Estaba jugando con mis muñecas, eran las 7 y media de la noche y dentro de una hora mi madre iba a venir a darme las buenas noches y a llevarme a la cama. De pronto sentí esa sensación de estar siendo observada, mire a todos lados de mi habitación y no había nadie. así que seguí poniéndole el vestido a Casie, una linda muñeca que había sido mi regalo de navidad. De pronto escuche un golpe, y gire bruscamente al sitio de donde había provenido, y ahí estaba ese anciano nuevamente, me sentí asustada y lo primero que pensé fue en llamar a mis padres, pero antes de que lo hiciera el anciano hablo:
−Hola, Marie. ¿Que tal todo? −Dijo tranquilamente.
−Dígame quien es usted, y ¿que hace en mi habitación? −Le dije alterada.−Tranquila, no vine a hacerte daño, al menos no si eres buena niña y haces lo que te pido.
−¿A que se refiere? −Dije confundida.
−Veras Marie, tu tienes algo muy especial en ti, que con una que otra ayuda mía puede servirnos de mucho a ambos, ahora no lo vas a entender, pero cuando crezcas lo harás. Y respondiendo a tu pregunta sobre quien soy... yo siempre he estado contigo, te he cuidado cual padre a su hija, te he ayudado en muchas oportunidades y he esperado este momento desde el día en que naciste, pequeña. Y no, no soy un familiar tuyo p...
Interrumpí.
−Eso no responde a mi pregunta. −Le dije aun mas alterada que antes.
−Bien, ya veo que quieres que sea directo. −Dijo sentándose en mi cama.
Yo soy el ángel caído, Satan, Lucifer, El Diablo o como quieras llamarme, y estoy aquí para reclamar lo que es mio.
Yo estaba ahí parada, incrédula, tenia mucho miedo y no sabia que pensar en ese momento, yo era solo una niña de 5 años que estaba en una habitación frente a el dueño del infierno.
El anciano, quien afirmaba ser ese llamado "enemigo" de quien mis padres pedían a Dios que nos alejara y yo por alguna razón siempre sentí miedo de solo escuchar sus nombres o palabras a referirse, siguió hablando.
−No tengas miedo, pequeña. Si aceptas lo que te pido no te haré daño.
−¿Que quiere?−Me limite a decir conteniendo las lagrimas que parecían querer desbordarse de mis ojos.
−Pequeña Marie, seguro has escuchado hablar sobre un Dios tiene un destino para cada uno de sus hijos, ¿no es así?
Yo recordé aquellas charlas que da el cura en la iglesia y asentí.
El: Bueno, Dios no escribió tu destino, tu destino lo escribí yo porque eres la hija de un ángel caído llamado Semyazza, el tuvo relaciones con una mortal, la cual murió después de darte a luz, así que fuiste llevada por familiares de tu madre a un orfanato porque ellos no tenían los recursos para criarte, y fue en donde tus padres te encontraron. Tu madre no puede tener hijos pequeña. −Dijo fingiendo nostalgia. Tu eres mi servidora, dentro de ti llevas un demonio tan o mas poderoso que tu padre, eres una mas de mis hijas, y hoy he venido a reclamar lo que es mio. −Termino lo ultimo con un cínico tono de orgullo.
Sentí como todo mi mundo se iba abajo, todo en lo que creía, todo lo que me hacia feliz se había hecho añicos por las palabras de el quien ahora estaba segura que era el mismísimo Lucifer. Yo ya no podía retener mas las lagrimas, así que comencé a llorar desesperadamente, el anciano se acerco y puso su mano en mi hombro en señal de apoyo, la cual quite bruscamente.
−¡DÉJEME EN PAZ! ¡NO ME INTERESA SER SU SERVIDORA NI NADA QUE TENGA QUE VER CON USTED!
¡LÁRGUESE DE MI CUARTO Y DE MI VIDA!−Grite y llore al decir esas frases.
−Marie, te dije que si te portas bien no te haré daño, ni a ti, ni a tu familia. −Dijo desafiante.
−¡Pudrase! −Dije limpiando mis lagrimas con rabia.
Lucifer iba a hablar pero en ese momento llego mi madre y esta se sorprendió mucho al verme en ese estado.
−¡Nena! ¿¡Que te paso!? ¿¡Porque lloras!? -Ella parecía no poder ver al anciano quien aun seguía sentado tranquilamente en mi cama, como si estuviese observando una película muy entretenida.
-¡Mamá, hay alguien sentado en mi cama! -Mi madre miró hacia la cama y luego me miró a mi seria.−Nena, no hay nadie ahí, creo que tienes mucho sueño y estás imaginando cosas.
−¡No mami! ¡Está ahí! ¡Yo puedo verlo! -Dije mientras las lagrimas corrían por mis mejillas, en ese momento Lucifer hablo:
−Marie, si no haces lo que te pido ellos lo pagarán. -Dijo el anciano clavando su fría mirada en mi.En ese momento mi madre comenzó a contorsionarse, como si estuviera pasando por el dolor más fuerte del mundo, estaba gritando y Lucifer tenía una sonrisa burlona en su cara.
El: ¿Ves pequeña? Esto lo estás causando tu misma, solo acepta mi propuesta y tus seres queridos estarán a salvo.Yo veía a mi mamá ahí en el suelo gritando de dolor, y escuche que alguien venía corriendo hacia mi cuarto, imaginé que era mi padre. Si no hacía algo rápido el iba a hacerlos sufrir a ambos, así que sin pensarlo grite: -¡Si, ACEPTO!- Y con esas dos palabras firme el contrato eterno que ha hecho miserable mis días desde aquella noche.
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Mi Pequeño Gran Secreto
ParanormalThomas llegó a mi vida para cambiarla completamente, él se convirtió en mi mundo, y yo me he convertido en el de él. Sin embargo, como en toda historia de amor, no todo es color de rosa. Desde los 5 años he escondido un secreto que me ha arrebatado...