Propuesta

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~Asa~

Pero qué día.
Pierdo mi billetera en el micro por correr a la cita con Ella. Llego, y voy hacía ella con la melosería más empalagosa de la semana, ¡y resulta que es otra persona!

Ya había visto a los fotógrafos acosadores al llegar al parque, vigilaban a quien se suponía era mi novia. No le tomé importancia, después de todo nuestra relación es abierta.
Pero no contaba que fuera otra chica.
Después de caer en cuenta que no estaba besando a Ella, sino a una joven que me miraba como si fuera un traficante de órganos, supe que estaba en problemas.
Si los fotógrafos se daban cuenta que no era Ella, sería el fin.
La saqué de ahí con la esperanza de que nadie lo note (tienen rasgos muy similares, así que espero que no) y ahí se me ocurrió.

"Ella necesita una doble" había dicho Tim
Acababa de besar a alguien solo porque estaba seguro que era mi novia.

Eureka!-

La llevé directo al estudio y cuando encontré a Tim, puse a mi impostora de espaldas.
-Quédate así, solo un momento eh...sigues sin decirme tu nombre -
-Seguirás sin saberlo-
Suspiré
-Solo espera un poco. Será una sorpresa-

Llamé a Tim.
-Eh, muchacho, ¿que tal el break?- dirigió la mirada hacia la chica - Wow lograste traer a Ella-
-¿Cómo? ¡Ah! Ven, necesito que veas esto-
Nos acercamos y ella seguía de espaldas.
-Taraán- sonreí. Esperaba que dijera algo como: Ella Purnell , o ¿Para qué quiero ver la espalda pecosa de Ella?

Pero no. ¡Rayos, es Tim Burton!

-Interesante- dijo - solo que, esta chica es mas bajita- Se puso frente a ella, y sonrió - Hey -

Mi pequeña impostora palideció, abrió los ojos como platos y su expresión parecía de auténtico terror.

¡Dios! ¿Qué le hice a esta pobre chica?

~Elisel~

Esperaba de espaldas, pero no la sorpresa precisamente, sino que buscaba una salida rápida y camuflada.
El besucón se fue a no se donde, pero tenía poco tiempo.

Error
Ya está aquí.

Suspiré, alguien más venía con él. Se puso al frente mío y...morí.

Bueno no. Pero fue impactante.
El mismísimo Tim Burton yacía frente a mis ojos. ¡Y estaba sonriéndome!

Él y unas cuantas personas más, son la inspiración para no pegarme un tiro ante tanta idiotez humana.
¡Son genios!

No imagino mi cara, pero el tal Asa pareció asustarse, mientras que Tim
-el grandioso Tim- se acercó y se agachó hasta el nivel de mi rostro.

-Wow- dijo - ¿Qué eres, pequeña? -
Su pregunta me tomó desprevenida.

¿Qué -no quién -soy?
Una prófuga, una ladrona, alguna clase de desgracia andante.

-Soy... alguien-
-¿Cuál es el nombre de este alguien?-
-Ha!- se burló Asa- Buena suerte con eso, yo...-
-Elisel- lo interrumpí - Mi nombre es Elisel-

Si la incredulidad tuviera forma, se vería como Asa en ese momento.

- I-lai-sel - dijo Tim despacio- Extraño nombre. Me gusta - luego miró a Asa - ¿La trajiste por la misma razón que creo?
-Ella -
- Correcto - asintió - Elisel, no sabes porque estás aquí. Pero debes estar aquí. El destino y...Asa, te han traído justo a este lugar - hizo un gesto que abarcó todo el sitio y dio una vuelta entera.
Con su rizado cabello despeinado, las ojeras tras sus oscuras gafas y esa sonrisa de maníaco, era el loco perfecto. Se detuvo frente a mi, y me apuntó con su largo dedo.

-¡Elisel! Acepta hoy tu destino, y con ello; la gracia de pertenecer a nuestra ala de peregrinos. Nosotros -dijo acercándose- juramos protegerte, a cambio de tu misericordiosa ayuda. ¡Sálvanos! - y se acercó lo suficiente para susurrarme - y nunca más tendrás que huir.

Miré a Asa confundida y asustada.
Él sonrió - Le gusta el drama -dijo- en otras palabras ¿te gustaría trabajar con nosotros en "Miss. Peregrine "? Necesitamos a alguien como tu-

Tim había vuelto a su anterior posición. Me señalaba con el dedo como una gran estatua acusadora.

Nunca más tendrás que huir había dicho.

- ¿Elisel? -

- Acepto - susurré. Asa me miró como si no hubiera entendido. Lo miré y más firme dije - ¡Acepto! -

Automáticamente, Tim bajó sus brazos y ahora se iba por donde había venido.

-Está hecho - volteó a verme - Bienvenida, Elisel -

Wow, había aceptado su propuesta. No tenía idea de qué carajos se trataba, pero había aceptado.
Cuando Tim se fue, miré a Asa.
Y ahí estaba él, de nuevo con su mirada perversa hacia mí.
Abracé la mochila en mi espalda.

-Elisel...-
-Asa-
-Ven conmigo-

¡¿Qué hiciste Elisel?!

La Culpa Es De AsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora