Memorias De Una Muerta...

10.-

Katrina POV.

- La vida, está rodeada de muchos momentos, momentos difíciles, fáciles, felices, tristes...y momentos que dependen únicamente de las circunstancias. ¿Sabéis a lo que me refiero?-preguntó con entusiasmo el Sr. McClaren, pero lo único que recibió fueron bostezos y murmullos por lo bajo. -Me fascina su voluntad, en serio, la cantidad de manos levantadas es deslumbrante.- Espetó con sarcasmo. - Lástima que sólo puedo elegir a uno, así que... Número trece.

El Sr. McClaren acostumbró a llamarnos por el número de lista, algo pragmático, o bueno, él aseguraba que lo era.-Número trece-repitió.

Ser el primer número nombrado de la clase, es algo complicado, pues representa a una nota significativa parcial. Así que, pobre alma, tiene muy mala suerte el día de hoy...- Número trece-repitió nuevamente.

Una bola de papel moderadamente grande estrelló contra mi cabeza, un grito inundó mis tímpanos y fue ahí cuando lo entendí.

-Coleman, de pie.- Yo era la número trece.

Me levanté con sumo cuidado, si os soy sincera, no tengo la menor idea de lo que voy a decir, no he escuchado ni la mitad de la clase, y aunque suene a excusa...el sueño me ha ganado.

-Así que señorita Coleman, ¿Qué nos puede decir?

Que estoy cansada, muy cansada.

Respiré tratando de mantener el equilibrio...y empecé a hablar. -L-lo-titubeé.- Lo más correcta, sería empezar por buscar una definición simple de circunstancia. Una circunstancia en palabras llanas, encierra una situación o condición que rodea y afecta a alguien. Teniendo esto en claro, y hablando en contexto con el tema, puedo decir que una acción puede encerrar y ser vista con distintos conceptos y perspectivas dependiendo meramente de la situación. -concluí sintiendo que tal vez, solo tal vez, no lo hice tan mal.

El salón fue envuelto en un silencio colosal. La razón era simple, todos estaban expectantes al indescifrable rostro del Sr. McClaren quien se limitaba a asentir mientras fijaba su mirada a un punto desconocido del suelo.

Mi pulso se aceleró, de su reacción dependía una de las calificaciones más importantes del parcial. - sé que ya lo dije, pero en serio, es muy, muy importante. Quizá nadie sepa esto, pero...es una de mis clases favoritas, y en riesgo de que me llamen "rata de biblioteca" , planeo mantener un promedio satisfactorio en ella.
Los minutos que pasaban se hacían eternos, y cuando pensé que esto no acabaría nunca, el Sr. McClaren dirigió su mirada hacia mí con total detenimiento, sus labios se curvaron ligeramente hacia arriba y entonces habló:

-Bastante... Vaya, no sé cómo llamarlo.-expresó acariciando su mentón-Así que, Coleman, con intención de dejar en claro este tema... Explíquenos con un ejemplo-Se apoyó en su escritorio con suavidad - Uno basado en la diferencia de géneros juvenil, hombre y mujer respectivamente, aplicada como situación.

Suspiré, sabía que no me la dejaría fácil. - Debido a que el tema se basa estrechamente a circunstancias, las dividiré en dos.-aclaré mi garganta-Circunstancia A. Una mujer que es adicta a ligues de una noche, la llaman suripanta. Circunstancia B.-
Un hombre que es adicto a ligues de una noche, lo consideran como un rey, alguien digno de admirar.- Guardé unos segundos de silencio para luego concluir. -La acción.- Ambos presentan una adicción a relaciones que no van en serio, pero son juzgados de forma distinta.

Murmullos por lo bajo se hicieron presentes. Y una sonrisa mucho más grande se dibujó en el rostro del Sr. McClaren.

-Interesante señorita Coleman, pero... ¿Cuál cree que es la razón por la que ocurre diferentes resultados con una misma acción?-inquirió.