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Desde aquel día no volví a cruzar palabras con ella, pero por alguna extraña razón sentía que no debía estar en aquel grupo sin cerebro.
– y como era de esperarse, el grupo de Ashley volvió a tener éxito y la nota más alta, deberían de aprender de ellas –expulsó el profesor de ciencia, yo rodee los ojos y lo mire.
– no, de quien deberíamos aprender todos es de Bárbara, ella es la única que destaca en aquel grupo –murmuré en voz alta, todos me quedaron mirando– dije algo malo?
– profesor ignorela, de seguro está celosa por qué su grupo fue el peor evaluado –todos rieron, menos una persona, Bárbara.
– envidia? Para nada! Jamás envidiaría a alguien sin cerebro –mire al profesor– ponga a cualquiera con Bárbara y le aseguro que sacara las notas mas altas del curso, a ver quién se derrumba –expulse riendo.
– gran idea, y como te ofreciste de voluntaria harás grupo con Bárbara –expulsó y no pude evitar abrir mis ojos como plato– a ver si así mejoras tu promedio en mi ramo
– p-pero.. Está usted loco?! –expulse levantándome de mi asiento, como me siento sola, Bárbara se sentó a mi lado, junto la ventana, yo la mire– y harás lo que dice el? –apunte al profesor, ella solo asintió, suspire pesadamente y volví a sentarme.

[...]

– primera vez que alguien le hace caso a un profesor –expulsó Brenda mirándome para mirar de reojo a Bárbara quien miraba su cuaderno fijamente.
– idiota.. –murmuré y suspire pesadamente desordenando mi pelo– ese viejo lo hizo con malicia –fruncí el ceño.
– ve y quéjate con el director –expulsó Brenda y negué ligeramente.
– bastantes problemas tiene el mismo como para ir a molestarlo –murmuré y me giré mirando a Bárbara, mi corazón latió con fuerza cuando sus orbes verde azulado me miraron, me quede con la boca abierta, tratando de que alguna palabra saliera de mi boca, sin resultado alguno, solo fui capaz de hablar cuando ella desvío la mirada– que haremos ahora?
– eso es una pregunta estupida –expulsó mirándome, pero no fui tan caliente otra vez así que decidí pasar mi mano por mi pelo para terminar apoyando mi codo en la mesa y mi cabeza en mi mano– haremos la tarea, y no pienses que la haré toda yo, cuando nos juntamos?
– vaya, qué rápido vas –expulsó Brenda riendo, esta sabía que jamás había llevado a alguien a casa, ni siquiera a ella, mire a Bárbara enarcando una ceja.
– yo no pienso ir a casa a hacer tareas, estas loca? – me enderecé– mi casa es mi santuario, nunca hago tarea en casa –aclare y está solo se rió– que es gracioso para ti?
– tú me metiste en esto, así que tendrás que obedecerme –murmuro acercándose a mi, el viento que produjo su cuerpo provocó que el olor a su perfume me invadiera por completo, me quede congelada, su aroma mezclado con su mirada penetrante la cual no dejaba de mirarme hizo que me congelara por completo, no fui capaz de hablar, sus ojos son lo más hermoso que había visto en mi vida.
– no obedece ni a su madre y te obedecerá a ti –escuche a Brenda decir entre risas, fue allí cuando volví en mí y me moví, alejándome un poco de esta.
– no es mi culpa –la campana sonó y vi cómo tomó sus cosas–, vamos, hay que empezar a trabajar.
Vi como Brenda guardaba sus cosas, las clases ya habían terminado, intercambio un par de palabras con Bárbara y luego se fue, dejándome a solas con ella, por qué me siento tan nerviosa cuando estamos a solas?
– te sigo, así que vamos –dijo sacándome de mis pensamientos y enarque una ceja.
– no entiendes lo que te dicen? Yo no haré tareas en casa –murmuré guardando mis cosas.
– mala suerte, no me dejan llevar a nadie a mi casa, y en la escuela hay muchas cosas que hacer, solo queda tu casa –se cruzó de brazos, por alguna extraña razón me encanto hacerla enojar, sonreí.
– entonces no la haremos –expulse y me levante de mi asiento tomando mi mochila.
– escúchame bien, no estoy de humor para tus estupideces, así que camina y yo te seguiré, no es necesario que hables conmigo si te molesta –aclaró y yo la quede mirando, aquella faceta de la chica nueva llamada Bárbara me sorprendió bastante, asentí y di un gran suspiro comenzando a caminar.

Como ella sugirió, en todo el camino no hablamos, solo lo hicimos para avisarle donde nos bajaríamos y poco más.

– bueno, señorita hay que hacer tareas –murmuré las últimas palabras a modo de broma– llegamos a mi casa.
– p-pero.. Donde? –murmuro y abrí la puerta de mi casa rodante, si, vivía literalmente en un auto, después de todo, solo soy yo contra el mundo.
– aquí.. -hice una venía para que entrara– rápido, si no quieres que me arrepienta y te deje afuera –a penas dije eso corrió entrando– perdón por.. El desorden –murmuré y comencé a ordenar un poco, las botellas de alcohol se veían en todos lados, peor que si hubiera hecho una fiesta, pero.. Por qué me importaba?
– se nota que no tienes visitas –murmuro, y en cierto modo era la verdad, solo venían mis padres de vez en cuando– oh –la escuché decir y se detuvo al ver la guitarra y mis baquetas– tocas?
– si –murmuré tomando la guitarra– no tengo batería, pero podría tocarte algo en la guitarra si quieres –murmuré y sus ojos se iluminaron como niña pequeña asintiendo, solté una leve risa y me senté en mi cama colocando la guitarra entre mis brazos, comenzando a tocar la primera canción que se me vino a la mente:

comenzando a tocar los acordes, comencé a cantar.
Al terminar escuche como Bárbara aplaudía, una sensación extraña recorrió mi cuerpo, a pesar de que he tocado frente la escuela, y me han aplaudido miles de veces, sentir la satisfacción de que a Bárbara le gustara fue tan.. Distinto a cualquier otro sentimiento que hubiera tenido antes, por alguna razón a su lado me sentía.. Tranquila, me sentía feliz.

Te reto a que me ames [en pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora