Capítulo 54 - Alone

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*Narra Kellin*

En el momento en que entramos a la habitación me di cuenta de que necesitaba sentir una vez más los labios de Ash, así que no la deje seguir avanzando y la acorrale en mis brazos para besarla desesperadamente. Algo dentro de mí comenzaba a aparecer, era una sensación que hacia demasiado tiempo no sentía, el simple hecho de sentir sus manos detrás de mí cuello jugueteando con mi cabello me causaba escalofríos.

Con un rápido movimiento la cargue haciendo que enrollara sus piernas en mi cadera y con cuidado me dirigí con ella en brazos a la cama en donde con suavidad la recosté, lentamente me puse arriba de ella soportando mi peso en uno de mis brazos mientras con el otro acariciaba cada centímetro de su suave cuerpo.

Mis besos abandonaron sus labios para comenzar un recorrido a lo largo de su hermoso cuello, mis manos comenzaron a desabrochar su blusa y por cada botón que abría depositaba un beso en el pedazo de piel que quedaba expuesto. Podía sentir como el cuerpo de Ash temblaba con cada beso y caricia que le daba.

Esto era lo más hermoso y excitante del puto mundo.

Cuando su blusa quedo totalmente desabotonada, dejando a la vista el sujetador negro de su sexy bikini comencé a besar cada parte de su abdomen, ella comenzaba a desesperarse pues no dejaba de retorcerse bajo mi cuerpo y eso solo hacía que yo me excitara cada vez más y más.

Sus manos temblorosas comenzaron a dejar caricias a lo largo de mi espalda hasta llegar al borde de mi camiseta la cual con un ágil y rápido movimiento Ashley quito de mi cuerpo. Sus enormes y hermosos ojos cafés en este momento estaban obscuros por el deseo y la lujuria que comenzaban a apoderarse de ella.

Me deshice por completo de su blusa y comencé a besar de nuevo su cuello bajando lentamente hasta llegar a sus hermosos senos, mientras masajeaba uno con mi otra mano desabroche su sujetador para después botarlo en algún lugar de la habitación.

En ese momento estaba maravillado, pues era un maldito suertudo hijo de puta por tener en mis brazos una vez más, a la mujer más hermosa de todas.
Mis labios siguieron saboreando cada parte de su deliciosa piel, el aroma a rosas y fresas que tenía era simplemente embriagador, me estaba volviendo loco. Mi cuerpo exigía que la hiciera mía en cuanto antes pero yo quería disfrutar cada segundo de este hermoso momento, cada suspiro, cada jadeo, cada gemido que se escapaba de sus labios era la más perfecta melodía que en mi vida había escuchado.

Poco a poco nuestra ropa comenzó a desaparecer de nuestros cuerpos para quedar esparcida en el suelo, mis manos traviesas comenzaron a tener vida propia y comenzaron a estudiar todos y cada uno de los centímetros de mi hermosa Ashley haciendo que mi mente poco brillante la memorizara por completo. Sus caricias eran cada vez más desesperadas, aunque su boca no lo hiciera su cuerpo me pedía a gritos que lo hiciera mío de una maldita vez.

Me necesitaba.

Con suavidad mi cuerpo comenzó a invadir el suyo, teniendo tanta delicadeza como si esta fuera su primera vez pues quería demostrarle lo arrepentido que estaba por haberla lastimado tanto, por ser un completo imbécil con ella, necesitaba demostrarle que a pesar de todo la sigo amando y que nunca deje de hacerlo.

-Diablos... Quinn-. Gruño mi hermosa Harley con su voz ronca de excitación mientras arañaba mi espalda, elevándome cada vez más al maldito cielo.

No sé en qué momento exactamente pasó que mi cuerpo pasó de ser una masa de pasión a un inmenso poso de sensaciones sin explicación. Podía ser que cuando estás con la persona correcta todo en tu mundo encaja tan bien que te preguntas cómo pudiste vivir antes de tenerle a tu lado. Ashley susurró una palabra ahogada sacándome de mis pensamientos confusos acerca de lo que sentía en ese mismo instante mientras removía su espectacular cuerpo, hecho para torturarme de deseo, debajo de mí como retorciéndose por la pasión.

Bones Exposed.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora