Michael se extraña, estaba preparado para ver como todos los días la ya conocida rutina de Calum, pero en vez de eso, se encuentra con que el moreno no pasa a comprar frutos secos, no va la escuela, y no se dirige a ninguno de los lugares acostumbrados. Comienza a pensar, intentar sacar conclusiones, hasta que su teléfono suena.
Observa algo extrañado la pantalla del celular.
-¿Hola?
-¡Mike!, lamento molestarte pero es una emergencia.-la voz de Andrew suena preocupada.
-¿Qué sucede?
-Es Calum, el amigo de Luke, está desaparecido, si sabes algo por favor llámame.
-S-Sí, claro, apenas sepa algo te aviso.-responde antes de cortar la llamada.
Suspira, guardando el teléfono.
-Dónde te habrás metido.-susurra.
. . . . .
El teñido maneja su auto, recorriendo el camino con sus profundos ojos verdes, buscando señales del moreno, en bares, en cafeterías, en plazas, hasta que una imagen llama su atención. Estaciona el auto, sin prisa, se acerca al cuerpo que duerme apoyado en un árbol abrazándose a sí mismo. Se saca la chaqueta mientras se agacha, cubriendo las desabrigadas piernas de Calum, provocando que éste se estremezca, abriendo los ojos lentamente.
-¡¿Qu-Qué haces aquí?!.-pregunta una vez que reacciona, pegando su espalda al árbol, mostrando susto en su rostro.
-Todos están buscándote.-Michael toma asiento cerca del moreno.
-No me interesa, y no debería interesarte a ti tampoco.
-Sólo quiero ayudar-
-Estoy bien.-interrumpe, cruzándose de brazos.
-¿Bien? ¿durmiendo en una plaza?
-Sí, mejor que en casa.
-¿Por qué estarías mejor aquí que en casa?.-inquiere Michael, directamente, sin tomarse el tiempo de pensar en sus preguntas.
Calum bufa.
-Sólo vete, por favor.
-No puedo dejarte aquí.
-¿¡Por qué?!.-el chico se altera.
-¡Porque hay mucha gente preocupada por ti!
-Ya es tarde para preocuparse. Déjame solo.-el moreno habla para cruzarse de brazos y despegar la mirada del teñido.
Michael no sabe qué hacer, debía comenzar nuevamente, debía convencer a Calum de que fuera a un lugar seguro, allí podría pasarle cualquier cosa, y el teñido no quería que le ocurriera nada al poseedor de las respuestas a la muerte de Luke.
Michael suspira.
-¿Has comido algo?
-Sí.-miente rápidamente, sin mirar al teñido.
La verdad era que Calum no comía desde hace tres días, tenía hambre, sed y necesitaba dedicarse a su aseo personal, a lavar sus faldas, pero no quería admitirlo, aún no confiaba lo suficiente en Michael.
-Hey.-el teñido llama.
El moreno se gira, siendo atravesado por unos protectores ojos verdes.
-¿Qué?.-se limita a preguntar.
Michael toma con suavidad el mentón de Calum, era su última opción, necesitaba sacar al moreno de allí, y a estas alturas estaba dispuesto a todo.
-De verdad estoy preocupado por ti.-comienza, hablando en voz baja, cuidadosamente, pensando las palabras, no quería asustar al menor.-No puedes seguir así, pasando frío, hambre.
-Mike, de verdad no quiero ir a casa.-Calum susurra, con ojos humedecidos, casi suplicando.
-No es eso.-el teñido dice rápidamente.
-¿Entonces?.-el moreno se extraña.
-¿Te quedarías en mi casa?.-propone.
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como cuando pasan mil años sin actualizar y vuelves como si nada, jiji