Ver a Naruto flirteando como una vulgar mujerzuela con sus guardias fue algo que no le gustó en absoluto a Sasuke. Jamás esperó que su esposo pudiera hacer algo semejante. Desde que le vio la primera vez en su castillo, pensó que era un chico culto, refinado, independiente por haberse criado entre soldados pero a la vez, dulce y agradable, un chico tierno que no sucumbiría a sus bajos instintos, ahora veía que se equivocaba con ese chico. Era como cualquier otro, un adolescente buscando únicamente placer y sucumbiendo a sus deseos carnales.
Enfadado como estaba, le siguió hasta que le vio detenido junto a una esquina del pasillo. Se dirigió hacia él en cuanto le vio salir y le cogió de la muñeca sin percatarse en nada más. Ni siquiera le interesaba lo que Naruto mirase en el otro pasillo. Aún así, cuando Sasuke cruzó hacia su cuarto, no pudo evitar echar un vistazo en la dirección en la que Naruto estaba mirando, no había nadie, tan sólo un pasillo vacío y solitario.
Le arrastró tras él hasta conducirlo a su dormitorio y le empujó con cierta fuerza hasta tirarle al suelo. Estaba harto de la situación. Había intentado enamorar a su esposo, había intentado tener paciencia sabiendo que era virgen, le había dejado espacio para que se acostumbrase a su nueva vida, hasta había dejado de follarse a lo primero que veía motivado y soñando estar un día con su esposo, el día que él decidiese dar una oportunidad a ese matrimonio concertado, ahora la paciencia de Sasuke había llegado a su límite. No soportaba en absoluto que su esposo fuera a comportarse como una golfa insinuándose al primero que viera.
Se tumbó sobre el cuerpo de Naruto y no le permitió tan siquiera ni hablar. No quería escuchar sus excusas para hacer lo que había hecho. Estaba cansado de que su esposo sólo sintiera la obligación sobre sus hombros y no pudiera comprender que él no quería forzarle, si eso es lo que de verdad quería aquel chico rubio, eso tendría.
Al principio, Sasuke sentía cómo Naruto trataba de soltarse de su agarre, cómo luchaba contra él pero finalmente, aquel chico acabó rindiéndose, sabía lo que le esperaba y era lo que había estado buscando y forzando. Sasuke sonrió triunfante por un segundo hasta que abrió los ojos viendo cómo aquel chico lloraba frente a él. Eso no se lo esperaba. Por un momento supo que pese a estar buscándole, ese chico aún tenía miedo, era su primera vez. En aquel preciso segundo en que todo encajaba en su mente, Sasuke se detuvo apartándose de encima de Naruto para ir hacia uno de los espejos de la habitación. Ni siquiera se reconocía en el espejo, él no era así, no le gustaba forzar a nadie y menos al que debía enamorar.
- Lo siento - se sorprendió Naruto al escucharle - No debí dejarme llevar por la ira.
- Pero... - dijo Naruto - Quiero que lo hagas de una vez - le gritó.
- No quiero forzarte - le gritó Sasuke - ¿Es que no me entiendes?
Naruto se sorprendió de aquello abriendo los ojos unos segundos antes de agachar su mirada al suelo. Su ropa aún estaba medio destrozada y pese a ello, le dio igual, se quedó allí sentado en el suelo sin poder levantar la mirada hacia Sasuke.
- ¿Por qué no me tocas? - preguntó Naruto en susurro.
- ¿Odias a Pain? - le preguntó Sasuke bajando el tono de su voz aún mirándose en el espejo.
- Sí - dijo Naruto con odio.
- ¿Por qué? - preguntó Sasuke.
- Porque le hace daño a mi hermano, le está humillando, le hace lo que quiere cuando le da la gana - dijo con rabia.
- Si yo te tomase ahora a la fuerza. ¿En qué me diferenciaría de él? ¿Me odiarías?
Naruto abrió los ojos al entenderlo, en aquel momento entendía a su esposo y se arrepintió de lo que había tratado de hacer.
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Reemplazando a mi hermana (Naruto: Sasu-Naru, Ita-Dei)
FanficLa familia Namikaze ha caído junto a su ciudad. Dos niños escaparon y uno desapareció en aquella sublevación. Al cumplir la mayoría de edad, Naruto decide sacrificarse por su hermana y contraer matrimonio con el príncipe Sasuke Uchiha, un mujeriego...