32. Un arriesgado rescate 1/2

9 2 0
                                    

PETER'S POV

Despierto totalmente confuso, mis ojos se abren lentamente y me voy encontrando con la oscuridad.

Permanezco sentado sobre una silla muy rústica, parece que es de metal, mis pies están amarrados a las patas delanteras de esta, al igual que mis manos que están atadas a los reposa brazos de esta torturadora silla. No puedo emitir sonido alguno con mi boca ya que estoy amordazado, lo único que logra salir de mí son murmullos inaudibles.

¿Como llegué a encontrarme en esta situación? El desespero ya comienza a invadir mi ser, ¿por qué me está pasando esto? ¿Qué fue lo que hice para ganarme un disparo en el pecho y luego un secuestro? Es que no logro entender. Aunque de pronto se me enciende el bombillo, recuerdo claramente que ese tal Jarrot fue, es y seguirá siendo el mismo George Aliston, entonces significa que... ¡Claro! George Aliston es el causante de esto que me está pasando, de hecho, ha sido el causante de todas mis desgracias, ¿y si me mata? ¿Y si le causa algún daño a mi papá o a mi hermano o a mi mamá o a mi familia? Estoy seguro que es capaz de todo y nada de eso puede pasar. Tengo que salir de aquí a como de lugar. Si ese George odia tanto a mi papá y a mí, si fue tan capaz de causar lo que causó hace años atrás, entonces no dudo de que sea capaz de matarme ya mismo si eso es lo que le viene en gana. Trataré de escapar.

Es inútil sacar mis manos de estas apretadas sogaz, lo único que he logrado es lastimarme las manos y cortarme un poco, aunque sea poco igual es doloroso.

---

No sé cuánto tiempo ha pasado, el dolor en mis muñecas es sumamente insoportable a causa de la presión que ejerce las sogaz sobre estas, ya ni siguiera siento mi trasero por todo el tiempo que he permanecido sentado en este hierro hecho silla. Hace un momento traté nuevamente de liberar mis manos de las apretadas sogaz y lo único que logré fue causarme más dolor, esto es una tortura, no puedo más, quiero gritar pero no puedo por esta estúpida mordaza, además si pudiera gritar lo único que lograría es atraer la rabia de los matones de George porque estoy seguro de que no trabaja solo. No importa cuánto esté ahora mismo sufriendo porque siento esperanzas, tengo esperanzas de que vendrán a salvarme, además los chicos trabajan para el FBI, estoy más que seguro que vendrán a por mí, se que vendrán a rescatarme, no lo dudo, así lo siento.

Empiezo a escuchar unos pasos a las afueras de la habitación, con cada segundo las pisadas se escuchan más cerca de esta y de pronto ya no oigo nada, se detienen las pisadas. Acto seguido se escucha una pequeña conversación detrás de la puerta, ¿alguien los habrá enseñado a ser discretos? Con tan solo un poco de eso quizás tan solo quizás, no hubiese oído lo que dijeron.

-Lo tendremos un rato agonizando, luego acabaremos con él.

-Muy bien jefe.

-Es la mejor de las ideas papá.

Esa primera voz es muy fácil de reconocer, nada más y nada menos que del estúpido de George, y esperen, ¿tiene un hijo? Pues si es así, eso no me deja tan frío como el hecho de que me harán agonizar y luego me acabarán. Mi corazón comienza a palpitar rápidamente, pero más que por miedo, es por rabia, por rencor, por frustración de tener a ese imbécil tan cerca y no poder hacerle nada, más bien es él el que me tiene en sus manos. Lo sé, me matará, no me dejará vivir. Chicos por favor vengan rápido.

La puerta de la oscura habitación es abierta por George, la luz exterior golpea violentamente mis pupilas. George sin perder tiempo encienden la pequeña bombilla que ilumina escasamente esta habitación de tortura. Solo segundos bastan para que mi vista se acople a la luz. Empiezo a divisar la habitación, es pequeña, hay muchas cosas regadas por toda ella, las tuberías del techo son visibles y gotean segundo tras segundo. El único bombillo de esta habitación se encuentra justo encima de mí, osea, en el centro de la habitación.

Mi vida de OroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora