- El chico del que enamoraste hace 4 años, ha desaparecido. - dijo serio con la mirada perdida.
Noté como mis ojos empezaban a humedecerse.
- ¡¿QUÉ?! ¿¡LOUIS HA MUERTO?! - grité desesperada.
- ¡NO! - me cogió la mano para que me calmara. - Ese chico que describías "dulce, deportista, detallista y feliz" ha cambiado con ser un "arrogante, idiota, ladrón y rebelde". Es temido por toda la ciudad ahora, siempre va con una navaja en su bolsillo y ya ha atracado muchas tiendas. La policía no lo ha cogido porque no lo encuentran...
- ¿Cuándo empezó a cambiar?
- Desde que supo que tenías una relación formal con Dean.
- Sean - lo corregí. - ¿Cambió por... mí?
- Eso creemos... - juntó sus manos en modo de súplica. - Haz que Tommo vuelva a ser como era, por favor.
No tardé ni un segundo en contestarle.
- Eso es lo que intentaré, Ric. - le sonreí y él me devolvió la sonrisa.
- Bueno Rachel, debo irme. - me besó la mejilla y se fue. - ¡Nos vemos!
Suspiré. ¿Por dónde empezaba a buscar a Louis? Ric me ha dicho que ni la policía lo encuentra... Decidí empezar por los lugares que solía ir él. Empecé por la zona de Hatchell Wood. Ni rastro. Fui a los bares que más le gustaban, pero nada, ni una pista. Pregunté a los propietarios sobre la presencia de Louis pero sus respuestas eran "no quiero volver a verlo por aquí nunca más, ni me hables de ese". Era extraño, siempre habían adorado a Louis.
Al final opté por ir a su casa. Hice memoria y al final llegué a ese lugar. Piqué la puerta. Me abrieron. Era su madre Johanna, pero prefería que le llamasen Jay. Llevaba el delantal que le regalé hacía dos años por su cumpleaños. No había cambiado nada, sólo tenía más arrugas, pero supuse que eran del estrés o nervios. Su cara no cambió al verme, me reconoció.
- ¿Buscabas algo? - me preguntó.
- Sí, a Louis. - inmediatamente después de oír el nombre de su hijo, cerró la puerta.
- Ya nadie pregunta por él. ¡Vete! No quiero meterme en problemas. - se oyó desde dentro.
- Jay, no te meterás en problemas por hablar conmigo. Soy Rachel. - dije para que volviera a abrir la puerta y lo conseguí.
- ¿Rachel? - asentí. - Lo siento, no te reconocí... - bajó la mirada para disculparse. - Pasa...
Entré a la casa de mi ex novio, estaba igual que siempre, sólo que el comedor le habían pintado las paredes naranjas que originariamente eran azul celeste.
- Las niñas están en el colegio, ven, siéntate. - señaló el sofá. - Verás... Louis ya no es igual, ha cambiado.
- Lo sé, Ric me lo ha dicho. Por mi culpa...
- No, cielo, no ha sido tu culpa. Si debería culpar a alguien, sería a su novia Kelly Falco.
- ¡¿Kelly Falco?! Louis la detestaba en el instituto.
- Lo sé. Pero decidió salir con esa rebelde. Conquistó el corazón de esa muchacha volviéndose como ella y ahora es temido por toda la zona... Él... - se tapó la cara - mi hijito se fue de casa.
Froté su espalda para que se calmara.
- Jay, tranquila. ¿Dónde está ahora?
- No lo sé - se limpió las lágrimas. - Sólo viene una noche a la semana para ver a las niñas...
- Suerte que viene alguna vez... - dije
- Rachel, te diré algo, lo que de verdad pienso de él. - se puso seria de golpe. - Creo que finge ser quien no es. Es muy diferente el Louis "malote" al Louis cuando viene a vernos, es como el de antes.
- ¿Por qué crees que se junto con Kelly? - le pregunté.
- Necesitaba tener a alguien porque tú tenías pareja y cogió a la primera que vio.
- O sea que al final es culpa mía... - bajé la mirada
- No, no, no, cariño. Fue su culpa por juntarse con malas influencias.
Seguimos hablando durante un buen rato, de Louis o de mi vida privada. Llegó el momento de irme. Jay me acompañó a la salida. Cuando iba a salir, me cogió del brazo.
- Hazme un favor, salva a Louis de esa chica. - sus ojos estaban cubiertos de lágrimas.
- Lo haré. - le di dos besos en la mejilla. - Toma, es mi número de teléfono. Llámame cuando venga a vuestra casa e iré corriendo. - le guiñé el ojo. - Gracias, Rachel. Por todo y por haber hecho feliz a Louis durante el tiempo que estuvisteis juntos.
***
Pasé por delante de nuestra antigua casa, la de mi ex y mía. Más bien, era de Lou, fue el quién pagaba el alquiler. Decidí mirar el nombre de quién habitaba allí. "Kelly Falco". No podía ser cierto... Seguro que esta chica le arrebató el hogar a Louis. Mi instinto hizo que tocara el timbre. "Riiiiiiiiiiiiiiing", sonó. Esperé unos minutos pero nadie abrió.
Paré a sentarme en un banco y llamé a la empresa, donde la recepcionista cogió la llamada.
- Alexia, soy Colchester. Pásame con el director, por favor.
- ¡Racheeeeeeeeeeeeel! ¿Te has dado cuenta que hora es? ¡Ven al trabajo! ¡YA! - reclamaba.
- Alex, pásame el director. - dije secamente.
- Ok... Esta muy enfadado que lo sepas.
Ay dios... cuando el director se enfada no hay quién lo calme.
- ¡Rachel ven AHORA MISMO! - empezó.
- Ojalá pudiera señor director, pero he tenido que mudarme a Doncaster. - ¿¡QUÉ HAS HECHO QUÉ?! - gritó dejándome sorda.
- Si me quieres despedir, adelante, no quiero volver a Londres.
Se oyó un cuchicheo al otro lado de la línea.
- Está bien, he decido una cosa, espero no arrepentirme. - se calló.
- ¿Y qué es? - pregunté.
- Tu representante Johnny se irá a vivir a Doncaster. Desde allí harás todo el trabajo pero, una condición.
- Awww, muchas gracias director. La que quiera.
- Si hay un evento, necesitaré que vengas a cualquier sitio, ¿entendido?
- ¡Sí, señor! - y colgamos.
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Novela "No te vayas, por favor" (Louis Tomlinson) [CANCELADA]
Teen FictionRachel pasó de ser una simple chica normal a ser una gran diseñadora de moda reconocida por todo el país. Gracias al gran sacrificio de abandonarlo todo, todo significa su familia y su novio Louis, cumplió su gran sueño. Louis Tomlinson le ocurrió a...