Capítulo 7.

8 2 0
                                    



Te darás cuenta del error que cometes por compasión. Pero lamento decirte que ya no estaré a tu lado cuando de una vez por todas te des cuenta...

«Capítulo número siete.»

POV. ANTONELLA

Gire sobre mis talones mientras caminaba rápidamente hacia mi auto.

Este chico me saca de casillas.

Pero antes de que me insertará la llave en la puerta del conductor, su voz nuevamente llamo mi atención por completo.

—Espera.— No fue un grito, ni siquiera podría decir que fue en la tonalidad se voz la cual uno habla normalmente. Simplemente lo susurro. Como si realemente noe diera importacia.

¿Qué es esto umh? ¿Creerá que puede jugar conmigo cuando se le de la maldita gana?.

Bufé como acción seguida. Respire profundo antes de posar mi mirada en el mientras levantaba una ceja con total indiferencia.

—¿Necesitas seguir gritandome? Porque realmente estoy agotada como para estar soportando tu mal humor.

—Yo no soy malhumorado.— sonrió hacia un lado, pero la sonrisa no alcanzó sus ojos.— puedo ser bastante divertido si me lo propongo.

Reí, de una forma irónica.

—No estoy para tus bromas. ¿Qué es lo que quieres?.— de una forma u otra, me tenía harta la situación. Aunque las ganas de conversar y quedarme a su lado por alguna razón que era completamente inexplicable para mí. Eso era lo que me había quedarme con el mientras el viento asotaba peligrosamente amenazando que una llovizna de aproximaba.

Y yo estaba sin algo en cima.

— No es una broma.— El hecho de que frunciera el ceño tanto como sus labios me pareció tierno y adorable. Se empezó a cercar hasta quedar a unos centímetros de mi.— Pero pensando en tu propuesta...

Dejo la oración en el aire, dando por consecuente que sacará mis propias deducciones.

—¿Quieres que te lleve?.— Solté una corta y fría carcajada, la situación pasaba de un momento a otro con distintos humores y con ello palabras.

Ahora seré una chófer profesional ¿no?.— irónice, para mi misma.

Bajo su mirada tímido pero la volvió a subir dándome una sonrisa inocente, dándome a entender que era eso lo que el quería.

—¿Como se que no me golpearas o lo intentarás como el otro día?.— Me cruce de brazos mientras lo miraba fijamente con mi ojos color pardos, intentando de una forma intimidarlo.

Lo que sería completamente imposible.

El bajo su mirada por unos momentos mientras nuevamente fruncia el ceño. Se acercó a mi nuevamente quedando al lado mío mientras se apoyaba en el capó del auto.

—Yo...— se notaba que le costaba formular sus palabras.— lo lamento. Es solo que..— nuevamente dejó su oración en el aire, pero luego continuó.— Solo, olvidalo. Lamento lo del otro día. Entendería que no quisieras llévarme ahora contigo.— subió su mirada mientras me hablaba.

Las palabras y sus ojos hacían la convinacion perfecta para lograr sentir un pequeño escalofrío por la espalda. Y aunque intente quitarlo u olvidarlo se me hizo imposible.

La idea de pasar tiempo con el me causaba ansiedad.

—Sube.— le ordene mientras le quitaba el seguro al coche.

Esto no es un juego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora