Dixième [Ultimo]

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Michael se despertó por la luz que se filtraba en la habitación indicando que probablemente era ya más de medio día.

Con los ojos entre abiertos se tapó su cuerpo desnudo y después de frotarse los parpados tomó su celular, que efectivamente marcaba la 1 p.m.


La noche anterior se podía catalogar como una locura, esos dos chicos ebrios podían llegar a ser todo un problema.

Michael tenía vagos recuerdos de Luke siendo un lió de jadeos la noche anterior.


Al volver a esos momentos se dio cuenta que Luke no se encontraba en su cama, lo que más esperaba de la noche anterior era despertar con Luke a su lado.

Solo deseaba que estuviera abajo haciendo algún tipo de tontería.


El teñido se vistió con rapidez y bajo de un salto las escaleras.

Al bajar se encontró con la amarga sorpresa de que Luke no se encontraba ahí, sus ojos se llenaron de lágrimas pensando que había hecho algo mal causando que el rubio no quisiera verlo más.

Sacudió la cabeza pensando que era un tontería pero no podía evitar sentirse inquietado por el hecho de que Luke no estuviera ahí después de lo pasado la noche anterior.


Salir a buscarlo le parecía desesperado pero también le parecía la mejor forma de saber que había hecho.

En el pomo de la puerta se debatía si debía o no salir a buscar a su rubio, al final su corazón le prohibió quedarse sentado en casa.


Prácticamente corrió las 4 calles que lo separaban de la casa de sus ojos azules.

Al llegar su respiración agitada lo delato causando que Liz, la madre de Luke abriera la puerta mucho antes de él poder tocar el timbre.


— Hola Mike — saludó la rubia con una sonrisa fingida, digna de un comercial.

— ¿Dónde está Luke? — sin perder tiempo quitó a la mujer del camino y se adentró en la casa.


Subió las escaleras y se dirigió al cuarto del ojiazul dejando gritos de su nombre al aire.


— Él se fue — comentó Liz apoyada en el marco de la puerta.

— ¿Qué? — sorprendido casi se echó a llorar — ¿a d-donde se fue?


Liz miró la hora en su reloj, sonrió como si las manecillas corriendo le causasen gracias y al cabo de segundos levantó la vista.


— Ya debería estar en un avión.


Los ojos de Michael casi parecían que se iban a salir de sus órbitas.


— No soportaba la idea de que mi hijo fuera gay y bueno...lo envié lejos, de ti — prosiguió Liz sin siquiera una expresión en su rostro.

— Lo encontrare.


La mirada penetrante de Michael intimido a Liz pero ella mantuvo su compostura, y en un efecto contrario arqueo más la espalda queriendo parecer superior.


— No sabes ni a donde se fue — la casta risa de Liz le resulto repugnante a Michael.

— Te lo juro. Te lo juro por dios Liz, lo encontrare.


Y sin decir más se fue dejando a la rubia con la palabra en la boca.

Cuando salió ya había comenzado a llover, al parecer el clima estaba del lado de su humor.


Caminó con las gotas de lluvia mezclándose con sus lágrimas, con las manos en los bolsillos y su mente vagando por las imágenes de Luke que había guardado con tanto esmero dispuesto, a cumplir su promesa.

Nadie lo iba a separar de Luke.






Si mis niñ@s este es el final *cries en punk*

Se despide con besos bien gays la hija mas sepsi de satan 


moøn





Idiot ☯ Muke ❤Where stories live. Discover now