Q u i n c e

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Al despertar sentí una horrible jaqueca, la resaca de lo mucho que bebí ayer me golpeó como un camión a toda velocidad, y de un momento a otro, recordé el por qué de mi situación anoche, recordé perfectamente, aquel pelo albino, perfectamente arreglado para aquella noche, besando al Sur-coreano como si aún fueran algo, una voz me sacó de mis pensamientos, al igual que el olor a pan tostado y tocino.
– te.. Hice el desayuno –la escuché decir, recordando que la chica que me rompió el corazón anoche, y el motivo de mi resaca hoy, está viviendo conmigo, si se podría llamar de esa manera.
– gracias.. –murmuré, mi propio cerebro se estaba refugiando, y puso una capa de el más duro y resistente acero al rededor de mi corazón, literalmente lo encerró, provocando aquel tono frío en mi voz, me levante de la cama y me mire en el espejo, no me importó mi aspecto y di un leve suspiro, ni yo misma pude ver a través de mis ojos, aunque no tengo ni idea de si eso es posible, ¿uno puede ver a través de sus propios ojos?
– yo.. Lo sient- –no la deje continuar y levante mi mano, indicándole que se detuviera.
– ayer fuimos a una fiesta, fuimos a divertirnos, y así fue, o no te divertiste? –pregunte, en un tono neutro, sin sentimiento alguno, sin tono ni nada, y enarque una ceja, su silencio me lo dijo todo, ¡de seguro lo disfrutó obviamente!

Di un gran suspiro, el silencio incómodo en aquel momento fue insoportable, por lo que desvíe mi mirada y la dirigí a mi celular, prestando la máxima atención a este, notando la mirada de la chica frente mío, aquellos ojos verde azulado que así como me hicieron tocar paraíso, me bajaron de un golpe al infierno mismo.
– lo siento de verdad por dejarte sola anoche, no fue mi intención ni nada, pero.. –se quedo callada por unos segundos, yo la miraba fijamente, pero el idiota de tu ex te mantuvo bien ocupada haciendo quién sabe que cosas, volví a mirar mi celular terminando mi desayuno.
– no importa te dije, no tienes de qué preocuparte –murmuré y sonreí muy leve, para luego volver a mirar a mi celular, entre a Facebook y decidí despejar mi mente en estos momentos, necesito hacerlo, olvidar lo único que no pude olvidar de la noche de ayer, así que publique en uno de los tantos grupos masivos a los que estaba agregada, y una chica respondió a mi publicación.

Hola a todo el mundo, no suelo publicar nunca aquí, me parece patético pero quiero conocer a más chicas, hablar con ellas, nada serio en realidad, sólo necesito a alguien que me escuche y sepa guardar secretos, eso es todo.

Alison Leyton: al fin mi única utilidad podré utilizarla en algo, te hablaré por interno y nos coordinamos :)

Luego de haber leído aquel comentario, me fui a su perfil, melena hasta un poco más de la mandíbula, pelo rojo, casi anaranjado, unos labios carnosos, ¡joder que carnosos se ven con ese rojo! Sus ojos me hipnotizaron, me quede como idiota viendo la imagen por no sé cuantos segundos.
– ¿quién es ella? –di un salto al escuchar su voz a mi lado, provocando que mi celular cayera al piso.
– n-nadie importante.. -expulse tratando de no sonar tan nerviosa, aunque no sabía por qué lo estaba.
– ya veo.. –en su voz pude notar.. ¿Decepción? ¿Tristeza? O ¿quizás una mezcla de ambas? No lo sé, lo único que sé es que aquello me confundió, ¿por qué se siente así luego de haberse liado con el tonto ese?– que te vaya bien entonces –su comentario me confundió aún más, y solo la quede mirando fijamente, ella también lo hacía, hasta que el sonido de los mensajes de Facebook nos interrumpieron, desvíe mi mirada hacia la pantalla del celular, y por alguna extraña razón sonreí al ver el nombre de Alison en la pantalla.

Alison: Hola! Te apetece juntarte hoy? Supongo yo que si, tu publicación no es por ser mala, pero suena bastante desesperada por alguien que te escuche ☺️☺️

Sabía que sus intenciones no eran insultar obviamente, al menos su imagen de perfil da a entender que es una mujer con sus principios y modales bastante claro.

Alex: claro, puedes ahora? Porque si no puedes no hay problema, y si, la verdad es que estoy bastante desesperada por alguien que me ayude.

Dude si colocar alguna cara al final, pero aquello de colocar caras en cada frase no es lo mío, jamás lo ha sido en verdad, después de todo, mensajes son solo mensajes.

Alison: ¡Claro que puedo! Mm.. Te parece en media hora más? Tú dime dónde y yo voy :)

Al parecer ella es completamente distinta a mi, cada vez que una frase terminaba le colocaba una cara, lo único que hice fue sonreír, ante lo cómico que aquello me parecía, fue entonces cuando un ruido, específicamente el de una tos bien falsa me saco de mis pensamientos– lo siento.. –murmuré y me levante de la cama– ems... Si quieres salir hazlo, pero antes de irte asegura de que todo quede bien cerrado, yo saldré ahora, me gustaría dejarte una copia de la casa pero no tengo en estos momentos, volveré tarde, lo más probable es que lo haga, adiós! –expulse sin darle tiempo siquiera a reclamar y salí, ¿cuál será el mejor sitio? Una cafetería, ¡clásico! Mejor le diré que me de su dirección y la iré a buscar, espero no quede lejos de donde estoy, o si no estoy jodida.

Alex: tengo una idea, si me das tu dirección y yo te paso a buscar?

Me mordí el labio inferior cuando me decidí a enviarlo, me sentía nerviosa, y por una extraña razón no podía dejar de mirar si se encontraba escribiendo o no, hasta que me di cuenta que lo hacía, y salí de la conversación bloqueando el celular.
La pantalla se iluminó, dejando ver el mensaje de ella con la dirección, para mí suerte no queda muy lejos, bueno, son media hora en moto pero no importa, jamás me he sentido así, y por alguna extraña razón me siento curiosa de saber que provoca estos sentimientos nuevos en mi.

Te reto a que me ames [en pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora