Capítulo 9: Engaños

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Naruto se despertó completamente solo en su habitación. Llevó su mano hasta su frente y se golpeó suavemente con ella dándose cuenta que seguía sin avanzar con su supuesto esposo. Empezaba a darle vueltas al asunto de si realmente eran un matrimonio, no habían intimado ni una vez, no habían consolidado ese matrimonio, todo era una farsa o al menos Naruto lo veía de esa forma.

Él mismo le había dicho que jamás se acercase a su dormitorio a menos que quisiera acercarse a él con seriedad, ahora se arrepentía un poco de haberlo dicho. Sasuke no se acercaría a él de forma voluntaria. Necesitaba que se acercase a él pero no sabía cómo conseguirlo. Al salir de la habitación ya vestido, se encontró con Kakashi en una de las esquinas esperándome para escoltarle hasta el gran comedor.

- Lo siento – comentó Naruto – ayer no estaba de humor.

- Lo entiendo. Todo lo que estás viviendo es muy nuevo para ti, pero la solución no está en que tú mismo alejes a ese chico de ti.

- No sé cómo llamar su atención. ¿Tengo que retarle a un combate o algo para que me tenga en cuenta?

- Ni se te ocurra – dijo Kakashi – lo que más odian los Uchiha es ser derrotados, olvídate de intentar ser mejor que él.

- ¿Y si me reta a algo?

- Finge que no sabes – comentó Kakashi – se creerá superior, no te hará preguntas y puede que si te ve más inocente de lo que en realidad eres, podría sentirse atraído por ti.

Naruto resopló, ahora encima le tocaba fingir ser un inútil. Kakashi sonrió siguiéndole por el pasillo de cerca.

- Sé que no te gusta todo esto – comentó Kakashi.

- Yo no soy un inútil.

- Y cuando hayas metido a Sasuke en tu cama se lo demostrarás, hasta entonces... sólo serán unos días.

- De acuerdo.

Entraron los dos en el gran salón, sólo Itachi estaba allí sentado con sus guardaespaldas tras él. Saludó a Naruto y éste hizo una leve reverencia antes de ocupar su sitio de la última vez. Su esposo aún no había aparecido y al ver Itachi lo solo que entraba Naruto, supo enseguida que Sasuke seguía sin entrar por el lecho conyugal. Sasuke esa mañana no llegó y desayunaron solos Itachi y Naruto observándose en un tenso silencio de vez en cuando.

Naruto no estaba acostumbrado a tomar vino, a cada sorbo un nuevo gesto se dibujaba en su armónico rostro intentando acostumbrarse a aquel sabor. Itachi no pudo evitar sonreír y mandó que trajeran agua, desde luego Naruto no estaba nada acostumbrado al vino. Aquel chico rubio vio cómo le cambiaban el vaso por otro con agua y miró a Itachi que le sonreía desde el otro extremo de la mesa.

- Gracias – comentó sonrojado.

- De nada. La próxima vez pídelo. No te tomes algo a disgusto.

- De acuerdo – comentó Naruto con una leve sonrisa.

Tras terminar su desayuno, Naruto salió de allí cabizbajo, pensando cómo conseguiría que su esposo entrase de una maldita vez en su cama. Caminaba por el último pasillo hacia el patio cuando escuchó mucho ruido en él. Se acercó para ver cómo Sasuke había invitado a algunos amigos suyos y estaban disparando sus arcos a una diana en el otro extremo del patio. Se quedó unos segundos observando hasta que uno de los amigos se dio cuenta que estaba tras ellos y se ruborizó llamando al siguiente amigo y éste al siguiente hasta llegar a Sasuke.

Sasuke se giró viendo a su esposo allí en el pasillo y sonrió. Sinceramente... Naruto esperaba encontrárselo teniendo sexo con algún criado, no esperaba verle allí levantado "jugando" a lanzar flechas a una diana. Sus ojos se centraron en la diana del fondo. Él habría podido acertar hasta con los ojos cerrados pero se mantuvo allí inmóvil.

Reemplazando a mi hermana (Naruto: Sasu-Naru, Ita-Dei)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora