Diario de una gemela fea.

Página 5.

Bajé del autobús y me condujeron a la entrada, allí tuve que rellenar otra carpeta y pasar por un detector de metales.

Finalmente, tras revisar mi carpeta, me dejaron entrar.

Mis ojos se abrieron de par en par cuando vi a la que supuse que era la diseñadora salir esposada, creí que no estaba cumpliendo condena.

Ella de acercó y sentó sonriente.

Me quedé de piedra y luego se echó a reír, con un fuerte movimiento las esposas salieron y ella sonrió - Cariño, te estaba gastando una broma- llevé una mano a mi pecho.- Ven, por aquí- asentí despacio mientras me dejaba entrar a su despacho - Siéntate , ¿Whisky, té, agua, agua con gas, coca-cola , naranja, ron? - empezó a citar toda la lista de bebidas existentes en el mundo y la corté.

-Agua, por favor- dije para que se callase.

-¿Francesa, con gas, sin gas, embotellada, de grifo, de fuente, de manantial?

-Sin gas, del grifo- dije irritada.

-Oh, genial- sonrió y movió la mano débilmente para que la chica que estaba detrás mía fuese a por ello - ¿Por qué me buscas, cariño?

-Yo.. verá.. tengo unos bocetos...

-¡Oh! , ¡Una principiante nerviosa! , ¡Qué recuerdos! - empezó a quitarse el mono y dejó ver un traje de dos piezas de color azul y verde, era horrible, parecía un pavo real. - Yo encuentro la inspiración aquí dentro entre estas paredes... y fíjate compré una cárcel y ahora hago mejores diseños, hay que saber qué buscas y dónde porque yo de pequeña....

-Perdone, no tengo mucho tiempo y me encantaría que los revisase.

-¡Oh!, claro - sonrió ampliamente y cogió uno de los miles de lápices perfectamente afilados que se encontraban en una taza para café con la insignia de la institución.

Dejé mi carpeta despacio encima de la mesa y ella se colocó unas gafas de estilo vintage.

La secretaria entró con mi vaso de agua y sonreí agradecida y nerviosa.

La diseñadora finalmente cerró la carpeta al terminar y me la ofreció , se puso seria y yo tragué saliva - ¡Me encantan! , ¡Son perfectos! - resoplé quitándome un peso de encima y ella se levantó para bailar sola... realmente dudaba del estado mental de la mujer que tenía delante - ¡Son ideales, geniales, brillantes! Pero...

Siempre hay un pero, cómo no, agaché la cabeza esperando una mala noticia y ella habló - Pero necesito que confirmen tus diseños en la sucursal, cariño, yo soy un 70% pero mi equipo es el 30% y tengo que ver si también les gusta- sonreí despacio - ¿Por qué diseños tan coloridos? Vas de blanco y negro - me apuntó con una pistola y abrí bien los ojos, apretó el gatillo y salió purpurina rosa - ¡Da color a tu vida nena! - apreté los dientes enfadada, mi ropa se quedaría con purpurina para siempre, y ahora confirmaba que la diseñadora que tenía delante estaba loca. - Pero.. hay otro problema - apreté mis manos - Mi equipo no ve nada sin ser pagado así que digamos que en un plazo de dos semanas me traes mil dólares y veremos si se confirma tu propuesta- empezó a regar unas plantas y yo le miré confusa.

-Pero yo... yo... no tengo mil dólares- solté con un hilo de voz y ella se giró a mirarme.

-Cariño, eres inocente, joven , el cisne blanco del valle de los cisnes, la princesa del cascanueces, la Sirenita y el cangrejo todo junto - fruncí el ceño, realmente le faltaba un tornillo - ¿Por qué no te haces unas fotos y así te ayudamos con algo?

-¿Yo..? , ¿Modelo...? - toqué mi frente.

-Claro, eres hermosa, tienes un pelo largo y sedoso - cogió mi pelo y lo enrolló en uno de sus dedos - Pásate mañana por la sucursal y di que te hagan unas fotos, que vas de mi parte- me ofreció un papel.

-¿Cuanto me pagarán...?

-Niña inocente, eres guapa pero no eres Angelina Jolie ni Adriana Lima , no te digo que no las puedas superar, te digo que no eres conocida, y hasta que no seas una Cara Delevingne no te podremos pagar más de 700$ por la sesión - fruncí el ceño -Consúltalo con la almohada y llámame por la mañana- me lanzó una tarjeta divertida y me tiró unas lentejuelas - ¡Pon color a tu vida!

Asentí despacio, recogí mi carpeta y salí de allí.

Esa mujer estaba pirada, pero al menos me había dado una oportunidad.

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"Querido diario, ya estoy en casa, lo sé, es una locura.

No se lo voy a contar a nadie, pero voy a hacerlo.

En fin, la vida da vueltas y yo necesito agarrarme para no caerme.

Sí, Selene, mañana te harás fotos.

Espero que no esté la loca, de verdad esa mujer está como una puta cabra

Y ahora la pregunta es : ¿De dónde saco 300$?"