Me levante, fui al baño me bañe y me maquile un poco. En la cocina estaba mi madre haciendo un delicioso desayuno, ese olor lo reconozco a kilómetros, Waffles con nutella.
Desayune y minitos despues sonó el timbre, abrí la puerta y ahí estaban mis dos mejores amigos. Los abracé y me despedi de mi madre.
- Nos tienes que contar con pelos y señales lo que hiciste en Venezuela - chilló Mariana
- Ya les contaré, primero vamos a conseguir un nuevo número para mi móvil - dije mirandolos de arriba abajo, al tiempo que ellos hacían cara de ofendidos.
Caminamos varias cuadras hablando de la ex novia de Christian y el amor platinico de Mariana. Encontramos una tienda Movistar compre mi nuevo número, ya no estaría incomunicada con mis amigos. Llame a mi tía Adriana para avisarle que había llegado bien a Colombia.
Al girar para buscar a mis amigos se encontré con una torta en mi cara, quede llena de crema pastelera mientras que Christian y Mariana se reían como locos.
- ¡¡HIJOS DE.... SU MADRE!! - Les dije enojados mientras ellos lloraban de la risa.
Entramos a una cafetería y entre al baño para limpiarme un poco, en el baño mientras me limpiaba escuche una voz que provenía de la puerta.
- Hola, ya volviste. ¿Porqué te fuiste por miedo? - Dijo Fernanda con cara de odio.
Fernanda era una de las personas que me había hecho la vida imposible hace dos años, tuve serios problemas con ella. Tal vez ella era uno de los motivos por los cuales me había ido.
- ¿Qué quieres? Dejame en paz - la empuje y salí del baño.
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La Vida No Es Un Libro
RandomLaura es una chica normal, no cree en las historias de amor de los libros que comúnmente lee. Tiene gustos peculiares y amigos algo locos.