La mañana siguiente Gerard despertó recostado en su cama, tenía la ropa de la noche anterior aún puesta y solo estaba cubierto por una manta. Le ardían mucho los ojos y al levantar la cabeza se encontró con que Donna estaba dormida a su lado.
Ahora recordaba que la noche anterior ella se había quedado a acompañarlo para tratar de calmarlo, recordaba no dejar de llorar...pero no podía... evitarlo. ¿Qué estaría pasando por la cabeza de su madre?, ¿qué pensaría al verlo llorar?; seguramente ella debía estar convencida de que estaba depresivo por la muerte de su novia.
Todo lo que estaba pasando era una locura, y Gerard dudó por un momento el quizás estarse volviendo loco, pero algo le decía que debía creer...porque, por muy extraño que todo pareciera, estaba seguro que Lisa de verdad estaba vigilándolo y se sintió casi seguro de que, aunque no pudiera verla de día, ella debía estar observándolo escondida en alguna sombra.
Donna abrió los ojos con expresión somnolienta y esbozo una sonrisa cargada de preocupación hacia su hijo. Él se mantuvo serio y la contempló con sus ojos hinchados sin decir nada.
— ¿Estás más tranquilo? — le preguntó ella.
Gerard negó con la cabeza conteniendo a duras penas las lágrimas una vez más.
Su madre le acarició la mejilla con el dorso de su mano, odiaba verlo así...
— Cálmate, lo de ayer solo fue un mal sueño.
— No — consiguió responder. — mamá, Lisa vino a verme...
Donna abrió los ojos como platos y se le quedó viendo con una elocuente mirada de que se estaba volviendo loco.
— Cariño...sabes que eso no es verdad.
Gee se sintió decepcionado en parte, porque era obvio que su madre nunca le creería eso, aunque él supiera que decía la verdad.
— Te juro que no estoy mintiendo. — le dijo con voz temblorosa.
— Mi amor, Lisa murió...se que te duele, y lo imagino, pero no puedes dejar que esto te afecte hasta tal punto de que empieces a creer que ella te visita. — Gerard la miro con incredulidad. — No te hagas daño a ti mismo...sabes que ella no lo hubiera querido así.
— ¡No te estoy mintiendo! — espetó él enfadado. — no tengo razona para mentir con algo así...nunca podría...
— Gee, ¿recuerdas que una de mis amigas es psicóloga?
Gerard no pudo evitar sentido brutalmente ofendido ¿Qué acaso creía que estaba loco? Él sabía perfectamente lo que había visto, e iba a seguir jurando ver a Lisa.
— Actúas como si estuviera demente...
— No estás demente — le explico ella — solo estas estresado. Acabas de sufrir un duro golpe psicológico, y es normal que te cueste aceptarlo...
Gerard apretó los labios en una dura línea intentando contener la desesperación de no ser comprendido.
— ¿Puedes dejarme solo? — pregunto cuando sus fuerzas para contener la rabia se fueron esfumando.
— Estamos hablando — replico su madre.
— No — le espetó Gerard molesto —no estamos hablando...tú solo estás acusándome de estar loco...
— No, cariño...no estás entendiendo.
— ¡Ya entendí! — replico cerrando los puños — ¡para ti es demasiado fácil decir que estoy estresado!...pero yo soy él que la está viendo por las noches...¡no tú!
Donna empalideció ante su seguridad, pero aquello no podía ser verdad, se dijo a si misma.
— Hijo...
— No mamá...¡en serio déjame solo! — le ordenó con voz cortante.
Su madre comprendió que no había mucho que hacer por el momento, y tal como se lo pidió, se levanto de la cama, sin ni siquiera esperar un gracias por haberlo acompañado toda la noche, y se retiró.
En cuanto la puerta se cerró, Gerard sintió una lagrima recorrer nuevamente su mejilla. Su vida no podía ser peor...se había quedado sin el amor de su vida, y encima su familia no le creía cuando decía que podía verla.
— No sabes como te necesito...— murmuro en voz baja para si mismo.
En respuesta una pequeña brisa helada se sintió cerca de él. Gerard levantó la mirada y contuvo la respiración conservando la calma, mientras su corazón se agitaba irremediablemente.
— ¿Lisa?... — pregunto en voz baja sabiendo que ella debía estar observándolo.
No obtuvo ninguna otra señal y se quedo maldiciendo su vida mientras pensaba en que hacer.
De pronto las palabras que recordaba de la noche anterior acudieron a su mente. "Solo te pido que salgas adelante", ella se lo había dicho...pero ¿como salir adelante?, ¿Cómo hacerlo si lo único que era capaz de hacer era sentarse a llorarla todo el maldito día?, sin duda debia pensar en algo...pero ese algo no seria superar su muerte.
Una vez que la noche cayó y luego de que Gerard se hubiera levantado de la mesa sin acabar su cena, salió de la casa a toda velocidad y partió rumbo a la casa de Lisa.
Cuando Jessica (la hermana gemela de Lisa) abrió la puerta su expresión reflejo una elocuente muestra de sorpresa, sin embargo se alegró de verlo y lo hizo pasar enseguida.
— ¿Qué te trae por aquí, Gee?
— Si quiere la verdad, no podía estar más en mi casa...necesitaba alejarme de todo y venir al hogar de mi novia.
— Supongo que aún no lo asimilas, ¿verdad?
— No — admitió tristemente.
— Yo tampoco lo hago...no puedo hacerlo, es duro pasar por fuera de su habitación y saber que ya no está ahí...
— Si no le molesta...¿puedo subir a su habitación un momento? — inquirió tímidamente.
— Claro que puedes...ve.
— Gracias.
Gerard subio las escaleras que conducían hasta la habitación de Lisa. Se detuvo frente a la puerta blanca y giró la manilla lentamente para entrar, las cortinas estaban abiertas y dejaban entrar buena luz como para poder mantener la visibilidad. Lo cierto era que no quería encender las luces, porque esperaba poder verla en medio de la oscuridad.
El joven avanzó hasta uno de los veladores y tomó en sus manos un retrato de ellos dos abrazados, lo acaricio con el pulgar y deseó poder volver el tiempo para abrazarla otra vez.
Cuando sintió un susurró en su oído y una fría brisa recorrer su nuca, se estremeció y contuvo la respiración.
— ¿Qué haces aquí?...
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girl, you're not invisible (adaptación) | gerard way
FanfictionPara Gerard la vida no tenia sentido, no desde la muerte de ella, el amor de su vida, Lisa habia fallecido en un accidente de transito hace algunos días. Gee aún podía cerrar los ojos y recordar la noche en que le llamaron a su casa para informarle...