Me levanté de mi lugar y me estiré un poco. Que linda y larga siesta...
Me había quedado dormido mientras Cristal leía un libro y me acariciaba, adoro cuando me acaricia, se siente tan bien.
Caminé hasta el salón de la caja negra y vi a Mario durmiendo en el sillón. Yo tenía mi pelota en la boca así que lo desperté para jugar.
'Vamos Mario, juguemos'
'Déjame dormir...¡Tengo sueño!'
'Pero dormiste casi un día, ¿no quieres jugar?'
'Sueño'
'Pero...'
'Sueño, dije"
Lo dejé dormir tranquilo y salí por la puerta de atrás del patio. ¡Esperen! ¡Hoy es sábado!
Corrí hacia el patio delanteri y vi a Cristal hablando por teléfono. Una vez que terminó, me vio y me indicó que me acercara. Obedecí y ella se agachó para acariciar mi cabeza.
Le entregué la pelotita y ella sonrió.
-Hoy hagamos algo distinto, Grey- la miré esperando.
Tomó mi correa y luego de avisarle a Carla que nos iríamos un rato, me puso la correa y agarró su bicicleta.
Salimos de la casa, ella había guardado la pelota en su cartera.
Subió a la bicicleta y sin soltar mi correa dijo:
-¿Listo para correr?
Ladré emocionado y ella empezó a andar en su bicicleta, yo corría a su lado.
Me encantaba correr, tenía mucha energía y quería gastarla en algo.
Seguimos así un largo rato, hasta que llegamos a un lugar lleno de arena y creo que agua.
-Bienvenido a la playa, Grey- dijo Cristal dejando la bicicleta atada ahí.
Entramos a la playa. Al ser un día nublado, no había nadie en ella. Aquí vienen todos a refrescarse y pasar el día cuando hace calor, según Cristal.
Ahora yo si tenía calor, corrí mucho, así que cuando ella me quito la correa, salí corriendo muy rápido hasta el agua, metiéndome en ésta sin miedo. Nadé un poco y luego salí, me sacudí para secarme y me puse junto a Cristal.
Ella y yo nos sentamos en la arena, sacó una pequeña toalla de su cartera enorme y me secó un poco más. Cuando guardó nuevamente la toalla, pude ver que sacó mi pelotita.
Me levanté de mi lugar rápidamente y ella me imitó. Se puso junto a mi y lanzó la pelotita muy lejos, así que comencé a correr tras ella.
Corrí, corrí y corrí, pero el viento se llevaba la pelota y no podía alcanzarla, hasta que chocó con una rama que había caído de un medano y logré alcanzarla. La tomé con mi boca y corrí hacia Cristal.
Solté la pelota en su mano cuando ella la acercó a mi y ladré impaciente por otra vez de lo mismo.
Cristal lanzó la pelota y yo corrí nuevamente hasta alcanzarla, y así estuvimos mucho tiempo, hasta que ella se cansó de tanto lanzar la pelota y se la di para que la guardara nuevamente.
Nos quedamos sentados juntos, mirando el mar.
Esto era otra cosa que me encantaba, el mar.
Las olas vienen y parece que arrasaran con todo sólo por la fuerza con la que aparecen, pero terminan por volver a lo profundo del mar para más tarde intentar llegar hasta la orilla de nuevo. El sonido que liberan al chocar consigo mismas da placer de tan sólo escucharlo.
Se siente paz por tener esa imagen de un día lleno de nubes grises y olas bruscas chocando con ellas sólo para darte un sonido natural y luego volver a empezar.
La naturaleza es tan bonita.
Me gustaría conocer cada parte de ella, cuando nací recuerdo haber visto a la misma mariposa azul que siempre veo, ese fue mi primer vistazo de lo que es la naturaleza, y quiero ver más.
Ya vi las plantas, algunos animales, las mariposas, el mar...pero quiero más de la naturaleza.
He oído de las montañas, bosques, praderas...el campo. Siempre tienen galgos en los campos, por lo que sé. Me gustaría ir a todos esos lugares con Cristal.
Ella se levantó y me puso la correa, salimos de la playa y volvimos a casa. Mario seguía acostado, sólo que estaba recostado en el regazo de Carla mientras ella veía una película y le acariciaba el estómago. Se podía oír su ronroneo.
Acompañé a Cristal hasta la habitación y luego hasta la cocina, ella me sirvió mi comida y luego de acariciar mi espalda se puso a cocinar para la cena.
Es tan bella, tan noble y tan buena.
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Las Memorias del Perro
RandomMe llamo Grey. Mi cabello corto es pardo, soy flaco, alto y soy un galgo. Si, soy un perro pero ¡Anda! ¿Que diferencia hay entre mi forma de narrar y la de un humano? Nada. Así que ahora que me aceptas, ¿Quieres leer mis memorias?