Capítulo 4

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-Al- mi nombre dicho en un sollozo me hizo despertarme en una milésima de segundo.

Abri los ojos rápidamente encontrándome con mi hermana y un hombre major con barba de hace dias y las pupilas dilatadas por la rabia apuntando a su pequeña sien mientras ella repetía el diminutivo de mi nombre una y otra vez llorando más fuerte.

Con mi mano derecha busque automáticamente mi arma que se suponía que debía de estar al lado de mi cabeza pero que había desaparecido.

Me fige otra vez en Sam siendo apuntada por una maldita pistola y en el hijo de puta de Roger que incluso podría matarla si no conseguía lo que quería.

El pánico se apoderó de mi enseguida, esto era demasiado y yo me acababa de levantar, no estaba físicamente ni psicológicamente preparada para enfrentar esta mierda tan temprano en la mañana.
-Sueltala Roger- sisee entre dientes, ya notaba las lagrimas rodando por mis mejillas. La idea de perder a mi hermanita me hacia vomitar.

Seguía en el suelo sentada sin poder hacer nada, mi corazón palpitaba desesperadamente y mi cerebro buscaba soluciones rápidas. Roger me miraba desde arriba cogiendo a Sam por el cuello.
-Parece que la genial Alea se levanto de mal humor este dia tan maravilloso- rio a carcajadas, sabia que sin mi arma no podría defenderme y se estaba aprovechando de ello -ayer el imbécil de tu amigo se atrevió a ponerme un dedo encima, apuesto lo que sea a que no le gustará ni un pelo volver y encontrarse con la pobre niña ensangrentada en el suelo ¿no?

Roger nos la tenia jurada, nos odiaba a muerte y todo porque le disparé hace 2 años en la pierna derecha cuando intento violarme.
De solo recordar aquella noche me hacia querer gritar de miedo.

Apreté los labios con fuerza al ver que cogía mas fuerte a Sam de la garganta haciendo que se pusiera roja ya que no podia respirar.

Mierda, estaba paralizada sabia que si me movia un solo centímetro le dispararia y, yo, eso no lo soportaría.

Joder Alea haz algo de una jodida vez estúpida.

¿Tanto aguantar de todo para que las cosas terminaran asi? Porque si mi hermana moría también lo hacia yo, ya no me quedaría nada por lo que vivir.

-¿Me voy un jodido segundo a mear y lo primero que haces es atacarlas? Podrías ser más hombre y hacer esta mierda cuando yo este presente- la voz de Tim me obligó a abrir los ojos ya que los había cerrado momentos antes cuando Roger estaba a dos segundos de matar a Sam y observarlo.

Estaba en posición de defensa, esa que me había enseñado a poner a mi años atrás, apuntando al hombre en la nuca.

-Separate de ellas o te vuelo la garganta - volvió a hablar.

Roger se tenso y apretó más fuerte el cuello de Sam.

Mierda.

-Tienes 3 malditos segundos para soltar a la niña antes de que te mate idiota - la voz de mi mejor amigo sonaba fría y segura, no duraria en matarlo si tenia que hacerlo, y, eso, yo lo sabia a la perfección.

Este soltó un bufido de rendición y soltó lentamente a mi hermana achandose hacia un lado.

-Esto no se queda así- acto seguido empujó a Sam que calló a mi lado, la abrace automáticamente con ella sollozando en mi pecho -tu- me señalo con su dedo índice amenazadoramente - estás jodida- la respiración se me corto y el corazón se me paro

Se alejó mientras Tim lo miraba con odio.

-¿Estan bien?- me pregunto ofreciéndome la mano para ayudar a levantarme, agarré a Sam de la cintura y la arrastre junto conmigo hacia arriba.

ALEADonde viven las historias. Descúbrelo ahora