Había ocurrido hace mucho tiempo, tanto que su mente era incapaz de recordar cuando empezó en realidad aquel desastre, y por muchos intentos, no llega a nada, comienza a retroceder con lentitud, intentando no llamar la atención de su hermano, este tenía la mirada perdida, no le pone atención realmente, el terror que está sintiendo en esos momentos era similar a otro, lo hubiera analizado con más cuidado, pero un profundo dolor en su cabeza le impide enfocarse en descubrir la similitudes entre esa y una situación del pasado, no sabe de dónde vienen esas imágenes borrosas, las voces que le llaman por su nombre, no entiende nada, de un momento a otro, dejo de escucharles, se sentó en el piso, apoyando sus manos en este, confundido por lo ocurrido en su mente, el joven miro a su hermano y al sujeto de blanco, tratando de controlar su respiración.
"Vaya, ¿Quién diría que podrías recordar?"
"¿Recordar qué?"
"Es divertida tu ignorancia" Dijo dándole la espalda. "Destrúyelo" Ordenó firmemente.
Stanley observo a su hermano con miedo, sí, eso es todo, el temor es el único sentimiento existente en ese momento, era horrible ver a la persona que más amaba convertida en un monstruo manipulado por una criatura vil y despiadada, nunca imagino la repetición de la situación, en su mente, cuestionándose él porque seguía pensando en eso, la razón por cual piensa que ya paso por eso, se descuidó terriblemente, si hubiese prestado atención a los detalles, eso jamás habría ocurrido de nuevo, era peor que todas sus pesadillas y miedos combinados en una sola retorcida cosa, las posibilidades de revertir ese daño están disminuyendo rápidamente.
Stanford era diferente ahora y sin dudar acabará con su vida, sus ojos eran negros, similar al color de su vestimenta y de su abrigo largo que se arrastró por el piso, rasgado y roto, sus manos se apoyaron en el suelo, miraba a Stan con odio y le gruño con salvajismo, y comenzó a correr hacia su hermano, con las cuatro extremidades de su cuerpo, era tan semejante a esas criaturas, se lanzó hacia el menor, haciendo que ambos rodaran por el suelo, haciendo que el mayor quedara encima de su hermano, sujetando con fuerza el cuello del otro.
Stanley trataba de alejar las manos que se colocaron en su cuello, impidiéndole respirar correctamente, había hecho una promesa, algo que no quebranto durante años, era importante y además que lo amaba tanto soportando cualquier cosa que su hermano le hiciera, sin embargo, va a matarlo si no lo aleja, y en contra de todos sus ideales, la voz de su subconsciente gritando que no le lastime y todas las promesas, le dio una patada, alejándolo de él, permitiendo que respire otra vez, de pronto, una voz extraña se escuchó, buscó por el alrededor, intentando hallar la fuente, no hay nadie más allí, era una voz joven, de una niña probablemente, reviso por todos lados, no le vio, era improbable la presencia de una niña allí, entonces sintió un fuerte dolor en su brazo, de inmediato volteo y vio seis rasguños en él, su visión se dirigió a Ford, no vio venir eso de ningún lado, está muy distraído, su gemelo sonrió victorioso y trato de volver atacar, mientras se acercaba, materializo una lanza afilada con la que pretende terminar la vida del menor de ambos.
Stanford está molesto, él no sabe y no reconoce quien es el otro, a pesar de sus semejanzas y un presentimiento, siguió con su misión de destruir, el arma se clavó varias veces en el suelo, era una terrible puntería y Stan la agradece, esquivo con agilidad cada ataque, pero de un momento a otro ya no lo veía, la alarma en su mente sonó, poniendo alerta sus sentidos, sus ojos recorrían la sala, las voces volvieron a atacarle, era insoportable, si debe comparar el dolor que le causan estas, superaría al daño en su brazo, la oscuridad en las esquinas de la sala, esconden a su futuro asesino, y no quiere morir, al menos no en las manos de su hermano, la persona a la cual le tiene un gran y un poco demente afecto, tanto que ignoraba lo correcto y el juicio moral vital que mantenía todo en su sitio, lo ama demasiado como para permitirse morir en sus manos, hay una solución a cada problema, solo debe encontrarla antes de que Stanford tenga la perfecta oportunidad de acabar con su vida.
En la oscuridad, Ford acechaba a su futura víctima, el humano se ve confundido, buscando con un poco de locura su ubicación, puede sentir su temor y era satisfactorio eso, mantuvo en su manos su arma, entonces miro con detalle las manos del mortal, cinco dedos en cada una y miro las suyas, hubo seis, hay tantas diferencia y semejanzas que invaden su mente, hay una singularidad entre ambos, único, especial, quiso entenderlo pero la voz en su cabeza le ordeno concentrarse y seguir con lo ordenado, sacudió la cabeza, dejando sus propios pensamientos de lado, agarró su arma con sus manos y se acercó al humano lentamente, debía destruirlo, eran ordenes cuales debe obedecer, quien fuese ese mortal es un obstáculo en los planes de su líder, el tubo se colocó en el cuello del otro, Stanley trato de apartar el arma, al no tener opción, casi alejándose de la conciencia, pisó con fuerza el pie de su hermano, provocando que suelte el arma y se alejara de su cuello, aprovechó esto y le empujo con fuerza, tirándolo, las criaturas allí miraron con sorpresa, aun así no lo atacaron, eso era el trabajo de Ford y nadie que no fuese él, iba a hacer tal acción, le dio una mirada de odio al sujeto de traje blanco, quien no quita de su cara esa sonrisa sádica y demente.
Necesitaba pensar con calma, debe encontrar una solución a ese problema, sabe que Stanford está bien, aun puede sentir eso, se alejó de su gemelo y de las criaturas, aprovechando que su gemelo esta inconsciente, se fue corriendo rápidamente y avanzo por los pasillos, laberintos, por diversas salas, unas peores que otras, era horroroso, se siente que permaneció en esos sitios por días, después de un tiempo, consiguió esconderse detrás de un pilar que sostiene la fortaleza de su antiguo enemigo, el sonido de las botas resonaban por los pasillos, cada vez está más cerca, rogaba para mantenerse desapercibido, sus nervios lo matan de forma literal y su corazón late con rapidez, cuando el sonido se hizo distante, dejo escapar el aire, no notó cuando dejo de respirar, suspirando aliviado, sintiendo una falsa sensación de tranquilidad, se recostó sobre la pared, arrastrándose por ella y cayendo al piso, termino sentado allí, en la finita oscuridad, maldiciéndose mil y más veces por ser tan descuidado, por haber pensado que hizo lo mejor al alejarse un momento de su hermano, era claro, su enemigo aprovechó esto y realizo su plan, está confundido, no le hizo nada a ese poderoso ser y menos su hermano, seguro quiere algo, desconoce aquello posible anhelado por ese monstruo, Stan desearía saber bien a que se refería su enemigo con las palabras dichas, era tan inusual eso, debe haber más.
"¡No puedes esconderte para siempre, Stanley!" Dijo una distante y distorsionada voz, la cual demuestra ira, está llena de odio y deseo de destrucción.
Antes se enfrentó con ese tipo, cuando Ford y él fueron niños, seguro consideraría venganza, allí estaba el problema, si eso quería, era algo exagerado, lo único que hizo fue decirle que se marchara y este prometió volver, cumplió eso, se quedó en el piso, abrazándose a sí mismo, sintiendo una gran culpa por los acontecimientos pasados y presentes, y una vez más, no sabe porque sigue pensando en el pasado, está muy mal, debía darle una solución a la situación actual, por mucho que intentaba pensar y hallarle, su mente está en blanco, nada por ninguna parte, su cuello esta adolorido, aun puede sentir las manos en él, al igual que su brazo, lo está matando, miro con atención las seis marcas en él, no iba a matarlo eso, solo era demasiado doloroso, al ser comparado con morir, era mejor lo segundo, no lo soporta, quisiera gritar, la muerte se escucha como algo dulce y bueno al buscar la diferencia entre eso y la sensación desagradable en su brazo, a pesar de su dolor, no hizo nada, termino abrazándose con más fuerza, manteniéndose en el suelo y tratando de conservar la calma lo mejor posible, gritaba en su mente, conservando sus pensamientos para sí mismo, no obstante, tenía que estar vigilando, él aún quizá conserve esa habilidad y le está escuchando, siguiendo el sonido de la desesperación existente en su cabeza, eso podría atraer a su hermano, quien ahora es su nuevo enemigo.
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Días de escuela.
FanfictionStanford y Stanley han creado una relación ignorando el sentido de lo "correcto", cuando llegan a su nueva escuela, la aparición de un viejo enemigo, pone todo de cabeza, con terribles consecuencias si la situación no es resuelta antes de que sea de...