espíritu guía del cuerpo?