Hoy es mi cumpleaños. Es alucinante cómo la Astrología
determina tu personalidad. Cuando aprendí lo que eran las cartas astrales,
me enteré de cuáles eran mis atributos inherentes.
5 de mayo:
• Revolucionarios.
• Talentosos.
• Inteligentes.
• Progresistas.
• Originales.
También descubrí que mi signo lunar es acuario. Creo que las
características de mi signo lunar son más acertadas.
Luna en Acuario:
• Atracción hacia la Astrología.
• Apoyo a las grandes causas.
• Fuertes ideales.
• Gran humanitarismo.
• Intereses excéntricos.
La luna y las estrellas nos conocen. Una prueba más de que todo está
conectado.
Erin y Blake van a venir a mi casa esta noche. Erin quería traer a Jason,
así que él también viene. No he invitado a nadie más. Odio las fiestas
mastodónticas, sobre todo si son en mi honor. Pensé en invitar a Danielle,
pero cuando se lo dije a Erin, me medio convenció para que no lo hiciera.
-Quizá invite a Danielle - comenté.
-Ah - respondió Erin, en ese tono que usa cuando algo la asquea.
-¿Qué pasa? -pregunté.
-Nada, es que... ¿crees que es una buena idea? Quiero decir... que
apenas nos conoce.
-Me conoce a mí.
Erin tiene problemas con Danielle. Le molesta que nos hayamos hecho
tan amigas después de que yo rompiera con el Círculo de Oro. Si hubiera
sido por Erin, nunca podría haberme ido del grupo. Danielle y diversión no son precisamente sinónimos en su diccionario mental. Así que nunca las
hago coincidir, algo con lo que Erin está completamente de acuerdo.
-No te enfades -siguió Erin-, pero es que creo que sería mejor que
estuviéramos solo nosotros cuatro. Solo te conoce a ti. ¿No crees que igual
se siente un poco desplazada?
Quizá Erin tuviera razón. Podía ser que, si invitaba a Danielle a mi
cumpleaños, se sintiera incómoda.
Así que decidí no hacerlo. Cuando me preguntó qué iba a hacer para
celebrarlo, le dije que me apetecía pasarlo sola, porque últimamente no
estaba teniendo mucho tiempo para mí. No me gusta haberle mentido, pero
es que no se me ocurría qué otra cosa decirle.
One World me organizó una fiesta durante la reunión de ayer. Danielle
hasta hizo una pancarta. Ninguno parecía enfadado porque me haya
cambiado de mesa. De hecho, con Da- nielle las cosas están un poco raras,
pero solo a la hora de la comida; el resto del tiempo está como siempre. Mi
madre ha preparado un descomunal desayuno de cumpleaños esta mañana.
Como parte de su regalo, mis padres van a pasar la noche en la ciudad hoy
para que podamos tener la casa para nosotros solos. A mí me parece que es
más bien un regalo para ellos, pero bueno. El plan es pedir comida y ver
pelis.
He estado pensando en lo que pasó el otro día a la hora del almuerzo con
lo de los códigos y he decidido no darle importancia. A Jason no le gusto.
No puedo gustarle.
Evidentemente, no fue nada.
Blake no está de acuerdo.
-¿Lo va a traer aquí?
Blake piensa que estoy loca por arriesgarme a estar en la misma
habitación que Jason en presencia de Erin y que es imposible que no se
diera cuenta de que le gusto en la competición de cometas. He intentado
explicarle que Erin no se dio cuenta porque no hay nada de lo que darse
cuenta, pero Blake cree que estoy en estado de negación. No solo de que yo
le guste a Jason, sino de que él también me gusta a mí.
-¿Pero cuál es el problema de estar en la misma habitación que él? -
digo yo.
-¿El problema? ¿En serio?
Estoy revolviendo un cajón de la cocina en el que guardamos trastos
varios, buscando los menús de comida a domicilio. Apenas los usamos porque mi madre cocina prácticamente todas las noches.
-Es obvio que le gustas -insiste Blake.
-¿Puedes dejarlo? - lo interrumpo.
-¿Me dejas terminar?
Sigo rebuscando en el cajón.
-Como iba diciendo -continúa Blake - , es obvio que le gustas. Y es
obvio que a ti te gusta él.
-¿Por qué sigues insistiendo con eso?
-¿Y tú por qué sigues negándolo?
Dejo de rebuscar.
-¿Sabes que hay gente a la que se le leen los pensamientos en la cara?
- añade Blake.
-¿Sí?
-Deberías verte cuando estás con él. Es como si estuvierais en
conexión constante.
-Solo porque dos personas conecten bien no quiere decir que se gusten.
-No. Pero vosotros os gustáis.
-¿Si es tan evidente, por qué Erin no ha dicho nada?
-Sabes perfectamente por qué. Porque vive en su propio mundo. Sí, en
su mundo de luz y color, donde solo ve lo que quiere ver.
Que Blake bromeara con cómo me miraba Jason el día que fuimos a
comer pizza es una cosa, pero que de verdad piense que esto va en serio es
otra cosa muy distinta.
Probablemente está proyectando mis buenas vibraciones en Jason. Creo
que está confundiendo el hecho de que tengamos cosas en común con la
atracción. No es lo mismo.
-¿Llevo o no llevo razón? - dice Blake.
-No estoy negando ni aceptando mis sentimientos, pero créeme: a
Jason le gusta Erin. Por eso sale con ella.
Hay muchísimas razones por las que no puedo gustarle a Jason. Pero no
puedo dejar de pensar en la lectura de manos y de cartas que me hizo la
vidente. Que tendré más de un gran amor en mi vida. Que mHínea del
destino indica que un conflicto inmenso tendrá lugar dentro de poco.
Que puede que algo nos separe a Erin y a mí.
Suena el timbre.
-¿Puedo meter la cabeza en el cajón y cerrarlo de golpe? - pregunto.
-Ahora no. Tenemos compañía.
-De acuerdo -Inspiro profundamente - . Puedo hacer esto. No es tan
grave.
-Todavía no -murmura Blake.
-¿Qué?
-Abre la puerta, nena. Haz las cosas de una en una.
-Ja, ja.
He conseguido picar a Blake con el horóscopo. Ahora lo leemos juntos
todas las semanas. Esta semana, el mío decía que tendría que enfrentarme a
un gran reto y que la manera de superarlo sería hacer las cosas de una en
una.
No sé cómo, pero consigo abrir la puerta y sonreír ante el enorme
ramillete de globos que Erin me ha traído. Consigo comportarme como si
fuera yo misma (o, por lo menos, como creo que yo misma actuaría en
condiciones normales). Pero me sigo preguntando por qué no he podido
negarlo cuando Blake me ha preguntado si me gusta Jason. Tendría que
haberle dicho que estaba equivocado. Que entre nosotros no hay nada.
Después de la cena, la tarta y una desternillante partida de Twister, Jason
y yo salimos a sentarnos en el columpio-mecedora del porche trasero
mientras Erin y Blake echan otra partida. No sé por qué nos hemos
dividido en parejas. Quizá Blake haya tenido algo que ver. Me he reído
tanto jugando que casi se me sale un pulmón del pecho. Así que he dicho
que necesitaba tomarme un descanso y Jason se ha ofrecido a venir
conmigo. Y, oportunamente, Blake ha picado a Erin para jugar de nuevo...
y aquí estamos.
El porche trasero de mi casa está un poco elevado sobre el lago. Cuando
estás en él, parece que flotara en el agua. Es un lugar realmente tranquilo.
A lo lejos se escucha Transatlanticism, de Death Cab for Cutie, a través de
una ventana abierta. Es una de las canciones que me llevaría a una isla
desierta. Death Cab son geniales.
-Me gusta esto -dice Jason.
-A mí también.
-Desde aquí se ven las vías muertas entre esos árboles de allí.
-¿El qué?
-Vías de tren abandonadas. Hay recorridos que ya no se usan, pero las
vías siguen ahí. El tren solía pasar justo por este lado del lago.
-¿Cuánto tiempo hace de eso?
-No lo sé. ¿Cincuenta años?
-¿Cómo sabes todo eso?
-Mi abuelo era ferroviario. Solíamos pasear por allí cuando yo era
pequeño, recorríamos las vías de arriba abajo. Me mostró un montón de
lugares secretos a los que ir.
-Qué guay.
Una brisa cálida sopla sobre el lago. Estas noches de mayo son
estupendas. El aire es muy agradable. Pero en julio, un viento húmedo y
sofocante te golpea en cuanto sales de la casa.
-Aún las recorro -continúa Jason-. Las vías.
-¿Sí?
-Sí. Mi abuelo solía decir que cualquier problema que tengas puede
resolverse caminando por las vías. Decía que todas las respuestas estaban
allí.
¿Acaso no sería eso perfecto? Un poquito de esa magia me vendría
genial ahora mismo.
-¿Crees que es cierto? -pregunto.
-A mí me funciona. Cada vez que no me puedo sacar algo de la cabeza,
doy un paseo por las vías. Así todo se aclara.
-Yo solía escribir un diario y me pasaba lo mismo: en cuanto escribía
mis problemas, es como si ya no fueran tan malos.
-Exacto. Una vez que lo echas todo fuera, eres libre.
Jason me comprende. Comprende incluso las cosas que no
digo.
-Igual un día puedes acompañarme - me pregunta.
-¿A dónde?
-A dar un paseo.
-Bueno... Quiero decir, quizá. No es que no quiera. Suena... suena
genial. Es solo que no estoy segura de si... pero da igual. Los paseos son
buenos.
¿Los paseos son buenos? ¿Pero cómo puedo ser tan pardilla? ¿Qué
problema hay en ir a dar un paseo? Total, da igual, porque Jason y yo ya no
iremos nunca a dar un paseo ahora que sabe que soy una imbécil total.
-¿Sigues teniendo un diario? - me pregunta.
-No. He pensado en abrirme un blog, pero creo que no va mucho
conmigo.
-¿Y qué es lo que va contigo?
-¿A qué te refieres?
-¿Cómo resuelves tus problemas?
-Ah -Hago inventario mental de las cosas que me hacen sentir mejor:
usar mis perlas de baño favoritas, investigar sobre cosas relacionadas con
el destino, plantar árboles. Aunque, por algún motivo, ninguna de mis
técnicas habituales ha surtido efecto últimamente - . La verdad es que no
los resuelvo. Mis problemas, quiero decir.
Lo de Jason y las vías es raro. Cuando era pequeña, me fascinaban los
trenes: dónde iban, qué cosas habrían visto. Me preguntaba si alguien más
los percibiría de esa manera. Hay algo en las vías de tren que me hace
sentir en el centro del universo, como si tuviera la capacidad de ir a
cualquier sitio. Desde las vías, el mundo parece un lugar lleno de
posibilidades. Así que me resulta increíble que, durante todo este tiempo,
haya habido alguien ahí fuera que se sintiera igual que yo respecto a ellas.
Y, ahora, ese alguien está justo aquí.
-Todo el mundo tiene sus trucos para afrontar dificultades - dice
Jason-. Veamos... ¿Cuándo te cabreas le das puñetazos a la pared?
-No.
-¿No? Entonces... ¿comes helado y ves pelis de chicas? -No.
-¿Estás segura?
-Sí.
-¿Tienes cosquillas?
-¡No! -chillo, porque tengo tantas cosquillas que ni siquiera resulta
divertido que me las hagan.
-Vamos a comprobarlo - Jason me hace cosquillas en un costado.
-¡Para! - me río a gritos -. ¡Para!
La puerta del porche se abre de repente.
-Hola - dice Erin.
Jason deja de hacerme cosquillas.
Yo dejo de reírme.
-Ah, hola - dice él -. Solo estábamos hablando.
-¿De qué?
La verdad es que no me acuerdo de qué estábamos hablando. Algo
relacionado con diarios y vías de tren y... ¿cómo hemos llegado a las
cosquillas?
Erin me mira.
-Pues... de cualquier cosa... - respondo yo.
-¿Qué tal el Twister? - dice Jason.
-Acabado.
Blake se asoma detrás de Erin. La levanta en brazos y la saca al porche.
-¡Bájame! - chilla ella.
-No hasta que admitas que soy el rey de los campeones del Twister de
todos los tiempos habidos y por haber.
-De acuerdo.
-Eso no suena demasiado convincente -Blake la levanta más aún.
-¡Sí, sí! ¡Eres el mejor!
-Gracias.
Blake baja a Erin.
-¡Pero has hecho trampas en la mano al amarillo! - grita Erin,
echándose a correr mientras Blake la persigue por el porche.
La atrapa y la levanta de nuevo.
-Se está haciendo tarde -le dice Erin a Jason-. Debería irme.
Me lanza una miradita cómplice. El resplandor de sus ojos parece decir:
«¿Me cuentas luego lo que te ha dicho?».
Asiento levemente. Ojalá tuviera algo bueno que contarle.
-Sí, de acuerdo -Jason se levanta.
Yo me quedo en la mecedora. Me sorprenden las pocas ganas que tengo
de que se marche.
-Entonces... -Jason dice-. Feliz cumpleaños. Gracias por invitarnos.
Ha sido divertido.
-Claro. Cuando quieras.
¿Cuándo quieras? ¿De verdad he dicho eso? Suena a invitación para que
venga y nos enrollemos o algo así.
Blake se sienta en la mecedora junto a mí después de que se vayan.
Estoy completamente obnubilada. Ni siquiera me puedo levantar.
Escuchamos el coche de Jason arrancar en el sendero de grava de la
entrada.
-¿Cómo ha ido? -me pregunta Blake.
-Ojalá lo supiera.
-¿Estás bien?
-Sí.
-¿Qué ha pasado mientras estabais fuera?
-Nada.
Estoy segura de que eso es lo que le ha parecido a Jason: que no ha
pasado nada. Ojalá yo sintiera lo mismo. Ojalá no tuviera la sensación de que ha pasado algo.N/A
Lo siento tanto soy de lo peor no he actualizado en mucho tiempo pero como recompensa mañana hare un maratón y espero ver sus comentarios y votitos❤
Besos y apapachos❤
-Morita❤
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El novio de mi mejor amiga
Novela JuvenilLani es tauro y tiene los pies muy en la tierra mientras que Erin es una leo alocada e impulsiva. Lani es una chica independiente, Erin siempre va rodeada por una camarilla de seguidoras. Sus gustos, empezando por los ingredientes de la pizza y, pas...