Capitulo 5

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Estaba atardeciéndose y Emma no paraba de moverse por lo inquieta que estaba, trate de agarrarle los brazos pero no pude sostenerla más... Ella dormía en una cama de acolchados doble por la helada que cayo esa noche, tapada hasta arriba se columpiaba de un lado a otro sobre la litera como si algo la inquietara arduamente. Solo me detenía y la miraba fijamente pensando en que podría hacer, tuve que dejar pasar una etapa de mi vida, mejor dicho la saltee porque jamas la viví, tuve que madurar muy joven para poder sobrevivir. Nadie puede vivir asi.

Abrió los ojos

-Hay Dios mío, discúlpame- dijo cuándo se sentó en la litera y al terminar su frase, se marchó rápidamente al baño casi pegando un brinco y dejando todas las sabanas y acolchados completamente desparramados y aplastados en la zona donde estaba su cuerpo. No me percate que cuando ella partió hacia el baño, unas lagrimas se resbalaban sobre sus mejillas pálidas y sus ojos se humedecían inundándose de agua en los parpados.

***

Pasaron 2 horas y ella no salía del baño, yo aposte a que seguro se había quedado dormida porque no escuchaba ningún sonido proveniente de ahí, así que no halle otra manera que recostarme en el sillón y dormir... Me pareció extraña la forma en la que actué, normalmente soy muy preocupado e intruso, jamas soy de dejar algo como esta, y aunque lo pareciera, en mi mente las cosas no paran de descifrar cada movimiento y mínima palabra que ocurren.

Me dormí.

***

Comencé a abrir mis ojos, solo había dormido 20 minutos según el la posición de la luna la cual ya estaba casi cerca de bajar, fui al baño y la escuché llorando. Mis sentidos se activaron, si esa chica llegaba a salir de ahí muda, le habrían llovido miles de preguntas 

-Emma...

-Lárgate, quiero estar sola...- dijo entre llanto. Aun no salia, mi paciencia comenzaba a colmarse.

-Te espero aquí afuera...- me senté en un sillón sin ningún intento por forzar la puerta ni nada de eso porque sino a mi me lloverían, y no preguntas, insultos o golpes. De una vez por todas la vi salir...

Ella estaba realmente hermosa, con una remera de clase fina musculosa blanca, una calza de jeans negros... Su cabello negro estaba lacio y rizado en las puntas (como siempre pero ahora mejor); como si se hubiera duchado por una vez en meses, lo cual es extraño porque se había bañado hace solo dos días... Su piel blanca estaba tan clara que parecía un diamante, sus ojos verdes estaban de color casi esmeralda, y su cuerpo fino y delgado parecía como si nunca la hubiera visto tan hermosa. Salió del baño con la toalla en la mano izquierda y con una mirada directa hacia mí.

-¿Qué?- me pregunto con tono rudo, pues ya sabía que ella había vuelto a ser la misma de antes. Pero se recupero rápidamente, ella es así, es el momento y después continua lo mas normal posible, tratando de ocultar algo que tontamente siempre da a conocer.

-¿Qué te ocurrió? Te despertaste fuiste al baño, luego te quedaste dormida "creo" y me echaste...

-Lo siento, perdón si te largue de ahí, no quise... quería estar sola, y como había tenido una pesadilla, no quiero que me interrogues- dijo moviendo el dedo indice de un lado a otro-, solo yo te puedo hacer hablar a las personas, pero tú a mí no. Y ademas no me quede dormida ¿, me di una ducha que es completamente diferente, imbécil. Ahora cierra la boca y ve a dormir.

-Y ahí está el tono mandón de siempre, sabes que me preocupo por ti, no es por maldad pero quiero saber que te ocurrió...

-Soñé con mi hermana- me interrumpió mientras se quedaba perdida su mirada en el interesante suelo, pero sabía que ella ahora no estaba jugando, cuando nombraba a su hermana, ya era tema serio-, vi una serie de imágenes, estaba Anthony, mi hermana con su rostro en el agua, lanzando burbujas por la respiración,  mi papa estaba ahi, al lado mio llorando y golpeando el vidrio, mientras que Anthony se reía con una desquiciada y magnate risa, mientras ella luchaba sacudiendo sus brazos de un lado a otro, y yo veía como perdía la vida de a poco...- en el instante la abrase y le di un beso en la mejilla tan fuerte que le deje marcado un poco por la fuerza con lo que lo hice para calmarla, estaba soltando lagrimas sin parar, la abrase con todas mis fuerzas, sin soltarla, ella me abrazaba con una enorme fuerza que nunca note que jamás había tenido, y la deje de apretar, mientras yo miraba el suelo, el interesante suelo de siempre. Algunas de sus gotas que caían por sus mejillas fueron a parar a mis hombros, no me intereso en absoluto.

-Sabes que estoy aquí para ti, siempre lo estaré, te prometo que los dos, vamos a asesinar a Anthony... Okey...- le dije tratando de calmarla, mientras agarraba sus hombros y la miraba fijamente a los ojos, haciendo un corte en ese largo abrazo de oso, luego la continué abrazando, no sé cuánto duro el abrazo, pero se que fue mucho.

Más tarde, nos fuimos a dormir, yo me quede durmiendo a su lado para calmarla un poco y no dejarla sola, pues por algo le dije que siempre estaría ahí para ella.


Ley y Justicia (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora