VII

78 7 1
                                    

Luego de pasar una mala noche, Gerard pudo dormirse finalmente. Se sentía observado a cada momento, cada que tenía la intención de cerrar los ojos, algo lo obligaba a abrirlos nuevamente. Vigilaba inquietamente cada rincón de su habitación, atento a las sombras, atento a los sonidos, atento a la presencia de Lisa, que sabía que estaba escondida. Incapaz de conciliar el sueño, se ...decidió por alcanzar el retrato de su ángel entre sus brazos y aferrarse a él, para al menos sentirla un poco más cerca, y finalmente, eso lo ayudó a dormirse.

La mañana siguiente, lo despertó un mensaje entrante en su móvil. Lo cogió y leyó con sorpresa que era de Lindsey.

"Paso por ti a las ocho, nos vemos esta noche. Y ya sabes que sucederá si no tienes animos

Pd: Si te desperté, cumplí mi objetivo"

No le dio mucha importancia a aquel mensaje, así que sólo decidió ponerse en pie. Dejó el retrato de Lisa sobre el velador y se dirigió a la ducha.

— Buenos días, hijo — dijo Donna cuando Gerard bajó a desayunar.

— Hola — contestó simplemente.

Las cosas entre ambos seguían tensas, había una extraña barrera que parecía inquebrantable.

—¿Cómo te fue con Lindsey anoche? —preguntó su madre mientras le servía el desayuno. Eran los únicos en casa, puesto que sus demás hermanos habían salido con su padre.

— Normal...

— ¿Normal? — inquirió confusa — ¿eso es bueno o es malo?

— Significa que es normal, mamá. Lin es sólo una amiga.

— Lindsey es muy bonita, Gee. Creo que lo has notado...

— ¡Mamá! — levantó la voz con molestia — ¿puedes dejar de insinuar cosas?...no voy a tener nada con ella, siempre le seré fiel a Lisie. — agregó con determinación.

— ¿Fiel? — preguntó Donna aterrorizada — mi amor, no podrás seguir soltero para siempre...

— ¿Ah no? — la desafió levantándose de la mesa — pues obsérvame hacerlo.

Dicho esto volvió a su habitación, sin terminar de comer nuevamente. Sin embargo, antes de que llegara al segundo piso escuchó algo romperse y un estruendoso grito de su madre, desde el comedor. Gerard bajó las escaleras corriendo y fue al encuentro de Donna, quien observaba atónita los pedazos del florero de vidrio regados por la mesa.

—¿Estás bien? — preguntó preocupado.

—El...el florero explotó de la nada — contestó su madre con nerviosismo.

—¿Qué?

— Que el florero explotó de la nada...

— Dios santo...— musitó Gee, incapaz de creer que Lisa lo hubiera hecho.

— ¿Cómo es posible que un florero explote? — preguntó Donna, aún sin comprender nada.

— Tal vez...será por el calor acumulado dentro — inventó rápidamente — tú no lo ves, pero está ahí.

— Espero que sea sólo eso...— suspiró pesadamente — será mejor limpiar este desastre.

Gerard sólo se limitó a asentir y correr hasta su habitación. Esperó unos momentos pacientemente, aguardando que Lisa se apareciera, pero no lo hizo...posiblemente porque era de día. Entonces, decidió acercarse a su retrato y hablarle como lo había hecho la noche anterior.

— Angelito, sé que estás aquí...

"- No estás cooperando...-"

Escuchar su dulce voz en su mente lo hizo sentirse mejor; había descubierto una nueva forma de comunicarse con ella.

girl, you're not invisible (adaptación) | gerard wayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora