Ella Purnell

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~Elisel~
Nunca había estado cerca de tanta gente y sentirme segura. Aún asi, era inevitable no mirar a todas partes.
Asa dijo que no era ninguna "fugada", que podía estar tranquila.

Si claro. Tranquila. Podrían estar en cualquier parte. Podrían...estar en la tienda de cómics fingiendo ser aficionados, o en la boutique simulando probarse ropa mientras en su mente me matan o torturan arrancándome los dedos mientras escuchan a Bieber.
¡Dios! Sí que son crueles.

Pero era justamente eso...había tanta gente que a todos les era indiferente. Y eso era...menos aterrador.

El besucón de Asa compró ropa abrigada para mí. De hecho me probó tantas cosas que ni las recuerdo. Yo estaba vigilando.

Tardamos casi 4 horas.
Horas en las que pude analizar el lugar mas seguro para mí en Londres. Horas en la que pude haber buscado identidades de emergencia que puedan reemplazarme. Horas en las que pude haber localizado a esos bastardos y rebanarles el cuello.
O simplemente horas en las que pude acostarme en un sillón a perder la consciencia.
Pero no.
¡Estaba en el centro comercial con el psicótico de Asa que no podía decidirse entre un par de zapatos grises oscuros y otros negros para completar su compra de 7 pares!

La gente normal asusta, enserio.

Finalmente volvimos. Tenía ropa nueva, cómoda (aunque de unos colores algo...extravagantes) y una mochila nueva.
Era hermosa.
Solo cambiabas el broche y podías sujetarla como quieras. En la espalda, a un costado, cruzada o como un maletín.
Dejé que Asa escogiera la ropa que quisiera y espere horas solo por esa maleta. La llevaría por siempre. Y protegería muy bien aquello que debo cargar.

Llegamos al departamento. Asa me explicaba las comodidades de los un Addidas y los Docmarten y sinceramente no le entendía un pepino y tampoco me importaba.
Entramos y había alguien ahí.

Ella Purnell

Sabía que era ella pese a que estaba de espaldas. Su cabello se parecía muchisimo al mío. Ahora entiendo tu confusión, torpe Asa.

-¡Ella! - Se giró y sus ojos brillaron.
- Asa - se acercó corriendo y se dieron un abrazo (y un beso) al estilo de los antiguos dramas románticos.
- Iuj -
-Ella, creí que no vendrías. Te estuve esperando. ¿Ya estás mejor? ¿Te quedarás esta vez?... ¡Cómo te extrañé!-
-Mauritius...- rió- tranquilo. Tim me llamó por código sangre-
-¿Código Sangre? -
-Ya sabes, rojo intenso...denso...de emergencia -
- Ya veo...no te quedarás -
- Depende. Tim dijo que encontraste algo importante -
-Algo impor...ah si! Ella ella es Elis...¿dónde está Elisel?-

-Por aquí tórtolos- dije masticando una barra energética mientras encendía el televisor -
-¡Oh wow!- dijo Ella- se parece a mí ...un poco-
Se acercó. Oh bien. Mas saludos formales. Exhalé y me levanté para saludarla.
-Un gusto. Soy Elisel - y extendí mi mano
- Eres muy pequeña Elisel- bajé mi mano con cautela- pero, eres perfecta!-
Y como si hubiera bebido 3 litros de energizante, se lanzó a abrazarme tan efusivamente que entré en pánico.
¡Estaba tocando mi mochila!
Mis intentos por safarme fueron inútiles. A pesar de ser tan enclenque, la chica era fuerte. O yo muy débil.

Cuando me soltó, sonreía como loca y lloraba.

-Tu vas a ayudarme-

Su emotiva cara me puso nerviosa.
¡Sálvenme!

La Culpa Es De AsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora