Los hombres jaguar presentan cuatro fuertes y agudos colmillos.
Sus ojos son de un verde fluorescente y presentan una gracilidad así como brutalidad. Estos pueden cambiar a voluntad, siendo que pueden tener su apariencia normal cuando deseen.
El hombre jaguar fue perteneciente a la mitología olmeca, una entidad sobrenatural e incluso, puede decirse, que una deidad.
El centro de la religión olmeca era el culto al jaguar, abundantemente representado en la iconografia olmeca. En numerosos mitos de esta civilización aparece esta figura con representaciones mágicas de los chamanes, personajes temidos como hechiceros peligrosos con las fuerzas de los espíritus.
En la mitología azteca, era conocido como Tezcatlipoca, que significa "Señor del Espejo Humeante". Era el omnipotente dios supremo del panteón mesoamericano. Era considerado le protector de la realeza y de los sacerdotes y representado en múltiples ocasiones como un jaguar.
Se cree que su origen fue, el dia en que una mujer fue violada por un jaguar en las montañas, y que de su vientre nació una criatura mitad hombre-mitad jaguar. Esta criatura fue bendecida por Tezcatlipoca, el dios jaguar, y por ello cada año le ofrecía un sacrificio para honrar a su señor.
