Días de escuela.

Primer día.

El primer día siempre era el más complicado, bien, todos los días restantes se incluyen, sin embargo la situación empeora mientras trata de pasar a las personas en los pasillos, que se queda en ellos aparentemente solo para obstruir su camino, le sigue que su nueva residencia se ubica en uno de los sitios más alejados de la escuela, pero hubo una extensión mayor de terreno, así que lo valía, era un sitio reservado para los mejores estudiantes, su hermano menor le sigue por detrás, quizá debe ayudarlo, no, es tonto, él puede con todas las cosas.

"Genio, podrías ayudarme, ¿Lo sabes?" El menor de ellos hablo con disgusto sosteniendo varias maletas.

Seguro su hermano trajo libros en algunas de ellas, una forma más acertada de denominar a esas hojas juntas con un montón de letras era la palabra ladrillos, es tan evidente si lo piensas un segundo, eran tan parecidos, rectangulares, pesados, y detestables de llevar en gran cantidad, suspiro con disgusto, incapaz de molestarse con la persona que tiene enfrente, quien siguió su camino con una sonrisa e ignorando el hecho de su existencia, no tendrá su ayuda en esto, abusaba de sus cualidades, era la peor de las ideas hacer eso en público, pero quiere llegar completo al interior del lugar, una idea apareció en su mente y logró hacer que las cosas que llevaba no pesen tanto, era un lugar apartado y nadie vio lo que hizo, eso esperaba.

Stanley miro el lugar donde su hermano se quedara, era precioso, amplio y con un bello jardín enfrente, el mayor salió corriendo, dejándole solo y tenía que correr detrás de él, o habrá consecuencias, dejo las cosas en el piso y fue a buscarlo, unos minutos después lo encontró debajo de un árbol, contando una historia que memorizo por completo, cada detalle, letra y manera de entonar las frases se grabaron en su cabeza, era impresionante.

"¿Quién crees que viva con nosotros?" Dijo Stan sentándose al lado de su gemelo.

Cuando Stanford decidió quedarse allí, sus excelentes calificaciones le proporcionaron un lugar ideal para vivir, el problema era que su hermano no fue igual que él, sinónimo de que no estarán juntos y casi creo una guerra con el director y el comité de la escuela para que accedieran a su petición de que su hermano gemelo pueda vivir allí también, normalmente el sitio es para dos personas, pero venció al demostrar que muchas más personas pueden residir en ese sitio, era enorme, tonto es que dos personas vivan solas allí, al final ganó con sus argumentos, demostrando su capacidad y lo valioso que es, obteniendo el permiso de la mejor forma posible.

"No lo sé, eso me preocupa" Admitió juntando sus manos con nerviosismo.

"No es tan malo, seguro es alguien igual a ti" Dijo Stan mirando los frutos del árbol.

Señalo con su mano, pidiendo permiso y una naranja cayó en cada una de sus manos, sonrió para agradecer y su atención volvió a Ford, arrojándole una de las frutas, atrapada con éxito.

"¿Igual a mí?" Sus manos jugaban con la naranja.

"Si..." Dijo acercándose a su hermano, sujetando el hombro con su mano. "Imagina a dos nerds..." Su mano señalo el paisaje queriendo que el otro se enfoque. "Explotando toda la escuela con una de sus futuras locas ideas" Dijo antes de reírse como el futuro loco que se convertirá su gemelo.

"¡Stanley!" Grito con sorpresa y alejándose un poco de él. "Claro que no haré explotar la escuela" Su disgusto se presentó. "No creo que haya materiales lo suficientemente potentes para crear una reacción similar" Murmuró de forma pensativa.

La otra persona que viviría en ese lugar hermoso y permanecería gran parte de su vida al lado de ellos apareció, llevando sus pertenencias y dándose un momento para presenciar la estructura, no era denominada habitación, es más una residencia, con muchas comodidades y lujos, miro a su lado izquierdo viendo una montaña de objetos y maletas en el suelo, inclino la cabeza confundido, alguien ya llego y no dejo sus posesiones en el interior, lo cual es extraño.