*Narra Jazz*
Han pasado doce horas desde que Niall ha vuelto a ingresar en el hospital, he pasado toda la noche en vela esperando que alguien entrase en la sala de espera y me dijese que Niall se encontraba fuera de riesgo. Los parpados se me cierran lentamente pero yo intento no cerrarlos, para distraerme ojeo de vez en cuando mi móvil, alguna que otra llamada de Emma y otras de mi madre, no quiero marcar ninguno de los números, no porque no quiera hablar con ellas si no porque tendría que salirme a afuera y no quería salir y que llamasen a los familiares de Niall. A si que me encojo de hombros y me acomodo en mi asiento, una butaca de plástico de lo más incómoda, seguramente por esto mañana tenga unos dolores de cuello impresionantes.
Deben de estar a punto de ser las doce de la mañana, ni he cenado y ni he desayunado, necesito tomar algo, necesito azúcar en mi sangre. Voy a paso ligero hasta la planta baja donde se encuentra la cafetería y visualizo un par de máquinas que contienen barritas de cereales. Inserto el dinero suficiente como para que caigan dos barritas de chocolate y cereales. En cuestión de minutos me he comido la primera, y abro la segunda, solo me tomo la mitad y meto la otra mitad en mi bolsillo ya que en la sala de espera no está permitido comer y he de volver ya.
Me vuelvo a sentar en mi sitio anterior, no hay mucha gente al mi alrededor, solo un par de médicos y gente que no hace mas que ir de una habitación a otra. Yo muevo mi pie nerviosamente recostando mi cabeza hacia atrás contemplando las baldosas del techo, juraría que ya sé cuantas hay, no he hecho más que contarlas para distraerme un poco.
Paso una hora más sin recibir noticias de Niall hasta que una enfermera joven pasa por el umbral de la amplia puerta
-¿Familiares de Niall Horan?- mi corazón late a gran velocidad haciendo que mis ojos se, me incorporo y camino hacia la mujer.
-Yo, soy su… su novia- supongo que eso es lo que debía decir, es lo que me dio a entender Niall que quería, bueno y también es lo que yo quería.
-El señor Horan está bien con unos niveles estables- no puedo evitar soltar un suspiro de alivio –La causa de haber tosido sangre es una equivalencia al cansancio forzado por la inestabilidad de su cuerpo y la irrita…- desconecté, no voy a mentir, apenas entendía una palabra de lo que aquella mujer decía, solo me interesaba que estaba bien, necesitaba verle.
-¿Puedo pasar a verle?
-Creo que deberías esperar un par de minutos, pero sí, puedes verle- después la mujer vuelve a atravesar la puerta. Recorro los pasillos hasta llegar a la sala 237, espero un par de minutos como dijo la mujer, ando nerviosamente de un lado a otro de la puerta hasta que no puedo más y llamo tocando levemente la puerta con mis nudillos. No hace falta tener el mejor oído del mundo como para notar la débil voz de Niall al otro lado de la puerta diciendo que pasara. Muevo el pomo hacia un lado abriendo la puerta lentamente sin hacer mucho ruido.
-Jazz no estoy dormido, sino no te habría dicho que pasases- dice Niall mostrando una sonrisa, le sonrío de vuelta y cierro la puerta tras de mi. Me acerco a su camilla, tiene el pecho al descubierto excepto por la parte de las costillas que está envuelto por un montón de vendas.
Me acerco hasta estar a escasos centímetros de él, Niall se incorpora con una pequeña mueca de dolor, todo esto me recuerda a hace tan solo unas semanas cuando Niall fue ingresado por primera vez. Niall da unos golpes con la palma de su mano en la camilla indicando que me siente a su lado, le sonrío y acepto, ambos nos miramos sin decirnos nada. Niall al ser más alto que yo consigue incorporarse de tal manera que nuestras miradas están a la misma altura.
-Siento haberte preocupado.- dice entrelazando sus dedos juntos a los mios delicadamente sobre la sabana de la camilla. Parecía tan dulce y delicado, no como el Niall que conocía desde hace ya casi dos años, todavía me acuerdo el primer día que le vi en el instituto con su mirada apagada y su rostro serio.
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Love Me For Me (Niall Horan)
RomanceJazz era una joven que nunca dejaba que los demás se acercaran a ella, nunca confiaba en nadie y pocas veces mostraba sus sentimientos. Pensaba que siendo así nadie querría hacerle daño, pero hubo un chico capaz romper sus muros, que pudo llegar a s...