Esto no es un juego.

-¡Por favor Brandon, no!.- le grite mientras veía que se iba por la puerta de la habitación. Aunque por consecuente su siguiente acción fue parar para lograr escucharme.

-¿¡Es que no entiendes!?.- Se giro a verme, por décima vez en el día.- ¡Tengo que hacerlo!.

Suspire cansada mientras intentaba no llorar.- Claro que no.

-¡Mereces algo mejor!.- Entonces vi como sus ojos se ponían brillos amenazantes de un llanto. Mentiría si dijera que no me afecto. Porque lo único que quería hacer en esos momentos era abrazarlo.- Tengo que dejarte de otra manera, lo nuestro..- logre interrumpirlo, antes de que lograra articular una palabra más.

-¡¿Qué?¡.- le grité, la poca paciencia que tenía el ya la había agotado por completo.- ¿Aún crees que esto es un maldito juego?

-¡Esto no es un juego, Ann!.- camino hacia mi, con lentitud.- Pero no puedo darte lo que tu requieres, ni el lugar en esta sociedad que tu madre tanto anhela por tí.

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Esta historia antes estaba publicada en mi antiguo perfil (Swtsalzar), Por razones personales cambié la cuenta y ahora estará aquí, junto a mis otras historias.