No me sigas!

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POV ALEA

Me tensé en el instante en que mis ojos se encontraron con los suyos y la sangre empezó a hervir en mis venas.
El muy desgraciado me había seguido, no queria pensar en la que armaria de haberse enterado a que venia aquí.

Sin pensarlo dos veces me dirigí hacia el echa una furia. ¿Como se atrevía?
Sus ojos se abrieron con sorpresa y su mandíbula se tenso de nerviosismo. De esta no se escapaba.

-¿Qué rayos estás haciendo aquí? - le dije lo mas calmada posible cuando llegue en frente suyo.

-Yo...- trago saliva y yo sentí la necesidad de rodar los ojos, a ver que excusa se inventaba -... solo paseaba por aquí-.

-¿Si? ¿Y adonde hibas?

-A casa de un amigo- lo dijo tan rápido que casi sonó como un caseunamigo.

-Ya ¿Has escuchado algo de lo que le he dicho a ese hombre?- señale la puerta negra por la que Peter se había esfumado instantes antes.

Negó frenéticamente y decidí creerle.

Que guapo era... no me extrañaba que todas las chicas del instituto estuvieran muertas por el.

De repente me sentí avergonzada de mi atuendo, llevaba ropa de hombre y que había recogido de la iglesia dias antes, esa era la única forma que tenia para estrenar "conjunto".
¿Como me veria él? Estaba deprimente con el pelo enmarañado y probablemente ojeras de las pesadillas, intenté taparme la cara con el cabello limpio gracias a la ducha que tomé ayer.

-Bien- dije tras unos segundos en silencio.

Me gire dispuesta a irme, pero me cogio del brazo para evitarlo.

-Espera - se acerco a mi con el ceño fruncido -¿estas bien? -

Asenti y sali corriendo calle arriba antes de que me diera un bajón.
Siempre esa maldita pregunta... ¿estas bien? ¿estas bien?
Ovio que no!! Mi vida era una maldita mierda. Cada vez que escuchaba eso el alma se me caia a los pies y me entraban ganas de llorar.
En fin, solte un suspiro mental y me sente en la acera con el primer recipiente que encontré en el suelo, esta vez resultó ser el envase de un café del estarbucks. Me entro el hambre inmediatamente.

Junte mis rodillas y apolle la cara en ellas de manera de que quién pasara no me vería el rostro.

Pasaron las horas y hacia cada vez mas frio como se hiba llenando el vaso lentamente. Ya cansada me levante con las piernas entumecudas dirigiéndome donde vivía.
Solia odiar los inviernos porque hacia demasiado frio en el edificio y mi hermana se constipaba cada rato, en parte por bajas defensas y por no tener suficiente ropa para ponernos por encima y camas para evitar dormir el el frio y duro suelo del pasillo mohoso.

Cuando llege ya era de noche y Tim me esperaba aguantando la típica lata de alubias y una concentrada Sam comiendo directamente desde el envase.
Le sonreí y me senté a su lado no sin antes darle un beso en la frente a mi hermana y uno en la mejilla a mi amigo.

Se notaba a kilómetros que algo preocupaba a Tim, ya que se mantuvo con el ceño cruncido durante la mayor parte de la "cena" pero decidí preguntarle después para no amargarme la comida.

El lugar estaba raramente silencioso, a pesar de algunas peleas entre vagabundos que se escuchaban a lo lejos. Hacia rato mi hermana se habia dormido con la cabeza en mi regazo y yo ya me empezaba a cansar de la misma posición.

Tim levanto a Sam y la recostó en un pequeño nido que había echo con ropas viejas, después me cogio de la mano y nos alejó unos metros para no despertarla.

Esto es serio.

Una voz en mi cabeza me repetía cada rato desde la cena.

-¿Que pasa Tim?

Se rasco la nuca nervioso evitando a toda costa hacer contacto visual conmigo. Ya me estaba asustando.
-¡Dilo ya joder Tim!- le grité-susurré.

-Vienen a por ti.

Sus palabras se me quedaron atascadas en el cerebro por un par de segundos sin entender.

-¿Qué? Tim, no estoy para bromas, estoy cansada y siento que me desmayaré en cualquier momento, así que por favor ve al grano.

Vi su labio inferior temblar por un milisegundo, como si fuera a llorar, pero eso era imposible, el no lloraba.

-Que vienen a por ti y Sam, Al.- tragó saliva ruidosamente- tienen que irse de aquí.

-¿Que esta pasando? ¿quién viene a por nosotras?

Ya notaba como la voz me temblava, pero no hiba a llorar, tenia que ser fuerte.

-Roger.

POV ALAN.

Se alejó, se alejó y yo no la detuve.

La curiosidad me estaba matando y, como dicen en el refrán; la curiosidad mato al gato, pero el gato murió sabiendo.

Me acerqué a la puerta negra oxidada y llame justo como Alea lo había echo minutos antes.
Esta vez no tardaron mucho en abrir, lo primero que vi fue el hombre calvo con mala pinta que habia visto antes. No tenía ningún plan sobre que decir o que hacer asi que fui directo al grano.

-¿Por qué llamo esa chica aquí?

El señor de no más de treinta años de edad me miró con cara de asco para después soltar una sonrisa burlona.

-¿Para que lo quieres saber eh? ¿vas a correr a contárselo a la policía o que? - en su mirada podía ver el odio puro y duro.

Si las miradas mataran....

Ya estaria a trescientos metros bajo tierra.

-N-no señor - me aclaré la garganta ya que las palabras habían salido demasiado roncas de lo que me esperaba y me había atragantado con mi propia saliva - solo quiero saber sobre la chica...- digo lo primero que me viene a la mante -... soy su amigo.

El hombre suelta una carcajada sarcástica y me mira como si fuera estúpido - Al, no tiene amigos exepto por mi y Tim, ¿que te cres? ¿que puedes engañarme? -.

Yo no suelo sonrojarme, es más, yo NUNCA me sonrojo, pero por primera vez en mi vida siento como calor sube a mi cara y, debo decir que no es una sensación agradable.

El señor- a mi no me engañas niño- cierra la puerta en mis narices riéndose otra vez, como no, de mi.

Después de eso la vi tirada en una calle, la chica debía de estar muerta del frio, pero decidí no acercarme para no asustarla otra vez.

Cobarde...

              *                              *
                            *      *

Aquí nuevo cap. Espero que les guste.
Se que parece aburrida pero veran que se mejora.

Gracias por leer.

ALEADonde viven las historias. Descúbrelo ahora