Diario de una gemela fea.

Página 14.

"Después de una hora intentando dar forma a algo en una hoja no conseguí nada.

Lorenzo me vio y me invitó a ir a cenar a un restaurante de comida rápida que se encontraba a unas calles de ahí.

Bebimos, comimos, reímos, me ayudó a encontrar la inspiración.

Recuerdo estar mirando por el gran ventanal en mi asiento y él dirigir la mirada hacia la oscuridad de la calle a través del cristal.

Él dijo 'Las ciudades nunca duermen, las aceras siempre trabajan, los semáforos siempre serán bipolares y los taxis intentarán calmar su ahogo.

Cuando llueve todos se escoden pero nosotros seguimos aquí'

Pude comprender, pude inspirarme, a él le gustaba ver cómo caía la lluvia en mi compañía.

Salimos de madrugada cuando nos echaron del local, y simplemente nos quedamos bajo la lluvia conversando, dejando que el agua calase hasta nuestros huesos.

Fue un alivio, cuando llegué todos dormían.

Pero ahora estoy en las clases, y no paro de sacar bocetos y bocetos, es irónico porque todo lo hago mal.

Cuando debería estar prestando atención dibujo, y cuando tengo tiempo de dibujar, no hago nada.

Se corrió la noticia, ahora todos saben que trabajo para una empresa de diseños, que se acerquen me molesta, no quiero su compañía.

No quiero a nadie.

Soy una asocial con mucho orgullo. "