Kyoko terminó de hablar con el Presidente y salió de la sala de música y fue hacia el salón donde se suponía que se encontraba Ren.
Después de la conversación que tuvo al teléfono decidió dejar de actuar por el momento.
Entró al salón y ahí lo vió. El hombre que secretamente hacía latir su corazón a una velocidad desmesurada.
- Tsuruga-san, el Presidente quiere que vaya a verle. Cuando termine mi reunión con él volveré en seguida. La cena está lista en el frigorífico. Por favor tómatela, no te vayas a la cama sin comer.-
Kyoko tomó su bolso, la llave de la habitación y su móvil y se dirigió a la entrada a por su abrigo. Pero antes de llegar fue detenida por su sempai.
Yo te llevo, es tarde y no es bueno que vayas tu sola.
- El Presidente supuso que me dirias eso y me pidió que te dijera que no debes preocuparte, ha mandado una limusina que me recogerá y me traerá. Quiere que permanezcas aquí y que no salgas. Lo siento pero son órdenes del Presidente Tsuruga-san.
Ren no tuvo más remedio que soltarla y tranquilizarse pero antes la acercó a él y le dió un fuerte abrazo transmitiendola su preocupación.
- Ten mucho cuidado Kyoko, no se qué haría sin ti.- por primera vez, Ren olvidó todas sus preocupaciones sobre la edad entre ambos y la posibilidad de que ella lo rechazara.
La soltó y vio como salía de la habitación.
Algo dentro de Ren le decía que no debía dejar sola a Kyoko pero debía seguir las órdenes del Presidente.
20 minutos después Kyoko ya se encontraba en la mansión del Presidente Takarada.
- Bienvenida Mogami-san. Siento haberte hecho venir a estas horas pero con lo que dijiste por teléfono no podía esperar a mañana. La verdad no pensé que Ren fuera a aceptar las cosas tan rápido pero tampoco me sorprende, has utilizado un buen vestuario Mogami-san.- El Presidente se rió a carcajadas.
Kyoko se miró a sí misma confusa y entonces los comprendió. No había prestado mucha atención a su vestuario ya que estaba actuando como Setsuka y eso era normal en ella. En seguida Kyoko se sonrojó a más no poder.
El Presidente fue dejando de reír al ver la reacción de la muchacha. - Tranquila, se que es debido a tu trabajo como Setsuka que vistes asi. Has debido de poner a Ren muy celoso cuando te has paseado delante de otros hombres.- Volvió a reír. Cuando se tranquilizó volvió a hablar. - Que descortés soy, toma asiento Mogami-san.
Kyoko se sentó en el sillón que estaba frente a él.
- Esta noche no volverás al hotel, pasarás aquí la noche y avisaré a los dueños del Daruyama que no volverás y estarás incomunicada durante un tiempo. Tenemos que lograr que aprendas a componer, bailar y cantar antes del estreno de la película de Ren. Si hay algo con lo que no estés de acuerdo no dudes en decirmelo.
- No se preocupe, confío en usted y sé que esto es lo correcto. Además tengo muchas ganas de empezar mi nuevo trabajo.- Kyoko sonrió.
- Bien. Mañana te explicaré todo, por hoy ve a descansar, ha debido de ser un día agotador para ti. Sebastian acompaña a Mogami-san a su habitació.-
- Muchas gracias por todo Takarada-san. Puede que en un principio entrara aquí por venganza pero gracias a la ayuda de todos mi vida ha mejorado, no sabe cuánto.- Le sonrió, le hizo una reverencia y siguió a sebastian.
Eso era algo que el Presidente no esperaba oír por lo que una tímida sonrisa seguida de una pequeña risa se escuchó en esa sala.
A la mañana siguiente