Capítulo 6

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—Siempre pienso que cuando no estás enojada tu cara luce preciosa, pero en tu modo irritado hay algo que me espanta —comentó mientras me subía al asiento de copiloto y le miraba con saña—. Ves, arruinas tu rostro hermana.

            —Aún no puedo entender por qué no dejas de bromear, ¿Sabes tú que me lo podría haber tomado peor? Es una posibilidad bastante lógica —él puso a andar el auto mientras me oía, tranquilo.

            —No tanto, porque te conozco —contestó—. Aunque admitiré que toda mi vida he imaginado muchas reacciones tuyas en mi cabeza. Una vez imaginé que me darías un tiro luego de saberlo; otra, que sacabas unas esposas y me llevabas tú misma a la estación como si fuera un mono de feria que vale la pena exhibir ante todos sus compañeros. Incluso llegué a pensar en la posibilidad de que tu mente se fuera a volar y terminaras internada por ahí a causa de la drogadicción o alcoholismo, por supuesto, luego de que a mí me mataran en la cárcel.

            —Tienes una imaginación jodidamente grande, deberías admitir también —se encogió de hombros—. ¿Dónde vamos?

            —Pensé que podríamos variar de restaurante, ojalá esto no ofenda la tradición Morgan de ir a comer emparedados al café Relámpago de hace décadas —no me pareció mala idea. No tenía ganas de ver al mesero ese tirarnos las cosas por la cabeza de mala gana porque su vida es mala, y aunque los emparedados y todo era religiosamente exquisito, no me haría mal una buena atención en otro lugar. Lo dejo al criterio de Dexter.

            Pensando en la imaginación de mi hermano llegué a la mía propia considerando todas las posibilidades de reacción que me relató. La primera fue algo loca, y yo ya sé que no soy la chiflada del dúo, por suerte. No le daría un tiro a Dexter ni aunque me pagaran una millonada, me presentaran al hombre de mi vida o alguna cosa así, tendría que estar muy jodida para hacerlo, en realidad, porque Dexter es parte de mí y si lo llegara a asesinar con mis propias manos sería como auto amputarme ambas piernas.

Lo de entregarle me llevó a cuando reconocimos por primera vez a su hermano en acción y se me heló la sangre al ver a otro Dexter en la foto, puedo rememorar cómo el patear las cosas no solucionaba nada pero aún así estaba demasiado furiosa como para hacer otra cosa que seguir pateándolas, y todo eso porque no quería siquiera asumirlo, además, soy una maldita poli y si resultaba que el tipo en cuestión era Dexter, me pregunté qué haría papá y bien, salió la idea de entregarle como lo correcto sin siquiera pararme a pensar un poco en medio de la ira, pero sí tuve una tarde entera para pensar antes de que el carnicero de Tamiami entrara en acción secuestrándome, y todo lo que vino después es historia sabida.

No puedo entregarte, geniecillo. Le miré pero también parecía absorto en sus pensamientos así que continué pensando mientras ponía la radio para que el silencio no se hiciera tan extraño entre ambos.

            La última posibilidad me llamó la atención, porque es algo bastante posible el que una persona pierda la cordura luego de saber que sus padres adoptaron a un muchacho asesino y lo peor: ha convivido veintipico años con él y se da cuenta cuando el mismo la intenta asesinar. Eso pinta para un trauma severo, pero Deborah primero actuó por intuición, hizo huir a su hermano de la escena y luego despertó con el tipo estrechándole la mano, cuidándola, ¿Qué más podía hacer que escucharle antes de comenzar a volverme loca? Y por escucharle decidí que no, no le diría a la justicia que alguien está haciendo mejor su trabajo que ellos mismos.

Papá me hubiera comprendido, ahí está la última pista, papá, Harry Morgan, ese poli al que tanto admiraba desde niña y aún admiro. Siento que todo lo que hago aún lo hago esperando que me bese la frente y diga que está orgulloso de mí, y con mayor razón, si creía que yo no podría comprender, aguantar o lidiar con el oscuro secreto de mi hermano, pues superé sus expectativas porque estoy a su lado, aguantando, lidiando y comprendiendo.

Darkly dreaming DeborahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora