Carta 4

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Hola Rafael, no he tenido muchos ánimos de escribirte, lo siento.

Ayer vino a verme mi amigo de la universidad, el menudito, Bradi, tu ya lo conoces.
Estuvimos hablando de como nos iba en vacaciones, de los planes que teníamos pensado, estuvimos riéndonos mucho; lo había echado de menos, hablábamos tonterías y nos reíamos como locos, vaya que había extrañado a ese pequeño.
Entre conversación y conversación me preguntó como iba con respecto a lo nuestro (a lo que fue nuestro), fingí que todo estaba bajo control, que ya no dolías. Me dijo que era mejor, pues se había enterado que aún te veías con Diana (auch), y que ya te la habías "comido" (doble auch) incluso que aún te la "comías" (triple auch).
Me dolió y reprimí lo más que pude mis lágrimas, no era una opción dejar que Bradi me viese así, pero lo notó, era inevitable, decía que cuando estoy a punto de romper en lágrimas pongo una cara de perrito estreñido. Sólo me abrazó. Hablamos un rato más y luego se fue.

Hoy en la madrugada te hablé, pero cuando desperté me dí cuenta que había sido un verdadero error, no obtuve la respuesta que esperaba, en realidad no debía siquiera esperar que me contestaras, sólo buscaste cualquier cosa que yo dijera para malinterpretarla y tratarme mal, y hacerme daño, y vaya que lo lograbas, no parecía difícil para ti. Yo sentía que no podría hacerte daño, no toleraba la idea de saber que si sufrías yo fuese la causa de ese dolor.
Esta vez no dejé que mis lágrimas rodaran, las retuve, siento que de puros golpes me estoy haciendo fuerte.
Nuestra conversación terminó con un "Ok" frío tuyo y yo realmente preferí dejarlo ahí.
Rafael he preferido dejarlo ahí. Es decir, ni siquiera sé si quiero tu amistad, ni siquiera sé si quiero seguir llevando cursos contigo.
Rafael ya no sé si quiero seguir queriéndote.

Estoy muy confundida.

No sé si debo intentarlo una vez más o si realmente debo soltar esta cuerda porque estoy empezando a sentir que me estruja demasiado y me está empezando a doler mucho. Ya ni siquiera sé porque la sigo sujetando.

Estoy cansada de pensar, no tengo ganas de decidir nada en este momento.
Rafael sabes que eres importante para mí, eras quisé decir, ya no sé que eres y que no.

Sé que pronto te olvidaré, es decir, luego de una gran decepción debes levantarte y seguir ¿no?, sobretodo si esa decepción vino de una de las personas más importantes para ti. Nada es eterno, y todo después de un tiempo deja de importar o de doler.

* ANEXO DE LA CONVERSACION

- ¿Cómo estas después de todo pedacito de mujer?
- Me siento tranquila Alec, es decir, quiero hacer otras cosas, pensar menos, actuar más
- Pero siempre has sido una perra loca arrecha impulsiva, no veo la diferencia
- Jajaja, me refiero a que quiero mantener mi mente ocupada, quizá un trabajo de verano
- En la esquina hay buenos clientes ;)
- Con niños, bestia, quiero estar rodeada de ellos, puedo ser auxiliar en una guardería
- Con chibolos como siempre, ¿no puedes pensar en penes mas grandes?, ¿con más experiencia?, ¿con todo un curriculum?
- TOMAME EN SERIO ALEC, jajaja, te odio, mi cara te odia, mis ojos te odian, mis tetas y mis granos te odian
- ¿Tus labios también me odian?
- Obvio, si estuvieras a mi lado te morderían :)
- No me refería a esos labios jajajajajaja
- Aiug
- Sabes que me amas Agos, y yo a ti
- Lo sé baboso, gracias
- ¿Por qué? ¿Por querer meterte dedito?
- También jajaja, por aguantarme, sé que debo haber sido toda una molestia en todo este tiempo, sólo hablándote de Rafael y haber tenido que aguantar mis llantos y mis bajoneadas, debe haber sido asqueroso y aburrido para ti, me imagino, pero quiero agradecerte por no irte, por siempre quedarte ahí, quizás a veces no tengo la respuesta a todo y no puedo darte la salida que buscas cuando tu andas en problemas, pero sabes que realmente puedes contar conmigo, eres un excelente amigo, siento que te debo mucho
- Sé que soy el mejor Agos, es natural en mi

* FIN DEL ANEXO

Son 6:02 pm, voy a salir Rafael, he hecho planes, llama a esta carta.., en realidad llámala como quieras. Un abrazo.

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