Capitulo 4:

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- ¿Rachel, estás bien? - Josh me sacó de mis pensamientos.

- Sí. - dije seca. - Creí que me haría más daño, pero de cierto modo, me lo imaginaba y supongo que ya estaba "preparada" para que un día ocurriera.

Josh se veía un poco más aliviado.

- Ahora que estás libre... Podríamos quedar algún día, ¿no? - me guiñó el ojo.

- Ni lo sueñes. - di media vuelta y me fui directa al coche.

Al llegar a casa, empecé a preparar mis maletas para irme de la casa de mi novio. Mi corazón estaba más vacío que de costumbre. No era dolor, era decepción. Sean llegaría a casa la mañana siguiente, así que no me vería con las maletas, pero me equivoqué. De repente, oí que la puerta se abría.

- Rachel, me he dejado las llaves de mi despacho en... - calló cuando me vio. - Do... ¿Dónde vas? - tartamudeó un poco mirando la maleta.

- Sean, que seas muy feliz con Rebecca. - le sonreí como pude.

- ¿Nos viste? - desvió la mirada.

- Sí, pero no pasa nada. - mentí. - Supongo que la gente se cansa de mí, como mis padres que querían que me independizara a los 18... - procuré no recordar eso.

- ¡NO! - gritó. - Rachel, vales mucho pero no eres mi tipo.

- ¿Y por qué no me dijiste antes? - estaba a punto de llorar.

Un silencio inundó la sala.

- ¡RESPONDE! - grité nerviosa.

- Porque tú tienes dinero.

En ese momento, empecé a sentir odio hacia él.

- ¡ERES UN IDIOTA, UN HIJO DE P*TA! ¡NO QUIERO VERTE EN LA VIDA! - cogí las maletas y cerré la puerta de un golpe.

¿Tenía dinero? ¿No soy su tipo? Me sentí tan manipulada... Ojalá me hubiese dado cuenta antes. Sean es un cabrón de pies a cabeza. Empecé a caminar mientras Sean gritaba mi nombre.

-¡RACHEL, ESPERA! - dijo mientras corría.

Esa imagen ya la vi antes: mi despedida con Louis, pero esta vez no llovía. Se me adelantó y me paró.

- Lo siento, sé que soy un imbécil por lo que hice, pero no quiero perder tu amistad... - estaba mintiendo porque sabía cuando lo hacía.

- Sean, empeoras las cosas y estas mintiendo. ¿Qué quieres?

Se rascó la nuca.

- 100 libras. No llego a fin de mes.

Eso acabó conmigo. Se podría decir que en sólo minutos llegué a odiar a la persona que más quería.

- ¡ERES UN SIN VERGÜENZA! ¡SI NO LLEGAS A FIN DE MES, NO HABER DEJADO LA BANDA Y DEPENDER DE MÍ! - volví a llorar de rabia.

Caminé dejándolo atrás mientras me miraba. "No quiero volver a verlo nunca más" me decía mientras pedía un taxi. Entré en el coche y decidí hospedarme en un hotel del centro de la ciudad. Al llegar, pedí que me dieran una habitación. Me tumbé en la cama y miré el reloj. Las 00:23h. Decidí irme a lavarme los dientes e irme a dormir en cuanto acabase.

- Rachel, creo que es hora de volver a casa. - dije en voz alta mirándome en el espejo.

Novela "No te vayas, por favor" (Louis Tomlinson) [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora