2. Vienes de un lugar lejano.

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Ella me saludó y luego se sentó en una silla junto a la cama. Yo seguía en silencio observándola, lucía un atuendo extraño pero diferente a la mujer que se hacía llamar doctora Lynn.

-¿Cómo estás? -Me dijo ella.

Asentí, no podía dejar de mirarla. Ella sonrió.

-¿Qué pasa? ¿Tengo algo en el rostro?
-No. -Dije en un susurro. -Bueno... sí. ¿Qué es...? -Señalé a sus ojos.
-¿Ésto? -Ella se quitó lo que cubría sus ojos y luego sonrió. -Son... lentes. -Miré a sus ojos, eran hermosos, no podía decifrar su color.
-¿Cuál es tu nombre? -Le dije.
-Oh, lo siento, soy algo distraída, soy Margaret Collins, mucho gusto.

Vi que ella me extendió la mano. La miré sin saber que hacer luego ella la apartó tímidamente.

-¿Cuál es tú nombre? -Me dijo pero por más que deseaba saber no lo recordé.
-No lo sé, no recuerdo nada.
-Eso es terrible.
-Sí. -Fruncí el ceño y ella me veía curiosa.
-¿Tienes familia? O ¿Alguien a quién pueda llamar? ¿Esposa, hijos, hermanos?
-¿Hermano? -Hubo momento en que no podía entender pero sabía que esa palabra significaba algo para mí.
-No recuerdas nada ¿cierto?

Negué con la cabeza y miré su sonrisa.

-Bien, sólo quería saber que estabas bien, me preocupé mucho cuando te encontré tirado en el suelo todo mal herido. Adam me dijo que no sobrevivirías.
-¿Adam?
-Mi compañero de apartamento. Es un chico muy simpático. Debes buscar un nombre mientras recuerdas uno, yo por el momento debo ir a clases. La Universidad está como a veinte calles. Espero que te mejores pronto.
-¡Espera! ¿Volverás?

Ella sonrió.

-Si tú quieres.

Asentí y luego le di una sonrisa. Ella caminó a la puerta y salió. Por alguna razón me hacía sentir tranquilo, era muy extraño todo, incluyéndola.

***

-¿Cómo está la madre Teresa de Calcutta?
-Oye, no te burles, Adi.
-Es una simple broma, Maggy. ¿Cómo está el hombre apuesto?
-Bien, ya tenía un poco de color en sus mejillas.
-¿Y cómo estuvo tu clase con el hippie de tu profesor?
-Fantástica, hizo llorar a más de uno con su aroma.
-¡Oh Dios! Está empeorando.
-Sí, estoy a tres semanas de terminar mi semestre, estaré bien.
-Y cuéntame ¿Cómo se llama el hombre disfrazado de gótico?
-Ni idea, perdió la memoria, nadie lo reclama aún.
-¿Y tu quieres reclamarlo?
-Adi, no me gusta el hombre, bueno... tiene lindos ojos y una sonrisa muy...
-¿Aterradora?
-¿Por qué iba a ser aterrador? De hecho se ve muy tierno.
-Sólo un asesino en serie andaría dagas en su ropa.
-¿Que tal un agente de la CIA?
-No.
-¿El S.W.A.T.?
-¿Qué tal el vengador del más allá?
-Adi...
-Sé de una página en la web donde puedes encontrar los hombres más buscados, voy a entrar y voy a buscar a ese gótico.
-Hazlo, yo alimentaré a Teo, por cierto ¿lo has visto?
-Lo vi salir por la ventana antes de que entraras.
-Ese gato callejero.
-Deberías castrarlo. Así se convertiría en un gato gordo y vago.
-Sí, así te haría compañía.
-No tengo la culpa de trabajar en casa.
-Tengo que estudiar te veo en la cena.
-Hoy te toca la cena a ti.
-Pediré pizza.
-Y luego dices que estoy gordo.

***

-¡Maggy!
-¿Sí?
-¡Maggy! Ven aquí, esto... esto no puede...
-No grites, aquí estoy.
-Mira.
-¿Quién...?
-No creí que fuera tan fácil encontrarlo pero... mira ¿a quién se te parece?
-Adam, esto no puede ser posible, debemos hacer algo.
-Maggy...
-Lo matarán si se enteran.
-Ese no es nuestro problema.
-Perdió la memoria.
-¿Y qué? Asesinó a cientos de personas.
-Adi, quizá ya cambió. O tal vez se escapó de su celda y lo están buscando. Puede haber una recompensa.
-Tu no necesitas dinero.
-Lo sé.
-¿Por qué quieres ayudarlo?
-No lo sé. Es sólo que...
-Te recuerda a Russell ¿cierto?
-No.
-¿Entonces?
-¿Puedes ayudarme?

Mi nombre es LokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora