NARRA MARÍA JOSÉ
Baile con el padre de Daniel y me pregunto dónde fue todo ese sabor porque Daniel no lo heredó, hasta que la vi mis dudas se resolvieron, la mamá de Daniel la cual se conoce por el nombre de Sophia era más estadounidense que una hamburguesa, era alta, rubia, ojos cafés, se vestía muy bien pero era como antipatica, no creo haberle agradado, meh da igual. Luego de conocer a los papás de Daniel, el arduo ensayo que tuve con él, ahora sé porque decían que era la peor pareja posible, en serio hay gente que baila mal y luego está Daniel, es que descoordina hasta un baile de policías, se mueve más una oreja que ese niño, con eso les digo todo; fui a mi casa, les conté sobre lo que hice en la tarde, por si no lo saben, usualmente en una familia latina no importa si estás a punto de ser mayor de edad o incluso ya lo eres, debes mantenerlos al tanto de lo que haces y pedir permiso. Pasó una larga semana en lo único que sentía cuando caminaba era gente viéndome y susurrando, el jueves no lo soporté más y le pregunte a alguien... ¡que viva la hipocresía que reinaba este lugar! Porque evidentemente no me dijo nada, tomé la decisión de hablar con mi hermana que era mucho más social que yo y me lo contó, me mostró un texto que había recibido en el cual hablaban de mí y mi supuesto mal cuerpo, hablando que me vestía como una abuelita y no sé qué más cantidad de bobadas. ¿que no saben qué más inventar de la nueva? así que decidí darles una sorpresita. Ya era la tarde del viernes, me di un rápido baño para comenzar a arreglarme, escogí mi atuendo, una camisa blanca corta sin mangas junto con una falda alta del mismo color, se veía un poco de mi cintura, un maquillaje en mis ojos que combinarán con mi ropa; mi cabello cayendo en ondas sobre mis hombros, rosado pálido sobre mis labios y el mismo color en mis tacones. Mientras terminaba de arreglarme, me limité a ponerme un vestido de pijama, cuando estaba terminando de hacer mi cabello tocaron, era mi hermana, estaba divina como siempre y me contó que le pareció haber visto a su ex con un ramo de rosas preguntando por ella, estaba nerviosa, le arregle un poquito el maquillaje y la calme.
-Tranquila, no te olvides de lo que pasó, de porque terminaron, no estás segura de que en este tiempo no haya hecho con cualquiera lo que no pudo hacer contigo, vales mucho más que eso-tocaron mi puerta, abrí y eran las hermanas Stone, ya estaban listas, las hice pasar, note su inminente mirada sobre mi. Nunca me habían visto con tan poca ropa, solo me porte indiferente como si no supiera de la existencia de ese mensaje, pero que buenas "amigas" tenía ¿no? Una semana completa y estas no me habían dicho nada; les presenté a Laura luego llegó Sebas, también lo hice pasar, y ellas no le quitaban la vista de encima, mi primo se veía guapo, llevaba una impecable camisa blanca junto con unos pantalones negros-te estaba diciendo-volví con mi hermana mientras hablaba en español-ve, recíbelo, disfruta, si quieres rumbeatelo pero no te ilusiones neni, recuerda lo que pasó, recuerda que ya no son novios, que algún día tenía que acabar y así pasó ¿vale?-me asintió tiernamente, agregué un poco de labial y un perfume, le mostré el atuendo que me iba a poner, ella me dio su aprobación y se fue, luego le conté la situación a Sebas y le pedí que la cuidara, me acerqué a mi armario.
-Bueno, te esperamos afuera-me dijo April parándose de mi cama.
-¿Por qué?-pregunté mientras me quitaba el vestido y quedaba en ropa interior frente a ellos, me veían sin poder creerlo.
-Pensábamos que te querías a cambiar a solas-dijo Sarah viéndome el cuerpo, yo me encogí de hombros quitándole importancia y me puse mi ropa, al darme la vuelta ellas me miraban entrecerrando los ojos sin entender-no puedes irte así, se supone que es una fiesta de tonos oscuros y...vestido
-Por eso...se supone-dije triunfante y ellas no lo podían creer, Sebas me dio una mirada de cómplice, me puse mis tacones, me aplique labial y salimos los cuatro de mi habitación, me veía muy bien, puse un poco más de esfuerzo en mi imagen, llegamos al gimnasio y estaba a punto de entrar cuando veo al ex de mi hermana, no podía dejar que la encontrara, al menos no sola, le pedí a Sebastián que fuera por ella luego me buscaban. No me importó en lo más mínimo entrar sola con tal de que mi hermana no lo estuviera, sentía las miradas en mí, no pude evitar reír en mi interior porque lo que estaban diciendo de mí estaba cayéndose por completo, entre caminando como si nada y a la vez como si todo, con la seria esperanza de no caerme pero lo logré, llegué a una mesa de aperitivos. A los pocos minutos mi primo y mi hermana me encontraron, ella se fue con sus amigas.
-A mi tráiganme guaro-dijo mi primo en español mientras veía la cereza en su cóctel después de que el mesero se fuera y yo estalle en una carcajada. Comenzamos a bailar, estaba sonando un pop, nos integramos en un grupo, vi a muchas personas con rasgos distintos.Después de unos 20 minutos, sentí la respuesta de la foto con Sebas que le mande a Antonella.
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La intranquila vida en los pasillos del instituto Riverdell
Teen FictionAlto, ojos claros, caucásico, inteligente, pocas veces sonríe de verdad, integrante del equipo de fútbol americano del instituto y con novia. Castaña 1.67 de estatura, ojos verdes, delgada con curvas, tez un poco morena, inteligente, sencilla, ama b...