Ley y Justicia (Editando)

Capitulo 1

Salí del agua hacia la superficie, y lo que vi, me sigue atormentando cada doloroso recuerdo de ello... 

El agua de río en el que me había sumergido era sangre, yo estaba cubierto por este liquido rojo, por lo cual se sentia un asqueroso olor a moribundo que me dieron ganas de vomitar; los arboles eran huesos, las hojas eran pedazos de piel cortada en pedazos pequeños con manchones negros de podrido y rojos de heridos... mi hermana Christina estaba parada en la arena con piedras en punta, que al pisarlas te duele el pie entero como si algo te lo atravesara. Ella me miro con un rostro desfigurado al cual se le veían los huesos interiores, la piel caída, la ropa desgastada y quebrada. Me miro y me dijo:

-Ayúdame-me hablo con voz ronca y a la vez fina como si rasparan un cuchillo en un plato o una tiza en una pizarra, llegaron a dolerme hasta los oídos. Le iba a hablar, pero en el momento que quise vocalizar, todo se desvaneció, y quedó en absoluta oscuridad y silencio. Una imagen que todavía no puedo borrar de mi cabeza...

Afortunadamente era un sueño pero uno no muy agradable y nada reconfortante. Cuando abrí los ojos, recordé que ella no estaba a mi lado, como cuando éramos niños, cuando yo la abrazaba a mi lado para protegerla de la oscuridad, para ser su héroe, para expresarle mi cariño, para expresarle que lo daba todo por ella. Ella era muy hermosa, ni siquiera sé si una persona tan bella podía ser digna de un hermano tan cariñoso. Era de piel clara, cabello rubio claro un poco enrulado, ojos celestes, cuerpo fino y delgado. Siempre su contextura física fue flaca y no muy ala, por lo mismo que ella salio idéntica a nuestra madre

Cuando parpadee tres veces, me acomodé para lograr sentarme en mi cama, mire el suelo, pero la verdad me quede pensando en qué carajo significaba esa serie de imágenes. Pero en dos segundos mi mente se perdió tratando de ignorar esa horrible imagen y remplazandola por otra; ella bailaba una danza folclórica de nuestra región, movía sus pies de un lado a otro con una enorme coordinación, mama y papa la estaban viendo, yo la filmaba, esa pequeña niña de no mas de 5 años ya era una experta bailando, danzaba preciosamente con sus 3 amigas, todas formando un circulo y moviendo sus cuerpos pequeños entrelazados. Adoraba ver feliz a mi hermana, era una de las cosas que me ponían tan feliz que la sonrisa se me quedaría clavada por un par de días.

Unos segundos después llego Alex, mi mejor amigo, una persona que estuvo conmigo en las buenas y en las malas, que me apoyo cuando más lo necesite, una persona confiable.

Alex era de piel oscura, cabello negro, y ojos negros, su cuerpo era grueso con muchas cicatrices que le habían hecho cuando muchas veces lo torturaron para examinarlo en la ciudad que antiguamente fue Paris, que ahora se llamaba Golden Future(Futuro de Oro), esta ciudad nombrada asi por el mismo Anthony Johansson, este tipo le puso ese nombre a la ciudad solo para aparentarla mas genial y que su nobre daria el significado de un buen futuro (lo que claramente era una gran mentira). Quien en la ciudad lo veían como líder, una persona buena y generosa, pero nosotros los que el mismo abandono y  nos arrojó al Vacío, por no respetar las leyes, por intentos de liquidarlo, por intentos de expresión propia. Pero eso no es ni la mitad de lo que nos ha hecho sufrir, no or dejarnos abandonados, sino porque nuestras familias y personas que amábamos, él les quitó la vida en instantes, lo peor es que en algunos casos, nos hacía verlos... Ese tipo era un dictador directamente, pero que complacía a la gente, les daba todo para satisfacerlos, y si te salías del orden era ahí cuando te llevaban a la azotea y con el calor del sol calentaban una pieza de metal que decía: Threat ("Amenaza" en inglés) y te la implantaban en la piel, en cualquier lado, la palabra era pequeña, tampoco era que en tu cuerpo estaba tatuado la palabra en letras gigantes, pero era de un tamaño normal. Asi era como funcionaba nuestro mundo, tantas guerras, tanto odio, terminamos pagando duro por aquellos problemas que crearon los siglos anteriores.