Carta 6

668 19 1
                                    

Hola Rafael, esto no se ha sentido bien los últimos días. Te he pensado demasiado últimamente. No se siente bien.

Han vuelto recuerdos tuyos a mi mente, demasiados, trato de buscarte los defectos y logran irse por un momento pero en las noches sólo me atacan y hacen que te piense una y otra y otra vez.

No se siente nada bien.

Te extraño. Hay días en los que ya ni te siento, es decir ni te pienso, ni reviso las pocas redes sociales tuyas a las que puedo stalkear; pero hay otros días, esos son los días realmente malos, días en lo que lo único que quiero es andar en cama y estar tranquila, lejos de todo, lejos de todos, sólo recordarte y llorar por los tweets que pones o por lo bien que veo que disfrutas el haberme superado, el poder salir con más personas, el poder involucrarte con alguien más como si yo no hubiese significado lo suficiente en tu vida.

Los últimos tweets que leí en tu muro eran muy sexuales, eran para alguien que en definitiva no era yo, hablaban sobre estar mojado en alguien o sobre tus ganas de comerte a quien no te convenía, algo en mí me decían que eran para Diana, esos tweets jamás serían para mi, pues a mi ya me olvidaste.
Rafael me sentí terrible.
Era obvio que tu sabías que leería esos tweets. Lograste tu cometido, dañarme de nuevo.
Diana no tenía twitter, eso lo sabía bien. Así que no había necesidad de publicar esos dardos, quizá eran para otra chica o quizás simplemente querías herirme.

Te eliminé en Snapchat, pero te vi en los snaps de una amiga mía, en realidad era una conocida, estabas ebrio, y no sé, me dio la percepción de que quizás harías cosas que yo no desearía ver, vi que sólo andabas en el celular, y tomabas, y al celular de nuevo, incluso oías audios, y pedías que las cuatro personas que estaban ahí hicieran silencio, ¿Audios de quién? ¿o de quiénes? ¿Acaso era tan importante? Tu odiabas que yo te envíe audios.

Tu no eres para mí Rafael, ni yo para ti, es decir ni siquiera se porque aún te sigo queriendo.

Aún espero que vengas en algunos de estos días, que toques el timbre de mi puerta y me pidas que podamos volver a empezar, o que le pidas ayuda a quien sea de mis amigos para solucionar las cosas conmigo. Y Dios, soy tan malditamente estúpida, por creer cosas que así vendrían de ti para mi, tu no me quieres Rafael, quizá quieras a alguien más, o quizá solo te quieres a ti mismo, pero a mi definitivamente no me quieres, ni me quisiste, te encariñaste conmigo, ¿pero quererme? por favor, es increíble todo el tiempo que desperdicié creyendo estupideces que sólo yo quería creer.

Todo este tiempo fui yo la que se creó la ilusión del enamoramiento, es decir, yo te quiero, obviamente no tanto como antes pero en días como estos, en donde me siento totalmente idiota por quererte, medito, medito mucho, y llego a la conclusión que yo no fui suficiente para ti, ni tu suficiente para mi, ambos no fuimos suficiente para esto.
Tu te conformas con andar de cama en cama, mamando de pecho en pecho, y yo también quise algo muy carnal y salvaje, pero también quería algo prometedor y diferente, y a ti yo no te bastaba, ni a mi tu.

Días como éstos suelen sacar los sentimientos más tristes y depresivos de mi, afloran las preguntas dramáticas de casi siempre, afloran las ganas de saber de ti, ver que andas excelente con tus tweets y cosas por el estilo y sentirme como una verdadera basura. Estos son los días de basura, noches que corren lentas y madrugadas que nunca acaban.

He decidido aislarme de las redes sociales, es decir, no hablar con nadie por ahí.

Dicen que en la ausencia realmente se valora la presencia. Veamos si es cierto, incluyéndote, aunque en realidad no creo que te afecte en lo absoluto, sabes de mi sólo por mis tweets, por mis actualizaciones en Whatsapp, por mis comentarios en Facebook, y quizá por uno que otro Snapchat burdo, aunque creo que me has eliminado de Snapchat, esta vez no habrá nada, no quiero saber nada, las redes últimamente sólo han cumplido el rol esencial de dañarme la mayoría del tiempo, y ya me cansé, basta de Agos, basta de ella por un tiempo, quiero desaparecer por un tiempo, un mes quizá, mes y medio, sin conversar con personas que en su mayoría sólo quieren ser oídas, pero Rafael, pueden conseguirse otro psicólogo dispuesto a oírlas ¿cierto?,por ahora será así.
Sólo soy una adolescente, con problemas, y aunque quizá no tienen la magnitud de otros que en realidad son muy graves, tienen la magnitud necesaria para que yo requiera hacer esto, necesito encontrarme a mí misma, porque entre todo esto siento que me he perdido, o siento que me ando perdiendo, que ando perdiendo mi esencia, quiero dejar de oír tu dañino nombre, quiero dejar de oír rumores de ti ,de Diana y de otras, quiero divertirme, sólo soy una chica, yo me levantaré y realmente no puedo hacerlo si aparte de mis propios problemas debo ir oyendo problemas ajenos, es decir, amo a las personas que me las cuentan y amo pertenecer a su mundo lleno de alegrías y complicaciones pero ahora sólo necesito concentrarme en mí.

Llevo dos días sin conectarme y sin estar revisando el celular a cada rato viendo las últimas cosas que hace la gente y realmente me siento bien, es decir vale madres.

En estos dos días dos personas me han escrito por mensaje de texto preguntándome si estoy bien o pasa algo, eso fue maravilloso Rafael, hay dos personas a las que en definitivo les intereso, y me hizo sentir demasiado bien, así sólo sea por una saludo, ellas lo notaron, después de todo hay personas que están agradecidas por la extraña amistad que les brindo, y es realmente maravilloso; no digo que otras no lo hagan, sé a quienes les intereso, supongo que con el tiempo se irá notando más.

Valora Rafael, empieza a valorar, cada pequeño detalle que siquiera te hizo sonreír, la felicidad está en cada detalle, en cada diente que enseñas, en cualquier parte donde tú desees que esté. Desde la muerte de mi padre muchas cosas cambiaron en mí, valoro más lo que tengo y lo que no, valoraba todas las risas que me sacaste, los orgasmos, las lágrimas de felicidad, las risas que yo te sacaba, porque definitivamente volverás a reír, pero no olvides que ya no será ni por la misma razón, ni de la misma forma y sobretodo no será por la misma persona. Valora amor, así como yo te valoré a ti.

* ANEXO DE LA CONVERSACIÓN

- Agus amiga, espero que realmente estés bien, me preocupó ver que no te conectaste desde ayer en la noche, ya casi ha pasado un día, por favor avísame si estás bien.
- Milagritos, si estoy bien, pasaron unas cosas que ya te contaré cuando nos veamos, tu como andas
- Bieeen, estaba preocupada por ti, y como tengo mensajes de texto ilimitados obvio decidí escribirte, acompáñame a la universidad, quiero ver unas cosas
- Esta bien, ¿cuando vamos?
- Mañana, te veo a las 10.30, porque conociéndote te despertarás super tarde
- Jajaja, si :(, soy dormilona y no he dormido mucho, me da demasiado insomnio, asé que aprovecho la noche para ver el laboratorio de dexter o pinky y cerebro

- Tonta, ve noticias, culturízateeee

- Las noticias son muy trágicas :(((, nos vemos mañana entonces
- Amiga siiiii, Agos....
- Dime
- ¿Segura que estás bien?
- Sipi, ¿por qué? ¿me veo mal?
- No puedo verte genio, no lo sé, sólo me preocupó, te entiendo, a veces sólo da ganas de estar lejos
- Si, pero estoy bien, te quiero Milagritos, gracias por todo
- Tambien te quiero, hasta mañana, un pedito
- Un eructo de troll, un trozo de coagulo, loviu

* FIN DEL ANEXO

Todo estará bien Rafael, sólo son días malos. Cuidate mucho cabezón.
Un abrazo a la distancia, aquí dejo mi sexta carta, otra de las tantas que no leerás.


CARTAS A MI EXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora