-¿Q-Qué?-pregunta el moreno, perplejo.
-Eso, que si te quieres quedar en mi casa.
Calum duda un momento.
-¿Sabes lo que pasaría si se enteran que estoy allí, verdad?
Michael suspira, lo sabe, es un riesgo tremendo, podría incluso ir a la cárcel por secuestro. Perdería a sus amigos y familia, aunque aquello para él siempre ha sido un segundo plano. Sabe las consecuencias de lo que quiere hacer, y no siente dudas de que hacerlo es más que necesario.
-¿Quieres un lugar donde dormir o no?, ya veremos lo que hacemos después.-dice rápidamente, si el moreno accedía debían salir rápido del lugar para no ser vistos, pues la familia de Calum y la de Luke deben estar moviendo hasta montañas para encontrar al muchacho.
-E-Está bien.-responde, dejando un poco de lado la duda, esta era una de las pocas oportunidades que tendría de escapar de la calle sin ir a su casa.
Ambos se ponen de pie rápidamente, Calum comienza a recoger sus cosas, pero Michael lo toma del brazo, dirigiéndose al auto.
-¡Auch!, sé más cuidadoso.-se queja una vez adentro, acariciándose la muñeca.
-Lo siento, pero no quiero que nos vean, es peligroso.
-Lo sé.-susurra el moreno.
El camino a casa es silencioso, ambos bajan del auto y Michael guía a Calum hasta la puerta de lo que sería ahora su habitación.
-No es mucho, pero es lo que puedo ofrecerte.-se disculpa, aunque la habitación en realidad era bastante grande, tenía un ropero, una cama matrimonial y una televisión con cable.
-Está bien.-dice el moreno simplemente, aunque la habitación era como dos veces su habitación normal.
-Acomoda tus cosas.-dice el teñido con una sonrisa, para luego dirigirse a la sala de estar, la cual había evitado al llegar, pues era un verdadero desastre.
Michael se dedica a ordenar todo con rapidez, apagar y guardar monitores, cuadernos de notas, ocultar todo y botar la basura, pilas de latas de cerveza y cajas de pizza, además de lavar la loza sucia. Una vez que termina, se dirige a la habitación de Calum, golpeando la puerta varias veces, siendo recibido por un chico sin maquillaje de base, algo adormilado, un poco despeinado, con un par de shorts y una camiseta color rosa pastel.
-Lo siento.-dice el moreno, rascando su ojo derecho con el dorso de su mano.-Me quedé dormido.
-Oh, lamento despertarte, sólo venía a preguntarte si tenías hambre.
Y era entendible la pregunta, había traído a Calum a eso de las tres de la tarde y ya eran un poco pasado las siete.
-Ahora que lo dices.-dice el moreno en un bostezo.-Me gustaría comer algo.
Michael sonríe, inconscientemente, Calum en ese estado se le hacía bastante tierno.
-¿Y qué quieres comer?.-pregunta amable.
-¿Qué preparaste?
El rostro del teñido queda en shock.
-¿Preparar?-pregunta, confundido.
-Ya sabes, ¿qué cocinaste?
Michael ríe.
-Yo no cocino.-explica.-Creí que pediríamos algo.
-Oh.-Calum dice con un tono entre sorpresivo y asqueado.
-¿Te molesta?
-N-No, ¿qué quieres pedir?
-¿Una pizza?-propone el teñido.
-Mmm...-el moreno no luce convencido.-¿Te gusta el sushi?.-pregunta de repente.
-¿El su- qué?-Michael luce confundido.
Calum muerde su labio, entusiasmado.
-¡Pidamos sushi!, ¡te va a encantar!
El teñido rueda los ojos, no quería ser descortés con el chico.
-Está bien.
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