Capítulo 5.

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El problema de los seres humanos, es que tienen el don de justamente, elegir las cosas que son peores para ellos.



—J.K. Rowling




»Capítulo número cinco.«

POV. ANTONELLA.

Camine un poco más adentro. Evitando por completo la mirada de los chicos.

—hey. ¿Estas bien?.— James llegó a mi lado.

—Si, no lo sé.— suspire.— supongo que lo estaré.

— No puedo creer que se venga de novios aquí con tu prima. ¡Es un imbecil!.— Is se integró a la conversación.

Y vaya que lo era.

No quería quererlo. Y no lo haría. Rechazaría cualquier tipo de sentimiento hacia el.

Lo juro.

Tal vez me cueste un poco, pero cada quien hace lo que puede.

— Solo dejemos de hablar de ellos.— mire a otro lado mientras caminaba, intentando ignorar sus miradas.— Veníamos acá a disfrutar, y eso haremos.

Sin más, asistieron.

—¡Ann espera!.— Una voz. Esa voz que tanto despreciaba me llamaba, y no dude en ignorarla. Mi prima me asqueaba, del uno al diez, tal vez mil.—¡Por favor!.— seguí caminando, furiosa. Sabía que los chicos me seguían detrás, en completo silencio.—No puedes enojarte para toda la vida, ¡Por favor escucha!.— sabía que varios se habían dado vuelta a mirarnos, no hice más que ignorarlos.

—¡¿Qué quieres maldita sea?!.— Pare en seco, dándome vuelta para verla detenidamente, despreciandola.

—Hablar..— habló un poco más calmada una vez a mi lado.

Es lo que estamos haciendo, grandisima idiota.

—¡¿Sobre que umh?!.— la rabia e irá que sentía en ese momento era demasiada evidente. Ya que yo misma me sorprendí al momento de volver mis manos puños.— ¡¿Qué te has metido nuevamente con mi ex?!.— sentía ganas de golpearla, sin embargo, no lo hice. Sabía que unas palabras le causarían más dolor.— ¿¡El que fue mi mejor amigo de por vida idiota?!. Porque creeme, tu maldito sermón me lo he aprendido de memoria.— tome compostura, alejándome de ella.— ¡fue un error! ¡Realmente no quería! ¡Estaba borracha!.— hice burlas con las manos, a la vez que hacía una voz chillona, parecida a la de ella.— Solamente dejame en paz, no quiero volver a verte en mi vida.

Y claramente no mentía. Me sentí rechazada en el momento que me enteré de todo. Y en cima comprobarlo.

Me importaba realemente poco el hecho de que estuviera con vasos de alcohol en cama, porque jamás sería escusa para traicionar a alguien que amas.

¿Realemente uno puede confiar en la gente?. Porque realemente lo dudaba demasiado.

Sí no podía confiar en mi propia sangre, ¿Podría hacerlo con alguien que no fuera de esta?, la respuesta era clara, o al menos para mi.

Y era un rotundo y enorme no.

Desde lo sucedido con ella, no he podido confiar jamás mis grandes secretos, ni a Is, ni a James. Ellos de alguna manera u otra lo entienden y me dan mi espacio, porque me conocen y aunque ahora me cueste confiar en el alguien, los quería muchísimo a ellos dos.

Esto no es un juego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora