Capítulo 55 - I am back

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Mis ojos comenzaron a contener las lágrimas que me rehusaba a dejar fluir libremente por mis mejillas, mi pulso se había elevado de un momento a otro a niveles completamente estratosféricos, mi respiración era casi nula y dificultosa, es decir ¿Pulmones? ¿Qué diablos era eso y quien los necesitaba frente a Kellin Quinn? Mis manos temblorosas alrededor de la fina y frágil copa de cristal que contenía un exquisito vino comenzaron a ejercer una presión excesiva sobre esta, la cual de un segundo a otro podría romperse para así revelar el estado de nerviosismo que se estaba apoderando de mi patético cuerpo en ese instante.

El efecto Quinn estaba a flor de piel en mí, una vez más.

Aunque mi cerebro exigía con intensidad en cada una de sus sinapsis que aceptara aquella hermosa propuesta de nuestro pelinegro preferido, mi boca y cuerdas bucales se rehusaban a articular palabra alguna.

Mi sentido común amenazadoramente me exigía que no fuera tan estúpida una vez más, que recordara las cosas malas que la traición de Quinn había traído a mi vida. Pero esta vez estaba harta de hacer lo correcto para todos simplemente por el miedo a ser juzgada de nuevo, la diferencia seria que esta vez no me importaba nada más que lo que yo sentía en el momento. Aparte seria inhumano no darse cuenta de que Kellin se ha esforzado demasiado al intentar derribar esa barrera que había puesto entre nosotros desde el momento que menciono que haría hasta lo imposible por enamorarme de nuevo.

Y lo hizo, así fue.

Destruyo mi estúpida barrera y ahora, como era de esperarse, reclamaba el premio que por derecho se merecía.

A mí.

-Si-. Pronuncie con un apenas audible susurro.

Kellin seguía arrodillado frente a mí para poder verme a los ojos y en cuanto escucho mi débil respuesta abrió los ojos como platos dejándome ver aún más aquel brillo extrañamente fascinante que tenían, juro que jamás lo había visto antes en él. La luz de la luna y el fuego de las velas a nuestro alrededor iluminaban su fino y varonil perfil, dándole un toque divino, casi angelical.

Kellin Quinn es simplemente hermoso.

-¿Qué?-. Cuestiono atónito, cosa que me hizo soltar una pequeña sonrisa nerviosa.

-Que si Quinn...si quiero ser tu novia una vez más-.

-¡Oh por Dios!-. Grito mientras se paraba de la arena para acorralarme entre sus brazos –Juro que no te arrepentirás Ashley ¡Muchas gracias!-.

-¿Por qué agradeces Kellin?-. Cuestione divertida pero con cierta dificultad pues su abrazo era demasiado fuerte.

-¡Porque estas confiando en mí una vez más! ¿Se te hace poco eso? Diablos Ash juro que...-.

-Ya cállate Quinn-. Lo interrumpí mientras mi dedo índice silenciaba sus suaves labios rojizos - Esta vez comenzaremos desde cero ya no somos adolescentes y esta vez haremos las cosas bien-. Le regale una sonrisa sincera y llena de amor que de inmediato hizo que se tranquilizara, pues su euforia era tanta que estaba a nada de explotar.

-Te Amo Ashley-. Dijo con un hilo de voz antes de besarme de nuevo, transmitiéndome en este beso un mar de intensos sentimientos que a su vez eran totalmente indescriptibles. Nada importaba en ese momento, nuestro pasado, nuestros amigos, nuestros enemigos... todo se había ido al caño desde el momento en que nuestros labios se unieron.

Una vez que nos separamos por falta de aire, decidimos terminar con el vino de nuestras copas para después caminar por la costa hasta llegar de nuevo a nuestro hotel, pero unos pasos antes de entrar Kellin me jalo delicadamente de la mano haciendo que quedara frente a él.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2016 ⏰

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