Tuvimos una charla amistosa, hablamos de cosas sin sentido, y a veces de su vida y todo eso, se sorprendió cuando le dije que vivía en una casa rodante, pero me llamo genio por haber hecho una decisión tan sabía, según ella obvio.
– no entiendo por qué dices eso, solo me fui a vivir sola y ya –expulse encogiéndome de hombros.
– ¿como que no entiendes? No tienes que pagarle nada a nadie, y además puedes darte una vida de turista si quisieras –expulsó sonriendo ampliamente y me miró, por un momento sentí la duda en ella, sobre si preguntar algo o no– me.. Dijiste que trabajas en una florería, verdad? –asentí ligeramente y la mire– y.. Ella aún conserva la flor? –pregunto y me quede pensando por un momento, en el tiempo que estuve con ella nunca vi la flor, no supe que paso con ella, por lo que alce los hombros dando un gran suspiro.
– de cualquier manera eso no es importante ahora, supongo que pensó que solo era otra tonta flor –murmuré suspirando ligeramente, a la vez que sobaba mi cuello ligeramente.
– me dirás que significa? –susurro, como si de un secreto se tratase, pero el sonido de su celular nos interrumpió, un suspiro salió de su boca y se levantó– lamento dejarte ahora, pero me llamaron para que volviera al trabajo, ya sabes, un extra de dinero no viene nada mal –dejo un billete en la mesa y me dedico una sonrisa ligera– fue agradable pasar tiempo contigo, espero que se vuelva a repetir, adiós –expulsó y deliberadamente se despidió de mí con un beso en la mejilla, me quede congelada ante su acción y no hice más que verla hasta que se fue, desapareciendo de mi vista.
Me volví a sentar y repasé todo lo que había pasado, pero su pregunta no dejaba de recorrer mi mente, ¿qué pasó con el Lirio que le regalé?
Suspire pesadamente, y me di cuenta de lo tarde que se estaba haciendo, por lo que llame a la camarera y le pedí la cuenta, pagando lo que consumimos con Alison y luego simplemente me fui, el viaje se hizo eterno, a mitad de camino se colocó a llover, algo que realmente amaba era andar bajo la lluvia, por lo que decidí tomar el camino más largo hacia casa, disfrute bastante de ese viaje, más aún con la música y la lluvia, siempre pasándome películas en la cabeza, como cualquier persona, hasta que al fin llegue a casa, me estacioné con cuidado y apague la moto bajándome de esta, camine hacia la puerta con una sonrisa, la cual se borro cuando vi a Bárbara fuera de la casa, abrazada a sí misma apoyada contra la puerta, sentada en las pequeñas escaleras que permitían subir a la casa.
– ¿P-pero qué haces aquí? –pregunte preocupada acercándome a Bárbara, la cual no dejaba de temblar, hubiera sacado una chaqueta.
– t-tu puerta se.. Trabo cuando.. Salí a... Hablar con mis padres –expulsaba temblando mientras me miraba fijamente, sintiendo mi corazón latir con fuerza, reprimiendo aquellos latidos recordándome cuando la vi besarse con Jackson.
– ya veo.. –me detuve frente ella, no hice más que mirarla, perdiéndome en aquellos hermosos ojos, los cuales pude ver con más claridad cuando se levantó del piso, aún temblando de frío.
– p-pu- –no la deje terminar la frase, para cuando me di cuenta, mis labios se encontraban capturando los de la albina en un beso lento, pero apasionado, mientras la lluvia cubría nuestro cuerpo con una manta fina de agua, aunque ambas estuviéramos mojadas, podía sentir su calidez, la calidez de su cuerpo, la rodee por el cuello acercándola más a mi, sintiendo sus manos rodearme la cintura, sin separarme de sus labios, baje hasta que mis brazos rodearon sus piernas y la levante del piso, al principio se tambaleó en mis brazos, pero estos se clavaron en mis hombros, provocando un ligero dolor, el cual sólo duró hasta que logró mantenerse en equilibro, ahora la más alta era ella, no yo, por lo que sonreí, aquello parecía realmente una escena romántica de cualquier película, pero al igual que esas escenas, todo acaba, y me separé bruscamente bajándola de mis brazos para acercarme a la puerta abriéndola finalmente, no podía resistirme, así que hice aquella pregunta que tanto temía.
– ¿porqué te besaste con Jackson? –mi pulso se encontraba por las nubes, a pesar de que mi respiración ya se encontraba regular, al escuchar mi pregunta vi cómo agacho la mirada, y jugó con sus manos, gesto típico en ella cuando se encontraba nerviosa, al igual que morderse el labio inferior, frustrada arregle mi cabello hacia un lado, y me atreví a presionarla– dime.. ¿Porqué besaste a Jackson en la fiesta?
– y-yo.. No sé cómo responder a tu pregunta Alex –dijo al fin de unos minutos, segundos o yo qué sé, pero su respuesta no me convenció, así que simplemente entre y me saque la polera, no pensaba quedarme con la ropa mojada, si no quería decirme nada está bien, pero luego no escuchare nada de lo que diga.No me di cuenta cuando ya me había cambiado completamente de ropa y me dediqué a secar mi cabello, me encontraba demasiado cansada y necesitaba dormir, pero con el cabello mojado no podía, así que estuve aproximadamente media hora secándolo, hasta que un mensaje llegó a mi celular, es de Alison, por algún motivo sonreí.
Buenas noches hermosa, fue un gusto conocerte, y espero que lo de hoy se repita, realmente la pase bien contigo hoy 😏
Leer aquel mensaje me hizo reír ligeramente, y detuve la secadora, dejándola a un lado y tome el celular para responderle,Cuando la señorita Leyton quiera podemos repetirlo, no tengo problema en ello 😉
Dejé el celular a un lado y me fui al baño para lavarme los dientes y hacer de mis necesidades, al salir del baño me topé con Bárbara, quien sostenía mi celular, enarque una ceja, y cuando lo iba a tomar lo alejó de mí.
– dámelo Bárbara, qué haces metiéndote en mis cosas?! –pregunte molesta y le arrebate el celular de las manos.
– quién es Alison Leyton? –expulsó evidentemente celosa, me quede perpleja, y fue entonces que me di cuenta que tenía opción A u opción B para escoger, pero cuál es la adecuada? Mentirle o decirle la verdad?
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Te reto a que me ames [en pausa]
Romance¿Crees en el hilo rojo del destino? «Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper» eso dice texualmente, pero ¿Cómo...