Capítulo 24: Obsesiones

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Orochimaru se había quedado paralizado ante la situación. No sabía qué pensar de todo aquello. Sabía que Deidara era un chico inteligente, que tarde o temprano se acabaría enterando de todo pero estaba allí con aquella mirada inocente de siempre, seguía siendo el chico del que se había enamorado. No quería creer que le hubiera podido traicionar de ninguna de las formas y mucho menos podía creer que estuviera embarazado de Itachi tal y como decía Pain. Miró a Deidara y luego cayó en algo de más importancia aún.

- ¿Le llevaste al Reino del fuego? – preguntó Orochimaru.

- Tenía que firmar la alianza con ellos.

- ¿Y no se te pasó por la cabeza que sería un mal plan?

Orochimaru no podía aún creerse que su sobrino hubiera paseado a un Namikaze por dos reinos. Pudo haberse enterado en cualquier momento de quién era y sobre todo, pudo haber reconocido a Itachi. Quizá su sobrino no sabía que ambos se conocían, pero desde luego él sí lo sabía y podía ser un buen motivo para que Itachi estuviera entrando en la ciudad de la lluvia, había reconocido a Deidara y venía a por él.

- Serás idiota – le dijo Orochimaru hacia Pain luego miró a Deidara - ¿Es de Itachi o de Pain? – preguntó ahora Orochimaru hacia Deidara pero éste permaneció en silencio – no hace falta que me respondas. No pudiste dejar a tu esposa embarazada y tampoco a Deidara, es increíble.

- No puede seguir vivo, lleva al heredero del trono del fuego – le dijo Pain mirando hacia Deidara y caminando hacia él desenvainando la espada.

Deidara echó unos pasos hacia atrás viendo como venía Pain directo a por él y colocó las manos para defenderse de aquella espada que le mataría sin dudarlo. Cerró los ojos esperando el golpe aunque no llegó. Lo que sí escuchó fue el ruido metálico de dos espadas golpeando y al abrir los ojos, se encontró con que Orochimaru estaba delante de él bloqueando la espada de Pain con la suya.

- Ni se te ocurra tocarle.

- Lleva el hijo de Itachi en su vientre, no pueden quedar vivos.

- Pero eso es tu culpa, te lo ofrecí y tú no supiste aprovecharlo. Preferiste ir al País del fuego y llevarlo contigo, fuiste tú quién le descuidó para que pudiera irse con Itachi. Eso jamás me ocurrió a mí.

- Tú sólo le tenías encerrado.

- Le tenía a salvo de todo y de todos.

- Estás demasiado ciego por él, tienes que matarle.

- No pienso hacerlo.

- Ese chico te ha trastornado. Jamás te querrá, está deseando marcharse con Itachi. Mátalo ahora que puedes.

- ¿Y quedarme sin él? Eso jamás pasará. No tengo problema, puedo volver a encerrarle en la torre del País del Viento.

- ¿Y el crío? ¿Qué harás con ese niño? Si se escapase sería un gran problema, sería el heredero del fuego, el hijo de Itachi. Se marcharía con su padre.

- Puedo criarlo como si fuera mío, ponerle en contra de Itachi y quizá, hasta me salga bien y pueda derrotar a Itachi cuando su hijo le traicione – sonrió Orochimaru.

- No vas a quedarte mi Reino, ni podrás conquistar el del Fuego.

- Eso ya lo veremos – comentó Orochimaru con una sonrisa perversa.

Pain movió la espada apartando la de Orochimaru y con un rápido movimiento, cogió a Deidara llevándoselo de allí. En su precipitada huida, Konan que estaba en medio intentó apartarse, por suerte, Hidan la alejó antes de que Pain pudiera hacerle daño a ella o a ese niño.

Reemplazando a mi hermana (Naruto: Sasu-Naru, Ita-Dei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora