Capítulo 8

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-----Hiro-----

Me desperté exaltado y confuso, escuche fuertes golpes, cuando reaccione percibir que el ruido venia de la puerta, estábamos en paños menores, mientras alguien parecía querer botar la puerta, pero Koru ni se inmutaba, seguía soltando ronquidos bajitos, manteniendo sus brazos alrededor de mi cintura.

- Koru despierta, alguien toca la puerta. - Agitándolo para que despertara, pero solo conseguí que me apretara contra su pecho. – Mierda. – Maldije volviendo a intentar apartarme.

- ¡Itakoru abre la maldita puerta antes de que la bote! – Vocifera la voz de un hombre del otro lado. - ¡Itakoru estoy comenzando a perder la paciencia! - Los golpes y gritos del hombre se hicieron más fuertes, consiguiendo que finalmente Koru despertara.

- ¡¿Qué mierda quieres?! ¡Estoy durmiendo! – Le grito de vuelta enojado, acurrucándose junto a mí, manteniendo sus ojos cerrados. - Buenos días cachorrito. – Susurro suave besando mi frente, a veces no entendía los cambios de ánimo del chico, pero así me gustaba supongo.

- Bu...buenos... - Iba a responder cuando el hombre volvió a gritar, haciéndome pegar un repullo asustado.

- ¡¿Qué que quiero?! ¡Quiero que salgas de ese puto cuarto y vengas a estar con la familia! – Su notorio enfado, ya me estaba dando miedo.

-Papá ya cálmate, que asustas a mi cachorro. – Dijo sonriéndome coqueto, mientras acariciaba mi cabello y repartía cortos besos por mi rostro.

- ¿A qué te refieres con eso? - La voz era sorprendida ahora, sin embargo, duro poco. - ¡Espero que no estés trayendo animales cajeros, ya no eres un niño!

- Me refiero a que asustas a mi novio papá, deja de gritar. – Lo dijo como si fuera lo más obvio y yo moría de vergüenza.

- Oh bueno bajen pronto a desayunar chicos entonces y perdona pequeño por asustarte, no suelo ser así a menos que se trate de mi insolente hijo. – Parecía apenado y nada, creo que se había ido.

- No tenías que ser tan irrespetuoso, después de todo es tu padre. – Le aconseje, cuando comenzó a acariciar su nariz con la mía.

- Él se lo busco por ser siempre tan impertinente. – Se encogió de hombros y luego me beso. – Bueno, al parecer hay que vestirnos y bajar, mi pequeño. – Dijo levantándose para abrir las cortinas, con la luz de por medio, lo primero que vi fue el magnífico cuerpo desnudo de Koru, su espalda ancha con músculos que la surcaban, sus fibrosos brazos, más abajo unos tonificados glúteos que daban paso a largas piernas. – Aunque si quieres podemos quedarnos admirándonos mutuamente un rato. – Ahora volteo y rio cuando me sonroje al desviar mi vista hacia su dotada entrepierna, para luego mirar a otro lado.

- N...no, debemos bajar. – Me levante evitando la conversación, sintiendo una punzada liguera en mi cadera.

Aproveche para ver el cuarto, que era como el doble del mío, con un escritorio lleno de libros, junto a un computador, un armario de madera color chocolate oscuro, a cada lado de la cama King de Koru había unas mesitas de noche, las paredes eran azules y el piso flotante un poco más claro que los muebles, en el había papeles, ropa y más libros.

- Vamos a tomar un baño antes de bajar. – Me dijo cuando tomo mi mano para jalarme y así me saco de mi ensimismamiento.

-Vale, pero nada de cosas pervertidas. – Le advertí comenzado a caminar solo hacia el baño, siendo de tenido por la cadera, cuando llegué al marco de la puerta.

- No prometo nada, mi amor. – Susurro con mi cuello dándome un beso ahí, para luego morder la piel de la zona haciéndome jadear bajo y río apartándose, yo le devolví la mordida en uno de sus perfectos omoplatos.

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⏰ Última actualización: Feb 19, 2021 ⏰

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Tengo miedo de enamorarme (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora