Memorias De Una Muerta...

1.-

Te escribo porque ella dijo que escuchas y comprendes y no intentas acostarte con aquella persona en esa fiesta aunque hubieras podido hacerlo. Por favor, no intentes descubrir quien es ella porque entonces podrías descubrir quien soy yo , y la verdad es que no quiero que lo hagas. No pretendo nada malo con esto. En serio. Solo necesito saber que alguien ahí afuera escucha y comprende y no intenta acostarse con la gente aún pudiendo hacerlo...—releí entre lágrimas el inicio de uno de mis libros favoritos, "Las ventajas de ser invisible" .

—Alguien ahí afuera que escucha y comprende...—repetí mientras miraba fugazmente mi reflejo en la ventana,, guardando la vana esperanza de algún día encontrar a esa persona.

Hace ya varias horas que ha anochecido, en este frío invierno la noche me cobija con su oscuro manto y en ella, como ya he hecho costumbre, he buscado mi refugio, mi zona de confort, mi lugar... pero aquí entre nos, el abominable paso de los días no ha hecho más que sacudirme y sacar abruptamente la idea de que el sol algún día podrá salir de nuevo, tan brillante que tendrá el poder de alumbrar cada uno de los espacios más sombríos de mi mordaz y putrefacta existencia, llevándome de esta manera al lugar que tanto anhelo, a mi lugar.

Tal vez sería bonito empezar con un: ''Capítulo 1'' leído por una ronca voz masculina de acento español; sin embargo, no planeo que esto sea algo bonito, porque simple y llanamente, estoy cansada de ello, quiero algo real...y lo real no debe ser precisamente "bonito".

Quizá una presentación sería lo más correcto, pero siéndoles sincera, todo lo que les diga será equívoco, y quizás ahora se estén preguntando el por qué, la respuesta es sencilla: no soy lo que todos piensan, no soy el bicho raro al que todos pueden ver con lástima, también tengo mi lado oscuro, y aquí les traigo la pregunta del millón ¿Estarían dispuestos a conocerlo?

Mi nombre es Katrina, a punto de cumplir los tan ansiados "dulces dieciséis" , desbordo alegría con tan solo pensarlo... ¡Vaya! ¿Les he convencido ya?,  si en efecto, es así, les doy la tarea de imaginar mi risa, una risa apagada y amarga, porque damas y caballeros, les he mentido... la verdad más pura que podré decir a lo largo de esto, está basada en que no me alegra ni un poco el hecho de que esté a punto de cumplir una década y seis años de absurda existencia, es más, aborrezco el solo hecho de imaginarlo; sin embargo, no todo es malo, o, siendo más precisa, no todo es tan malo, pues como mencioné, falta muy poco para mi decimosexto cumpleaños, y esto significa, que cada vez estoy más cerca de salir de este infierno en el que he sido acorralada desde hace cuatro años atrás.
Supongo que este es el momento en el que todos se preguntan a que me refiero con el infierno, y vaya, no es algo que podría definir con facilidad así que, en un vano intento de responder a su pregunta no formulada les diré, mi 'infierno' es el repugnante lugar en el que vivo desde que tenía aproximadamente doce años... Desde que mi padre tomo la grandiosa decisión de suicidarse y dejarme atrapada dentro de toda esta mierda.
Ya no vivo o al menos, a esto ya no puedo considerarle vida; el paso de los días solo escribe las memorias de esta muerta... De esta muerta en vida.