Grave error.

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Fiddleford salió del salón al final, luego que la mayoría saliera primero, llevaba su mochila y la de Stanley con él, debía buscarle y entregársela, además de que quiere saber cómo esta Stanford, muchas preguntas invaden su mente y quiere respuestas, pero con esos dos es casi imposible conseguir algo útil, avanzó por los pasillos, caminando rápidamente, se dirigió a la enfermería, sin embargo, ninguno de los hermanos estaba allí, dejo el lugar e intento encontrarlos, por una ventana pudo visualizar a dos personas afuera del edificio, y se dirigió a ese sitio.

Cuando salió, pudo ver a ambos hermanos platicando y riéndose, era agradable ver a los dos llevarse tan bien, no era natural que dos gemelos tengan tan buena relación, con eso en mente camino hacia ellos.

"Fiddleford" Dijeron ambos a la vez.

Los gemelos se miraron con sorpresa un segundo y al siguiente se rieron, incluso su sincronía es perfecta.

"Stanley, dejaste esto" Dijo Hadron entregando la mochila a su dueño.

"Ni siquiera me acordaba" Stan dijo mientras tomaba lo que le pertenece.

Había muchas cosas en su cabeza, que una mochila se consideraba algo que no merece su atención

"¿Van a comer algo?" Cuestionó el amigo de ellos.

"Por supuesto" Nuevamente ambos hablaron al mismo tiempo.

"Pero será mejor correr porque..."

No termino de hablar y volteo la cabeza, mirando únicamente a Stanford, pregunto de manera silenciosa donde estaba el otro, el mayor señalo con su dedo, Hadron miro el lugar señalado y vio a Stanley corriendo, pero estaba demasiado lejos para que pudieran alcanzarlo, se fueron caminando tranquilamente, deteniéndose varias veces por Ford, necesita de verdad un descanso.

Stanley se adelantó y salió corriendo en un intento desesperado de llegar primero al sitio donde todos, todos los estudiantes van a almorzar al mismo tiempo, casi lo había conseguido, cuando alguien chocó con él, tirando a ambos al suelo, odiaba usar los lentes, exigencias de su hermano mantenerlos en su rostro, trató de buscarlos, pero su visión era realmente terrible lo que explica la actitud insistente de su hermano mayor.

Los lentes se pusieron frente a él, Stan los tomó y los devolvió a su lugar, aclarada su visión distinguió quien había caído junto con él, era una joven de cabello castaño la que le devolvió sus lentes, ella le ayudo a levantarse.

"Lo lamento, tenía prisa por llegar y no te mire" Stan se disculpó con ella.

"Tranquilo, eso es entendible" Ella sonrió.

"¿Estas bien? No te lastime, ¿Verdad?" Stanley preguntó con preocupación.

"Descuida, yo estoy bien" Ella extendió su mano. "¿Cómo te llamas?" Cuestiono con curiosidad.

"Stanley" Respondió quitando la tierra que tiene encima.

"Espera, ¿Stanley?" Ella le miro como si no fuera posible eso. "¿De verdad eres tú?" La chica trato de encontrar parecidos entre la persona delante de ella y una imagen mental con años de antigüedad.

"Eh, siempre he sido yo" Se sintió confundido. "¿Por qué?" El no acordarse de cosas parece ser un defecto genético en la familia.

"Soy yo, Carla" Dijo la chica riéndose ante la mala memoria de su antiguo compañero.

Ellos comenzaron a hablar, acerca de lo que hicieron todos esos años que no se vieron, era una conversación interesante, de vez en cuando riéndose por esas cosas tontas que hicieron.

Fiddleford y Stanford se separaron, pues el primero dejo algo olvidado en el salón, no era algo que se puede reemplazar, necesitaba buscarlo, era peligroso si alguien que no fuese él lo encontraba, regreso al aula con rapidez, mientras tanto, Ford siguió caminando y miro la cosa más desagradable que algún ser humano pudo ver, a su hermano hablar con esa chica, ella le parece familiar, como si la hubiese visto en el pasado, una sensación de ira se apodero de su mente, deseaba ir con ella y pelear por su hermano, era de él y nadie más, pero no puede, es incorrecto, su corazón sintió una punzada de dolor ante la escena que presencia, unas lágrimas se formaron en los bordes de sus ojos, se dio media vuelta y se alejó lo más que le fuera posible, ya no quiere seguir mirando.

"¿Stanford?" Hadron preguntó al ver una persona caminar rápido, evitando a todos. "¡Stanford! ¿Qué te ocurre?" Dijo mientras le daba seguimiento.

"¡Fiddleford!" Stanford se sorprendió ante el llamado de su amigo. "No... No me ocurre nada" Su voz se quebró debido a la tristeza.

"Parece que tratas de mentir" Hadron lo miro con sospecha.

Ford se quitó los lentes y sacó un pañuelo, tratando de limpiarlos y no quebrarlos con sus manos temblorosas.

"No es nada, estaré bien" Dijo apartando las lágrimas de sus ojos.

"¿Seguro?" Aún no le creía.

"Si... Iré a dormir un poco" Ford se aferró a su abrigo. "Estoy cansado..."

Con eso, Stanford se alejó, no permitiendo a su amigo preguntar o asustarse por su actitud, desapareciendo de la vista de Mcgucket, sus pasos se volvían lentos, no mintió en la parte de estar agotado, quiere dormir un poco, necesitaba dormir por días, tal vez de esa forma logre aclarar sus pensamientos y acomodarlos en orden, cuando llego a su cama, se acostó y miró la gran ventana, varias personas pasaban por allí, conversando y sonriéndose, él puede verles, pero ellos a él no, comenzó a recordar lo que vio anteriormente.

Stanley se veía... Feliz...

Él estuvo hablando con esa chica que le parece familiar al mayor de ellos, si su hermano se enamoraba de ella conseguiría una vida normal, no más problemas, ningún miedo a que algún humano piense mal o le desprecie, imaginar a la persona que ama, queriendo a otra persona le parece tonto, ridículo, pero no es imposible y eso causa ese dolor en su pecho, esa débil posibilidad cobra fuerzas mientras más lo piensa, él mismo se está encargando de eso.

Él ni siquiera se dará cuenta de su ausencia, mientras no lo note, no entrara a la locura, estará bien, pero le lastima imaginar que será feliz con otra persona, se siente terrible, apartó de sus ojos las lágrimas y trato de calmarse, era claro que su extraña e inusual relación no puede durar para siempre, tiene un principio y final, era horrible pensar que tendría que acabar tan pronto, estaba mal desde un principio haberse enamorado, el amor era un grave error y el peor que ha cometido hasta el momento, aún le duele saber esto, más pensamientos negativos entraron a su cabeza, los estuvo evitando todo ese tiempo, cegado por ese sentimiento que le causa felicidad, pero ahora los argumentos en su mente, han destrozado cada parte de corazón, haciendo el dolor insoportable, causando que llegue a la conclusión de lo mal que hizo al permitir que eso pasara.

Si comienza a alejarse, podrá ser feliz con esa chica o con cualquier persona que quisiera, está molesto, quisiera alejar a todas de Stan, tiene ganas de gritarle a ella y al mundo que su hermano es suyo y que nadie se atreva a intentar alejarlo, que no podrían quitárselo, sin embargo no puede, no era correcto, además, Stanley no le pertenece, ni a él ni a nadie, se convenció a si mismo de que todo es una mentira, haciendo que varias lágrimas de tristeza rodaran por sus mejillas.

Stanford no se dio cuenta del terrible error que cometió al permitir la entrada de esos pensamientos a su cabeza, en la cocina, justo en el centro de la mesa está un florero, hay muchas flores en él y son de diferentes colores, Stan se encarga de su cuidado y del resto de las plantas alrededor y dentro de la casa, pero solo dos son diferentes de todas y parecidas entre sí, una de ellas comenzó a caer y a marchitarse, por culpa de los malos pensamientos que lastiman la mente del mayor, se quedó dormido, con sus ojos rojos por llorar sin detenerse, incluso, aún dormido, las lágrimas no se detuvieron, Stanford no está bien, ha hecho algo terrible, al haber y seguir dudado de lo que su hermano gemelo siente hacia él, se ha condenado a sí mismo a su propia destrucción.


*Escrito para todas las personas que leen esta historia :D, ¡Gracias!

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