Capítulo 4: Matrimonio

8K 949 252
                                    

El rostro de Sasuke era de completo asombro. No podía creerse que le hubieran comprometido con aquel chico rubio de mirada inocente y que apenas sabía cómo comportarse en su presencia. Si no hubiera dicho aquella frase mágica de que era su futuro esposo, ese chico ya no sería virgen, habría sido capaz de habérselo tirado allí mismo contra el muro o en el césped, pero no... tenían que jugar con él y haber puesto a un chico tan excitante como su esposo.

Sasuke miró hacia el pasillo de piedra donde estaba su hermano sonriendo y entendió claramente que le estaba retando. Por su orgullo de Uchiha que él lo que decía lo cumplía y no iba a tocar a ese chico por excitante que fuera. Si su hermano se creía que iba a rendirse tan fácilmente estaba equivocado, él no se vendía.

Sabía perfectamente las normas, un matrimonio en su status social siempre era por intereses y conveniencias. Sabía que algo había tras todo esto para que Itachi no se hubiera casado con él y le hubieran metido el problema a él.

- ¿Ocurre algo, mi señor? – preguntó Naruto sorprendido de su reacción.

- Eh... tengo que hablar con el consejo. Aguanta esto y no te cortes, ¿quieres? – le dijo dándole la espada y marchándose de allí.

Naruto se quedó atónito. ¿Cómo que no se cortase? ¿Quién se creía ese idiota que era él? Sabía luchar, se había criado con soldados y no era una damisela en apuros. ¿Le había tratado como a una? Suspiró resignado y se marchó de allí hacia uno de los bancos del jardín sentándose.

- ¿Estás bien, Naruto? – preguntó Kakashi acercándose a él.

- Si... No. ¿Ese niñato me ha tratado como una chica que no sabe hacer nada? – preguntó frustrado – Ni que no pudiera sujetar una espada. Cretino – dijo susurrando y Kakashi sonrió.

- Bueno, las mujeres de la corte no suelen aprender el arte de la espada, se le habrá escapado el detalle que no eres como ellas.

- Ya veo... sigue sentándome mal – dijo Naruto frustrado – me ha tratado como a un debilucho.

- Paciencia, Naruto. Acuérdate que estás aquí por un motivo.

- Sí, el heredero y recuperar mi reino. Pero, Kakashi... no lo entiendo. ¿Por qué necesito ese heredero? Yo sólo quiero recuperar mi reino y a la fuerza puedo hacerlo.

- Nadie luchará por ti en este reino, Naruto, por mucha alianza que haya. Sasuke es un príncipe pero no tiene tierras, son todas de su hermano. A menos que su hermano muriera él no heredará nada de todo lo que ves. Si tienes un hijo de él, seguro que luchará por dejarle algo a su hijo... tu reino.

- Pero el reino será suyo y no mío.

- Estáis casados, será de ambos por eso tienes que aprender a manipularle desde las sombras, Naruto. Muchas batallas no se ganan en el campo de batalla.

- ¿Ah, no? ¿Y dónde?

- En la cama. Convéncele de tus ideas, hará lo que tú le aconsejes si consigues embaucarle.

- Eso va a ser complicado.

- Nadie ha dicho que sea fácil. Sé su sombra y literalmente... "Cómele la oreja dándole tus ideas hasta que las haga", puedes conseguir lo que quieras si le tienes de tu parte.

Sasuke caminaba con paso rápido hacia la cámara del consejo real seguido por Itachi que sonreía con picardía por todo lo que había visto hasta ahora. Al menos Naruto le había salido un chico formal y educado. Era exactamente la clase de chicos que volvían loco a su hermano, esos inocentes a los que él podía enseñarles lo que quisiera en la cama.

Reemplazando a mi hermana (Naruto: Sasu-Naru, Ita-Dei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora