El otro día vi un programa francés sobre los estándares de belleza y lo que la gente hace por tratar de alcanzarlos.
Uno solo puede opinar: Que gente tan más idiota y sin cerebro.
Por supuesto, la mujer con severo síndrome de idiotez por bajar de peso mediante el bypass(*) sin alcanzar el peso y que estuvo a las puertas de la muerte por ese momento de "Deseo ser delgada" o la mujer que no acepta su color de piel y decide ser pálida a toda costa usando cremas con productos cancerígenos ilegales en el país, y que hay de ese hombre que desea ganar más masa muscular que un superhéroe de cómic, tomando productos que podrían matarlo en cualquier segundo.
Al leer esto, o verlo, uno piensa que la gente de hoy en día realmente tiene mierda en lugar de cerebro, pero... ¿nosotros que hemos hecho por seguir esos estándares de belleza que marca la sociedad?
¿Dejar de comer?
¿Tomar esos laxantes que anuncian por TV?
¿Quemarse el cabello?
¿Usar lentes de contacto de color?
¿O... apretarse el vientre hasta verse delgada?
Pienso que todos tratamos de seguir esos estándares a nuestra manera, siendo demasiado imbéciles a veces. Pero ¿Quién tiene la culpa? Definitivamente no la sociedad.
Es más rápido y caro un bypass que comer frutas y verduras, y hacer ejercicio media hora al día. Pocos lo hacen de verdad.
La belleza lo es todo, la vida... Tal vez no tanto.
Ese hombre dijo algo importante y cierto.
"Nunca estoy satisfecho con nada, siempre quiero más y más, llegar a ser como mis ídolos por lo que puedo decidir cómo morir."
Tiene mucha razón.
¿Mi manera de morir?
Definitivamente comiendo helado y golosinas. ♥
(*) bypass: es una operación solo para personas con obesidad, tienes que tener más de 100kg para que te puedan intervenir. Reducen tu estómago al 90% y lo unen al intestino. Comes hasta diez veces menos de lo normal. Con consecuencias de hemorragias internas y sangrados. Pero bajas 40kg en un mes, quizás hasta más.
K. V.
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Cigarretes & Coffee
Teen Fiction«La vida de nosotros se mide, más que en años, en las acciones que hacemos. Dime... tú, ¿Qué haz hecho por ser inmortal?»