II

151 16 3
                                    



Cuando la noche cayó sobre la ciudad, Gerard prefirió quedarse en su cuarto. Ya habían pasado días desde que había perdido el apetito. Donna estaba temiendo que su hijo estuviera cayendo de a poco en un estado de depresión, y era la verdad, Gerard no quería saber nada de su vida. Se la pasaba la mayor parte del día encerrado en su propio mundo, revisando el pasado en cartas y más f...otos viejas que ahora al parecer era lo único que le quedaba de Lisa.

Gerard se había quedado con la fría idea de que su vida ahora era una porquería y sinceramente no le estaba viendo el sentido a seguir viviendo. Debía admitir que más de una noche al irse a dormir, la idea de quitarse la vida le venía a la mente al cerrar los ojos, y poder jurar ver a Lisie en su mente. Pero no se creía capaz de hacerlo, y pensar en eso lo hacía sentir como un verdadero cobarde...

Pasó dos días más de esa manera, cuando una noche como las demás, encerrado en su cuarto con las habituales fotos de su novia esparcidas por el piso comenzó a sentir otra sensación. Algo que lo hacia sentir extraño, decidió no hacerle caso a sus bipolares sensaciones, pero tuvo que admitir que al igual que el otro día, sintió que la sangre se le helaba cuando una brisa de aire helado volvió a recorrer su nuca fugazmente.

Esta vez lo sintió más claro que la última, y no tuvo ganas de calmarse. Se levanto rápidamente del piso y observo la puerta, que estaba abierta.

No había nadie en casa, su madre, su padre y sus hermanos habían salido, él estuvo apunto de unírseles, pero no tenia el animo para hacerlo.

Y si la casa estaba sola, se pregunto ¿de donde había salido esa brisa?, tuvo miedo, estaba solo en casa, y observaba fotografías de su difunta novia con las luces apagadas, utilizando solo la brillante luminosidad que la luna traía desde fuera.

Gerard se quedó parado en medio de habitación, quería moverse pero sentía que no podía. Algo le decía que lo mejor era encender la luz, pero era como si sus pies estuvieran pegados al piso, no podía acercarse al interruptor de la pared. Dudo el hecho de que alguna vez hubiera estado tan asustado, y lo peor es que no sabia de que...

Respiro profundamente, pero no se movió, simplemente su cuerpo no se lo permitía, y de alguna manera sintió esa extraña sensación cuando sabes que alguien te esta observando.

Pero Gerard sin duda sintió lo que era el miedo cuando después de una misteriosa y suave brisa de aire, la puerta de su habitación se cerró de golpe.

Al instante se sintió algo más extraño y el aire se volvió denso, casi pesado y tuvo el valor de concluir que no era el único en la habitación.

Sintió el corazón aporrearle rápido contra el pecho. A un ritmo frenético.

Se sentía demasiado nervioso como para pensar en una explicación lógica para lo que acababa de ocurrir. Bajó la mirada sin pensarlo y observo que muchas de las fotografías de Lisa, que se encontraban regadas a sus pies, habían cambiado de lugar, tal y como si una brisa de aire las hubiera arrastrado.

Gerard se desespero, y deseo que aquello fuera un sueño, deseo abrir los ojos y estar soñando, porque nunca había sentido miedo a las cosas paranormales hasta ese momento. Ahora sentía pánico, quería encender la luz, pero tal y como antes le había pasado, sus piernas le fallaron y no se movieron.

Ahogo un grito cuando lo siguiente que vio fue una rápida sombra cruzarse por la pared.

Gerard no traía un termómetro, pero podia sentir que la temperatura de la habitación subía y bajaba incontrolablemente, y cuando pensó que no podia sentir más miedo. La misma sombra volvió a aparecer, pero se detuvo en un lugar y no se movió. Él guardo silencio, y solo opto por ponerse a rezar, cerro los ojos y repitió varias veces las mismas oraciones, esperando que todo acabase...

- ¿Gee? - susurro una voz débil, el corazón de él se detuvo y abrió los ojos lentamente.

Lo siguiente que vio, parecía un completo e irreal sueño. La sombra frente a él, había adoptado la forma de una chica, de tez pálida y cabello castaño, la observo impresionado unos segundos. La chica traía un hermoso y simple vestido blanco que llegaba al borde de sus rodillas. Gerard observo bien su rostro...

- Dios santo - murmuro al mirarla

Efectivamente era Lisa, pero...no, eso no podia estar sucediendo. Era obvio el hecho de que estaba dormido. Se limito a verla y deseo de una vez por todas despertar.

Ella estaba seria, y había un ligero toque de tristeza en sus ojos, lo que a Gerard le dio un vuelco en el pecho...

- ¿Me ves? - pregunto ella con su voz débil

- Si - Gerard se convenció de creer que estaba soñando, así que se limito a contestar esperando despertar pronto

- ¿En serio? - pregunto ella mientras una lagrima corría por su blanca mejilla

- Si, te veo - respondió murmurando -¿Cuándo voy a despertar?

- ¿Qué?, amor...no estas soñando créeme - volvió a hablar en voz baja

A Gerard se le helo la piel al oír eso, si no estaba soñando...eso significaba que de verdad Lisa estaba frente a él...

- ¿Lisa? - pregunto al mismo tiempo que sentía que sus ojos se llenaban de lagrimas

- Si - respondió ella con debilidad - soy un fantasma, un maldito fantasma - bajo la mirada llorando

- No...no lo eres - la conforto él - eres un hermoso ángel, eres mi ángel mi amor...

Intento acercarse a ella para abrazarla y presionarla contra sus brazos una vez más, pero cuando lo hizo, fue como abrazar al aire, porque ella desapareció en seguida.

Gerard miro hacia los costados de la habitación y se sintió vacío una vez más...

- ¿Lisa? - pregunto llorando, ella no volvió a aparecer.

Sintió el motor del auto en el patio y se acercó al interruptor para encender la luz, sentía el pulso acelerado a mil por hora, y se pregunto que acababa de suceder, porque estaba seguro de que su mente, cansada y extrañando a Lisa, le estaba fallando hasta el punto de haber imaginado tenerla en frente...



girl, you're not invisible (adaptación) | gerard wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora