Esto no es un juego.

Capítulo 6.

"Se que nos volveremos a encontrar. Por qué tu y yo, mi amor, estamos destinados a estar juntos."

»Capítulo número seis.«

POV. ANTONELLA

Luces de apoco bajando su luminosidad y unos aplausos que se supone que eran del profesor de mi academia inundaba y a la vez adornaban el entorno de la sala.

-Lo han hecho fantástico chicos.- de a poco se acercó a nosotros, con decisión a seguir hablando.- Esto de seguro tiene que ir a la competencia, aunque necesitaremos más esfuerzos.

Yo y mi grupo suspiramos. En el se encontraba Daniel- No lo conocía desde hace mucho, pero era un fantástico bailarín.- Italo y Nathan.

Estos últimos se veían agotados y hasta estresados de tanta práctica, sabía que se merecían un descanso al igual que yo.

-Ya lo escucharon chicos.- me dirigí a ellos, haciéndonos grupo.- necesitamos más práctica pero ya es suficiente por hoy, ni siquiera me puedo los pies.- apunte estos últimos mientras sonreía.- ¿Qué tal mañana por la mañana y el domingo por la tarde?.- les pregunté, por último.

- Me parece genial.- Daniel, viendo la hora respondió.- Ya se ha hecho de tarde chicos, son las 10:30 pm.- Nos miró.

-Demorare horas en llegar a mi casa, mi moto esta en reparación.- Italo dramátiso, poniendo su mano en la frente, como si se fuera a desmayar.

-¿Algunos de ustedes trajo coche?.- les pregunté, aunque ya sabía la respuesta.

Todos negaron con la cabeza.

-Los iré a dejar, si gustan.-

Resque mi brazo, de forma incómoda y obviamente tímida, dejando en claro que de todas formas no habría problema.

-Eso sería fantástico.- Nathan me miró.

-Pero primero vamos por algo de comer, muero de hambre.- me frote la panza, mientra un puchero se formaba en mi boca.

Esta vez todos asistieron energéticamente con la cabeza, sabía que ellos al igual que yo, tenían hambre. Puesto que en los ensayos no nos dejaban comer.

Luego de un rato, en donde nos cambiamos y nos pudimos asear, subimos a mi coche en dirección a alguna comida rápida, aunque yo no tenía bien en claro lo que quería, estaba seguro que ellos sí.

-¿Dónde iremos?.- pregunté, luego de dar vueltas sin rumbo alguno.

-¿Paul's?.- seguro Daniel, que estaba sentado en la parte trasera junto con Nathan, mientras que Italo venía al lado del copiloto.

-Fui está tarde, y la verdad es que no iría de nuevo, no al menos por hoy.- intente fingir una sonrisa por el retrovisor del auto, mientras que Nathan me veía sin pestañar.

La verdad es que si quería ir a aquel lugar. Era mi local favorito desde pequeña y realemente me encanta la comida que ahí en ese lugar. Pero hoy no.

De solo pensar en que me podría topar con Oliver nuevamente se me revolvia el estómago y esos nervios volvían a mi. Quitando cualquier sentimiento que podría generar, reemplazandolo por lo que tal vez pueda ser miedo.

Suspire antes de seguir andando sin rumbo. Mientras ellos decidían, aunque me sentía lejana, sabía que tenía que estar ahí, escuchando sus absurdas conversaciones.

- A unas cuadras de aquí hay un lugar donde podríamos comer. No es nada lujoso, pero creo que es la única opción que tenemos hasta ahora.- Italo habló mientras miraba por la ventana, se que intentaba ubicarse un poco en el lugar.